domingo, 26 de agosto de 2018

Cincuenta años después que nació mi hermanita

 Esta historia comenzó en mi niñez. Fui hija, sobrina y nieta única por muchos años. Aunque yo era la princesa de la familia, muy querida y consentida, estaba  rodeada de  muchos adultos.
En este contexto, si bien no lo recuerdo, mamá me contó repetidas veces que yo le pedía constantemente una hermanita. Fue mucho su esfuerzo porque después de cuatro abortos, al sexto embarazo, por fin nació mi hermanita.

Al 20 Agosto del 2018….

Mi querida y amada  hermanita, nunca sabrás lo afortunada y orgullosa que me siento  por saberte mi hermanita, no solo por tu gran apoyo en estos últimos años y en muchos otros momentos de vida, sino por el SER HUMANO tan ESPECIAL que siempre me has modelado ser.
Muchas gracias por ESTAR y por tu ayuda en tantos aspectos grandes y pequeños, que  en esta compleja “situación-país”, no habría logrado sin tu auxilio.  
Muchas gracias por ayudarme a pensar, entender y revisar,  con tu sabia visión de vida, ideas  que a  veces se me han pasado.
Gracias por hacerme sentir que estas muy cerca de mí, aun en miles de millas de distancia geográfica que nos separan.
Gracias por modelarme  a un SER HUMANO tan ESPECIAL, que vivencia cada minuto lo que es realmente  “dar amor” dentro y fuera de la familia: tu maravillosa entrega diaria e incondicional como madre, esposa, hija, nuera y hermana, me ha enseñado en distintos momentos,  nuevas aristas del AMOR que definitivamente no están escritas en las páginas de los mejores libros.
Gracias por mostrarme a un ser humano tan INTEGRAL: eres compasiva, generosa, cariñosa, inteligente, divertida, entusiasta, ahorrativa y espiritual; mega-capaz,  trabajadora y exitosa profesional; linda por dentro y por fuera.  Eres una extraña mezcla de éxito, humildad y sencillez que nunca había visto en una sola persona.
Gracias por darme a dos sobrinos tan bellos, capaces e integrales. Gracias por darme un cuñado maravilloso, sin duda “mi hermanito”, y a una Carmencita a quien quiero y admiro. Los amo a los cinco de distinta manera, pero  con toda mi ser.
En fin, gracias por nacer en el seno de nuestra familia y llenar de manera tan maravillosa ese espacio vacío de la hermanita que tanto pedí: fuiste mi bebita querida en tus primeros años de vida y una estupenda amiga y compinche desde tu adolescencia. Después de tantos años de espera,  al final nació la “Milagros” que eres hoy y no creo este nombre sea casual.  Ha sido  un gustazo verte crecer y aprender de ti desde bebé, niña, adolescente y estudiante universitaria; también como maravillosa esposa, madre, hija, nuera y por supuesto hermana.
La  formación de “mujeres de bien” que somos se la debemos a nuestros padres. Mas para mí, los más contundentes ejemplos de lo que de verdad significa “dar amor dentro y fuera de la familia”,  los obtengo de ti.
Gracias Dios por escúchame de niña cuando yo pedía una hermanita: ¡¡¡me gané la lotería!!!
Mi princesa linda, te amo y te valoro MUCHO desde siempre y por siempre.
Para mi serás mi “hermanita”, no importa cuántos años cumplas.
Con mucho amor,
Tu hermanita Maigua
Agosto, 2018


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