sábado, 4 de mayo de 2019

La ley de las galletas

Recuerdo que hace algunos meses Martín propuso en el club de los Escribidores el tema de "La Guayaba" (estarán pensando ¿Qué relación tiene eso con el movimiento? y es que en aquella oportunidad  escuché "Guayaba" e inmediatamente lo asocié con las famosas galletas Newtons, con el tema del "Movimiento" me sucedió similar, súbitamente pensé en las Leyes físicas del movimiento según Newton; no me extraña que me haya sucedido así siendo hija de una licenciada en física y profesora de la materia, y habiendo crecido escuchando sus enunciados.

La primera ley de Newton postula que un cuerpo no puede cambiar por sí solo su estado inicial, ya sea este reposo o movimiento rectilíneo uniforme, a menos que se le aplique una fuerza o una serie de fuerzas. Newton retoma así la ley de la inercia de Galileo (la tendencia de un objeto en movimiento a continuar moviéndose en una línea recta a menos que sufra la influencia de algo que le desvíe de su camino). Lo novedad histórica del postulado de Newton era el agregado de que él toma en consideración que los cuerpos en movimiento están sometidos constantemente a fuerzas de roce o fricción que los frena de forma progresiva y no exclusivamente al ejercicio de una fuerza adicional. En consecuencia, un cuerpo se desplaza en "movimiento rectilíneo uniforme" solo si no existe ninguna fuerza externa, o escrito de otro modo, un objeto en movimiento no se detiene si no se le aplica una fuerza, incluyendo el roce o la fricción. 

Observando un ejemplo cotidiano: imaginemos a una pareja de enamorados que se mueven de modo rectilíneo uniforme, en el lenguaje común a eso lo denominamos "relación estable"; antes de que Newton postulara su primera ley en 1687 todos pensaríamos que si este par de enamorados no se ven sometidos a una fuerza externa que anule o modifique su movimiento inerte y los haga detener  o modificar el curso que llevaba su relación, continuarían constantemente moviéndose de forma natural en lo que ya dijimos que conocemos como relación estable. Tendiendo así al error; por ignorar la fuerza del roce o fricción  a la que todos los cuerpos en movimiento están sometidos constantemente y que no por pequeñas y prácticamente despreciables pasan como un peligro inadvertido, éstas frenan de forma progresiva el movimiento uniforme de la pareja des-estabilizando la relación..

En las relaciones hay que cuidar esos pequeños detalles, para pulirnos y reducir el roce o fricción, y así matemática y físicamente el riesgo de terminar "enguayabado" o con un "guayabo". ¿Será así que se conectan las galletas con las leyes de la física?

 Elinor Ribas.

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