miércoles, 11 de mayo de 2016

El trabajo del Payaso Flacuchín. CUENTO


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Había una vez un Payaso muy gracioso llamado Flacuchín que tenía en un cofre un ejército de pulgas. Se comentaba que era una de las mejores agrupaciones de pulgas, porque se decía que eran listas, saltarinas y muy trabajadoras. El Payaso se sentía muy orgulloso de tenerlas, las llevaba a sus fiestas en tarros de cristal y las mostraba a los niños para que disfrutaran sus particulares cualidades y piruetas. Su trabajo era intenso, divertido y siempre sorprendente; con canciones y música ponía a bailar a los niños y a sus pulgas logrando espectáculos siempre incomparables donde las risas se escuchaban a lo largo de mucha distancia.  

Flacuchín además tenía un secreto muy bien guardado, sus pulgas eran mágicas y habladoras. Después de largas jornadas de trabajo, durante las noches, juntos se acompañaban y con sus fascinantes trucos, cuentos y risas todos dormidos se quedaban.

Un día muy lluvioso Flacuchín despertó triste y melancólico, sorprendiendo a sus mágicas amigas pulgas. Con melancolía en sus palabras el payaso les comparte que se siente muy agobiado por no tener más tiempo para entregar a los niños más risas y diversión. Al escuchar a Flacuchín las pulgas se comenzaron a poner nerviosas y se les ocurrió invitar a nuevas compañeras de actuación, sus amigas ocultas las hormigas de la noche. Entre todas diseñaron y le mostraron al payaso nuevos actos llenos de ilusión y alegría. Hicieron malabarismo con las migas de pan que recogían las hormigas. Pulgas y hormigas se unieron exhibiendo saltos y piruetas que hicieron reír a Flacuchín.

Y así fue, como viendo aquellos espontáneos, sinceros y persistentes animalitos, que le enseñaron al Payaso Flacuchín que, no hay agobio ni desazón si se trabaja en equipo y en colaboración.  Desde su alegría podía entregar más diversión, risas e incluso ir a mayor cantidad de niños, apoyándose en sus compañeras y compartiendo de formas diferentes su trabajo de llevar regocijo y recreación como el Payaso Flacuchín.

Janet Jiménez

Bogota, mayo 2016

2 comentarios:

  1. Me imagino a Flacuchin un payaso de la Venezuela de estos tiempos de escasez de alimentos! Muchas pulgas, hormigas y otras insectos porque no se consigue Baygon! Gracias Janet. por compartir tu graciosos cuento. Saludos

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