domingo, 18 de diciembre de 2022

la historia de mi aguinaldo preferido/Jesucita Peters

 

La historia de mi aguinaldo o gaita preferida” 

Hablar del Aguinaldo o Gaita preferida se me hace cuesta arriba, ya que todas me gustan, porque cada una en su momento tuvo su significado para nosotros cómo pueblo, por cuanto hacen alegorías del clamor popular, se instala en nuestros corazones desde la década de los 50as,  es decir, la conozco y la escucho desde siempre. Es un género de la parte occidental de nuestra Venezuela, se puede decir que es el sello musical de los zulianos.

También como familia, las gaitas marcan el inicio de la navidad, que nos indica que ya debemos comenzar los preparativos para montar el árbol navideño , el pesebre y los adornos generales de la casa alusivos a nuestra navidad ; si no está sonando una gaita, no se monta nada ,así de sencillo y la cosa no queda allí, ya que cada quién en mi familia y (Amigos Voluntarios) tienen un rol asignado en esta actividad, entre los cuales se encuentran: el que debe encargarse de poner las gaitas, el de servir los traguitos en donde no puede faltar el Ponche Crema y  los pasa palitos.

Una vez asignado los roles, toda la familia debe ayudarme a subir el perolero desde maletero cual mudanza y el encargado de las gaitas comienza a complacer las peticiones de los participantes, mientras bailamos estirando el cable de las luces con el cambio de bombillos si fuese necesario, otros poniendo rama por rama al árbol, no sin antes echar un pasito al son de las gaitas, cantando y brindando.

Comenzamos con la Gaita “Le doy gracias al Señor”, a todos nos gusta ya que agradecemos cada año por estar juntos y cuando no estábamos juntos se nos aguaba el guarapo, pero para adelante yo tuve que hacer esta actividad navideña sola y tuve que desempeñar cada uno de los roles y manejar la nostalgia de los tiempos pasados, pero así es la vida, a veces estamos arriba en la cresta de la ola y otras veces no tanto y nos corresponde manejarlo.

Y seguimos en nuestra actividad, desempolvando y desenvolviendo bola por bola y adornos ya que los mismos han ido pasando de generación en generación, además  tengo por costumbre cada año comprarle algo nuevo al árbol  y comienza a sonar…..

“Cuando voy a Maracaibo”, siento un nudo en la garganta al pasar el puente

Luego, “Nanai nana,Nanai nana,Nanai nana, ay riquiquiriqui, ay chucucuchucucucha”….

“En un viaje que fui a Barraquilla, Amparito, Amparito baila con soltura”….

Y a bailar se ha dicho, paramos, reímos y seguimos brindando y ejecutando la labor, estos son momentos entrañables para toda la familia, bueno y a este ritmo se imaginan cuanto tiempo dura montar el arbolito y el pesebre en casa, pero es un rato que disfrutamos al máximo, ahora con estos yernos gringos nos miran extrañados, así son las cosas.

“Es que mi Gaita, cuando suena Tan, Tan, Tan, Tan, Tan…..la van llevando por Venezuela” y actualmente por todos los horizontes del mundo con su Furro, cuatro venezolano, maracas, charrasca y tambora, entre otros y la alegría contagiosa de esta época del año que yo amo por todo lo que ella encierra: compartir, reír, cariños, emociones positivas y todo aquello que nos hace felices, exacerbándose el calor familiar  y así se van dando las gaitas una a una…..

“Un palito aquí y otro más allá”,  palo, palo, palo, que palo, rumba, rumba, rumba que rumba”…….

“Viva Venezuela mi Patria  querida, quién la libertó mi hermano fue Simón Bolívar”……

“María la Bollera, quién tiene la culpa María la Bollera”……..

Para hacer las hallacas es algo similar, aunque la bailadera es más pausada porque hay que lavarse bien las manos, sino paramos y cada quien baila solo al ritmo de las gaitas y seguimos con la labor, porque si no llegamos a la madrugada haciendo las multisápidas y esperando que estén cocidas la primera tanda, para dar el veredicto de aprobación o no,en función de cómo quedaron de sabor y el color de la masa, esto último para mi es importante. Y probamos el resultado de nuestras hallacas, y las gaitas sonando…

“Yo la vi cuando pasaba, yo la vi cuando venía”…..

El 31 de diciembre de 2022 espero disfruten en familia, cómo lo haré  yo en este frio inmisericorde.

“Yo no olvido al año viejo porque me ha dejado cosas muy buenas, me dejo una chiva, una burra negra, una yegua blanca y una buena suegra….pero, pero,pero”…

“Las campanas de la iglesia están sonando, anunciando que el año viejo se va, la alegría del año nuevo viene ya, los abrazos se confunden sin cesar, las campanas de la iglesia están sonando…Faltan 5 pa las 12 el año va terminar me voy corriendo a mi casa a abrazar a mi mamá”……

Este aguinaldo me recuerda a mi hermano, que en cualquier lugar donde se encontraba llegaba siempre cuando faltaban pocos minutos para las 12 y la persona que abrazaba primero era a mi mamá, ambos ya fallecidos, espero que en el otro plano también se abracen y que Dios les de la paz.

Queridos escribidores, que Dios les permita  estar con sus afectos para compartir estas fechas tan significativas para todos los venezolanos, independientemente del lugar del mundo donde nos encontremos.

Las culturas y costumbres nos enseñan las distintasmaneras de esta celebración, solo les deseo tengan un lugar cálido en estos climas inclementes, una mano amiga, una comida satisfactoria y hecha con esmero, pero sobre todo paz interior para irradiar amor a nuestros semejantes a nuestro  paso.

Les deseo una Feliz Navidad y  un Próspero Año 2023, con infinita salud y felicidad en unión familiar, un abrazo cálido para todos de mi parte, se les quiere.

Jesucita Peters



viernes, 16 de diciembre de 2022

Mi aguinaldo preferido/ Yvette Henriquez

 Mi aguinaldo preferido

Me es muy difícil decidir cual aguinaldo me alegra o me enternece más o cuál gaita me provoca salir corriendo a bailar.
Aguinaldo y gaitas me suena hallacas en casa de mi mamá, misas de navidad y patinatas.
La música navideña me lleva a recuerdos de mi infancia, las gaitas del colegio, los pesebres vivientes, el recorrido que hacia con mi mama y hermanos por caracas para ver los pesebres, el que mas mantengo en mi memoria, por lo hermoso, con cambios de luces, anochecer con estrellas y amanecer, es el pesebre que hacían los hermanos del hospital San Juan De Dios, ese pesebre era impelable visitarlo. Era una versión adelantada de la experiencia de Van Gohg que está hoy en los estacionamientos del hotel tamanaco.

Recuerdo también una navidad que todas las primas decidimos hacer una presentación de gaitas bailando, nos pusimos de acuerdo en vestirnos de franela roja y jeans, practicamos unos días antes y dimos ese gran espectáculo a nuestros familiares una noche buena.

Cuando escucho un aguinaldo, viene a mi mente, cuando hacíamos las hallacas en la casa de mi mamá, ella siempre ponía los CDs de música navideña , y cantaba todos las canciones , siendo de origen portugués, se las sabia todos los aguinaldos y es que la navidad en Venezuela es la mas hermosa y especial de todas las navidades del mundo.

El burrito sabanero, Din Din Din, Si la Virgen fuera andina, y para de contar, sonaba dos y tres veces mientras podíamos el guiso, adornos y amarrábamos las hallacas, hace unos años cuando la casa de la abuela se llenaba de los nietos, cada nieto se encargaba de una función en el proceso de elaboración de las hallacas. I

Poco a poco sus nietos, mis hijos y sobrinos han salido a estudiar fuera, trabajan y ya algunos en etapa de matrimonio, van creciendo y tomando nuevos caminos.
Me da mucha nostalgia pensar en esos años, hacer hallacas en casa de mi mamá era igual que escuchar música navideña y disfrutar de la primera hallaca con las tortas de miel madeirenses.

Ahora escucho aguinaldos con mi club de escritura, con quienes comparto momentos que atesoro.

Feliz navidad para todos 🎄❤️💚🎄

y cantamos en vivo a El Burrito Sabanero


El burrito sabanero (CEC versión)

Canción de Marco Pastor Estelles

Con mi burrito sabanero, voy camino Cerroverdé
Con mi burrito sabanero, voy camino Cerroverdé
Si me ven, si me ven
Voy camino Cerroverdé
Si me ven, si me ven
Voy camino Cerroverdé

Gude

Con mi cajita de poemas

Voy a casa de Yvette (bis)

Si las ven si las ven

Van pintadas de Belén (bis)

 

Alberto

Con una pluma y una goma

Damos vida alamistad

 

Con abrazos y con risas

estaremos con Yvette

 

Si nos ven, si nos ven,

cantaremos por doquier (bis)

 

Tuki tuki tuki tuki
Tuki tuki tuki ta
Apúrate, mi carrito
Que ya vamos a llegar

Tuki tuki tuki tuki
Tuki tuki tuki te
Apúrate escribidores
Que vamos a Cerroverdé

Irma

La semilla de alegría

Va trayendo la esperanza (bis)

Si me ven, si me ven,

Voy camino donde Yvette (bis)

Hened

Gudelia,Beto y Hened

Van con Irma y van con Maigua (bis)

Si nos ven, si nos ven,

Alegría  por doquier

Si nos ven si nos ven

Carisma vaaparecer

 

Maigua

En navidades voy cantando

Y ustedes acompañando (bis)

Si me ven, si me ven voy camino de Belén

Si me ven, si me ven, voy camino de Belén

Tuki tuki tuki tuki
Tuki tuki tuki ta
Apúrate, mi carrito
Que ya vamos a llegar

Tuki tuki tuki tuki
Tuki tuki tuki ta
Apúrate mi burrito

Que ya vamos a llegá

FIN

SOY/Irma Wefer

SOY

 Irma Wefer

Soy ese Adeste Fideles, intenso y apasionado. Ese pastor que hace el camino con la ilusión de la búsqueda y el sosiego del encuentro. Porque todos los caminos nos llevan a casa.

Soy los  recuerdos guardados en los rincones secretos del alma. Las sonrisas de los ausentes. La algarabía al montar un arbolito o las buenas caídas de una patinata. La letra de un aguinaldo. Los manjares de madres y abuelas en su afán y anhelo por hacernos felices. Memorias que son alimento y en estos días se confunden y se impacientan por salir.

Soy el entusiasmo de un saltaperico que disipa las sombras y abriga

alegrías. Pero también soy la nostalgia que evoca el saltaperico consumado.

Soy ese nacimiento que construimos sea con un papel  viejo y arrugado, sea de terciopelo. Donde fluyen los caminos y los ríos se encuentran. Donde la magia es estrella que alumbra. Donde los reyes se hacen humildes y la bondad se hace centro.

Soy la parranda solidaria que no distingue entre  la noche y el día, porque solo sabe de unir voces para llevar regocijos.

Soy la esperanza que nace  hoy y sueña el mañana. Expectativa convertida en confianza plena, dispuesta a vivir en espacios abiertos.

Soy la hallaca, mestiza, diversa. A veces con pimentón, otras con garbanzo o papas. Siempre bien amarradita  para que adentro podamos caber todos.

Soy la sorpresa del regalo, el calor del hogar, la alabanza serena de un villancico y la sobrecogedora fuerza de un abrazo.

Soy  la imperturbable inocencia de un niño que lleno de ternura nos dice que nos ama.

Soy ese Niño lindo pequeñito que vendrá hoy y vendrá siempre. Haciéndonos a todos grandes por la plenitud de su amor.

Soy la Navidad.

Como Juan Ramón Jiménez, solo pido: “Señor del cielo, nace esta vez en mi alma” para que todos días puedan ser Navidad.

La historia del aguinaldo/Santiago Porras

La historia del aguinaldo o gaita preferida de un Musiú de mediados del siglo XX en Venezuela

 Santiago Porras Rojas

 

En edificio Guaraní de Santa Eduvigis en los inicios de los 60, del Valle de Caracas, amanecía con Pacheco al llegar la navidad. La televisora del tigrito invitaba a la solidaridad para aquellos niños “sin recursos” a quienes resultaría difícil recibir un presente en navidad.

La televisión en Venezuela surgió seis años antes a la aparición de un Musiú venezolano, bautizado así por los amigos de sus padres en la entonces Policlínica de Caracas, en un sector de la ciudad donde residía una gran parte de los españoles residentes en la ciudad capital.

En Venezuela un <<Musiú>> es un extranjero o una persona con apariencia de forastero, rubio norteamericano, inglés, francés. En realidad, se les quería decir “Señor”, pronunciando mal la palabra del idioma francés <<Monsieur>>.

Resulta que otro de los musiúes venezolano conocido por narrar los juegos de la liga de baseball venezolana, llamado Marco AntonioLacavalerieen1965, presentaba en el “Venemaratón” a una agrupación musical aguinaldera llamada “Los Tucusitos”que cantaban su aguinaldo emblema…

 

Tucusito, tucusito

Llévame a cortar las flores (Bis)

 

Piensa que en las navidades

Se cortan las mejores (Bis)

 

Vuela, Vuela

Llévame a cortar las flores (Bis)

 

Te vestiste de amarillo

Pa que no te conociera (Bis)

 

Amarillo es lo que luce

Verde nace donde quiere (Bis)

 

Al Musiú caraqueño de pila, llamado Santiago, le atraían los instrumentos de cuerdas, y junto a su hermana Eli y sus primos Pascual y Andrés, les encantaban el conjunto “Los Tucusitos” (1964), quienes entonaban y eran el ambiente musical de las tiendas, locales y hogares venezolanos encualquier espacio sonoro en Venezuela, cantando…

 

Fuego al cañón

Fuego al cañón

Para que respeten

Nuestro parradón

 

-…”Miren muchachos…” decía el tío Taíto “como ahora ya se saben el RE Mayor, en el cuatro, aquí vamos a hacer unas panderetas con estas chapitas de Pepsi, que las va a tocar el Musiú, Andrés la tambora y los mayores Elisa y Pascual, el cuatro. Su conjunto se llamará “Los cañoneros” y el tema que los identificará con su único tema “Fuego al Cañón”.

Así que elaboramos nuestro logo en cartulina, artesanal (hechos a mano) dibujando un cañón haciendo ¡Pum! Y el nombre en semicírculo alrededor del cañón. Lo lucíamos en una franela blanca, gracias a un alfiler como broche.Nos presentamos a casa de los Cabrera, en el Barrio Jardín en la Pastora de Caracas; a casa de los Vechionnes, en los Chorros y en los bloques de Santa Eduvigis casa de los Villegas y en nuestro hogar en el piso 1del Guaraní. Cantábamos en los portales de las casas y ante los nacimientos que cada familia colocaba una maqueta, donde se representaba la época y personajes del Belén, en el que un establo naciera el Niño Jesús.

Fuimos felices aprendiendo a trabajar bajo la cooperación y ofreciendo un tema donde los instrumentos que mas destacan son el cuatro y el tambor, al repicar del “Pummm” de los cañones del cuartel San Carlos de Caracas, a los que se refiere la tradición a la media noche de Año Nuevo de la época.

Entonces, sin tener conciencia, nuestro tema emblema era mas una “parranda” que un aguinaldo, porque en las parrandas sus letras abordan temas cotidianos de las costumbres sociales propias de la época de la navidad.

Los aguinaldos, son una manera de regalar cantos que fueron precedidos de los villancicos (Cantos de los habitantes de valles europeos del siglo IV). En Venezuela los villancicos se denominan aguinaldos que se cantan desde los inicios del mes de diciembre hasta el día de Reyes, coincidiendo con el final del tiempo litúrgico de la Navidad de la Iglesia cuya sede es el Vaticano, en Roma - Italia.

Al pasar a la década de los 70, se hicieron posible las tradiciones musicales navideñas que sostuvimos hasta principios de este siglo XXI.

El Musiú Cambió de residencia hacia el Sureste de Caracas, donde se extendió la capital.

En 1972, mientras asistía a clases de cuatro en la Escuela Lino Gallardo (Vzlano que en el siglo XIX estuvo ligado a los sucesos del 19 de abril de 1810 y fue el maestro mayor de música de la Catedral de CCs) coincidió el Musiú con un compañero de clases Emilio Chacón Colmenares. Durante esas navidades Emilio invitó al Musiú para que lo ayudara a tocar el cuatro el 31 de diciembre antes de las campanadas, en su casa, donde se cantaba un aguinaldo familiar.

Al Musiú le llamaba mucho la atención, a qué se refería su amigo con eso de un aguinaldo de su familia. Musiú le dijo a Emilio que era difícil acompañarlo porque debía estar en su casa para recibir el año nuevo con su familia. Emilio le dijo que no habría problemas porque él le diría a uno de sus tíos que llevara a su amigo a casa unos 15 minutos antes de año nuevo, que se encontraba a unos 5 minutos en automóvil de su casa.

Cuando el Musiú llegó a la casa de Emilio, se vio en medio de una cantidad de gente, eran como 30 o más familiares, muy alegres y en especial pendientes del aguinaldo, del verso, que haciendo honor al significado de la palabra “aguinaldo”, ofrecería un regalo en verso para cada miembro de la familia, con algo que le hubiese ocurrido en el año por finalizar.

Emilio le mostró los acordes y el ritmo al Musiú…y al acompañar al coro y a las solistas de los estribillos, experimentó una de las manifestaciones aguinalderas más originales y hermosas para regalar a una de familia grande y muy alegre.

Muchos de los que conocen al Musiú han escuchado de esta tradición que ha hecho suya también desde aquel día.

Además, Emilio José, amigo del Musiú, es primo hermano de aquella chica morena, con facciones indias, de ojos negros que desde que vino para pedirle prestada la bata de laboratorio, porque la suya la había dejado en casa, lo prendó y es con quien ha sido y es; como dice el poeta Mario Benedetti “…mucho más que dos”, junto a su amada esposa Norilda; su negra bella!

Desde ese instante, el Musiú se dijo, <<esta familia es cheverísima…yo quiero pertenecer a esta alegría>>.

El aguinaldo, es producto de un arreglo de otro aguinaldo oriental que escuchó la familia de Emilio José, en Puerto de Hierro (Oriente venezolano-Edo. Sucre) en el año 1967, cuando su padre estaba asignado como Jefe de Personal en un apostadero naval en la punta más oriental de la Península de Paría (Guiría),cerca de la desembocadura del Delta del Orinoco por donde desde 1951 la Iron Mines Co. despachaba hacia el mundo sus productos mineros.

En las fiestas navideñas los obreros, campesinos, empleados y miembros de la armada, cantaban parrandas y aguinaldos tradicionales de casa en casa, pero había uno particularmente pegajoso que decía:

 

En las navidades

De un cielo azulino

Canta el campesino

Con felicidad

 

Canta canta gallo

Al clarear el día

Si yo fuera gallo

También cantaría

 

Atención señores

Que ya comenzamos

Aquí está la fiesta

A ti te esperamos

 

Entre los habitantes de esa comunidad, el Dr. Mendoza, médico del Apostadero Naval, tomó esta melodía y comenzó a brindar un verso a todos los habitantes del campamento naval, y para la familia Chacón Colmenares compuso estos versos:

Coro

 

Y en las navidades

De un cielo azulino

Canta el campesino

Con felicidad

 

La señora Fanny

Es luz de alegría

A todos encanta

Con su simpatía

 

Maestre Chacón

Marino sin par

En motocicleta

Navegando en mar

 

Emilio, Amarilis

Y Arelis Chacón

Son flores que alumbran

Este parrandon

 

Los Chacones, al regresar a Caracas introducen la tradición del canto de aguinaldos en familia, componiendo anualmente desde entonces un verso para cada miembro de la familia, y junto con Fanny y Emilio entre otros personajes de la misma: Aarón, Noemí (Memí), Yani, Alejandro, La Negra, Musiú, se reunían en secreto entre el 28 al 30 de diciembre de cada año, para ir creando cada verso ofrecido como regalo de amor y simpatía a cada miembro de la familia, y se conservó esta tradición, esta costumbre tan hermosa para el 31 de diciembre cerca de la medianoche, para cerrar un año con lo bueno que nos trajo y el deseo de iniciar el próximo llenos de optimismo y esperanzas.

Para esta versión del aguinaldo se hicieron arreglos de la letra original y Se introduce la creación de una adaptación del aguinaldo original con el coro que hoy todos entonamos, que dice:

 

Y en las navidades

De un cielo azulino

Canta esta familia

Con felicidad

 

Y el primer estribillo del aguinaldo compuesto con la siguiente estrofa:

 

Esta es la familia

De los mil problemas

Pero no hay ninguno

Que no se resuelva

Es una tradición que nace y vive en nuestra familia, es un emblema de la alegría presente en los tiempos de Navidad, resultado de un camino recorrido que se comparte entre hermanos, primos, tíos, padres, abuelos y grandes amigos, para disfrutar de la fiesta de la vida, porque somos esencialmente seres festivos, llenos de buenos deseos, de grandes proyectos, donde se hace brillar la estrella de nuestra familia, como primera escuela de convivencia fraterna.  

Recientemente, en el 2020 El Musiú y sus Hijos Sergio y Manuel elaboraron un Video Clip homenajeando la tradición sostenida durante 50 años, contando la historia de esta hermosa tradición, de la mano de los tíos Emilio y Fanny, creadores de la idea.

A partir de ese año hasta la fecha el aguinaldo es cantado aquí en Barcelona-España a las 11:00 pm como indica la tradición y por la dispersión geográfica y dinámica de cada familia y las latitudes. Con la transformación social de nuestro amado país, no ha sido posible hasta la fecha, reunir a más de un centenar de miembros de la familia hoy radicada en diversos lugares de todo el planeta. Aun así, hay iniciativas en Texas & Florida (USA), Monterrey (Mx).

En cuanto a las gaitas, escribiremos otro capítulo, y para que constatemos la apertura de mente de ese país en el que un musiú venezolano nació y se crió, también se convirtió en el solista de esta gaitica que dice…

 

Soooooy el negrito fullero

Orgulloso y por demás

Soy en el amor audaz

Soy amigo y parrandero

 

Que soy que soy negrito fullero

Viva la pascua y la navidad (bis)

 

¡Felices Pascuas y Venturoso año 2023 amigos y familias del mundo entero!

El aguinaldo de "El Callao"/María Elena Garassini

La historia de mi Aguinaldo Preferido “El Aguinaldo del Callao”

 María Elena Garassini

 Transitaban los años ochenta, años muy felices, años de compartir y servir desde el apostolado de jóvenes cristianos en la Iglesia La ascensión del señor de Cumbres de Curumo en Caracas. De niña viví en Cumbres de Curumo y mis padres asistían a esa iglesia todos los domingo a escuchar la misa. Después me mudé a Santa Fe al entrar a tercer grado y mis padres continuaban llevándonos allí los domingos.

Cuando mi hermano mayor y yo éramos adolescentes nos invitaron a pertenecer al grupo juvenil de la iglesia y allí empezó un viaje de experiencias que marcaron nuestras vidas y aún siguen haciéndolo: personas, proyectos, visitas, viajes, lecturas, grupos de estudio, reflexiones. Hoy hago el recuento y me asombro de todo lo vivido y de las huellas que han dejado en mí.

Como parte de esa vivencia tuvimos diversas experiencias de apostolado o servicios a otros: ser catequistas, visitar hogares para niños o ancianos, organizar actividades para la semana santa, servir en los cursos prematrimoniales y cantar en el coro de la parroquia.

El coro de la parroquia no era cualquier coro, había muy buenos músicos. Jóvenes con excelentes voces, que hacían arreglos maravillosos de las canciones y muchos además eran compositores. Allí conocí a Pura, que con una voz prodigiosa de soprano pertenecía a las mujeres entusiastas del grupo. Dos de ellos,  siguieron carrera musical como compositores y canta-autores creando el dúo de Juan Carlos y Fernando, que todos conocieron con su famosa canción “Hoy paso por tu casa” que le compuso Juan Carlos  a una de las muchachas del grupo, de quien estaba locamente enamorado. ¡Un lujo pues!

El coro, que se llamaba “Coro Nuevo Sol”, era tan bueno que un señor de apellido Samaniego de esa parroquia le preguntó al padre si era posible grabar un disco con canciones de Navidad para darlo como regalo de Navidad en su compañía y que nos quedara como regalo a todos. Le iban a prestar los estudios de grabación de Chelique Sarabia en horarios con poca demanda de uso. Recuerdo que las grabaciones eran al final del día cuando todos podíamos reunirnos en el estudio de grabación después de nuestros trabajos o estudios. Estábamos grabando el Aguinaldo del Callao que inicia así: “Anda muchacho y amarrame la mula…” y tiene varios solos de animales como el chivito, el becerro, el patico y el torito . Por cierto yo era el patico que decía: “Cuaaaajadas y dulces para nuestro Rey”. Aquella noche todos estábamos agotados y a nuestro amigo Rafael le tocaba grabar como solista la estrofa del Torito. Tenía una voz de bajo maravilloso y debía cantar: “Muuuchacho maluco busca pronto al Buey“. Nos sorprendió a todos cuando le dimos la entrada diciendo: y el Torito dice:… y con su voz maravillosa de bajo empieza a cantar la canción de Frank Sinatra:“Strangers in thenigth …”.Todos nos morimos de la risa, decidimos que estábamos agotados y nos íbamos a dormir y mejor seguíamos al día siguiente. Después de ese incidente con la grabación de esa canción y el Torito, además de haber disfrutado de ser el patico, de reírnos un montón y pasar momento maravillosos con mis compañeros de Coral ese aguinaldo es uno de mis aguinaldos preferidos.

 

Anda muchacho y amarrame la Mula,
anda mijito y búscame p***to al buey...
Ve a cortar la hierba, recoge la Grey...
Que ha nacido el Niño, el Rey de Belén.
El Chivito dice:
Veee a cortar la hierba, recoge la Grey...
El Becerro dice:
Meeeedan mi manojo y todo está bien.
El patico dice:
Cuaaaajadas y dulces, para nuestro Rey ...
El Torito dice:
Muuuuchacho maluco, busca p***to al Buey.
Que ha nacido el Niño,
El Rey de Belén...

Los aguinaldo de mi vida

Mi música del año o de navidad

De chico, me montaba en un carro que conducía MT, mi mamá. Ya sabía leer y revisaba las historietas de Batman, el carro era igualito al de él, un Chrysler, pero blanco. Ahí aprendí que la luz roja del encendedor es capaz de quemarte el dedo, aunque fui advertido. Esa época fue pura magia blanca, y pensaba en “magia blanca me has hechizado a mi”.

Era la misma época de que nos contaban la leyenda de una indiecito Guaraní, encaramado en un árbol, que al caer,  se convirtió en un pájaro. Esa sensación de vivir en un árbol la mantuve por muchos años. Era un mango que daba unos frutos maravillosos,  teniendo la suerte de no convertirme, en un extraño sortilegio, en un habitante de la mata.

Hoy montado en ese árbol, (en mente) sesenta años después, les narro:

Conozco el paso del elefante, junto a mis hermanas, en la magia blanca de la infancia. Solía meterme en la cama grande en noches de truenos y rayos; y quizá es por eso que lo disfruto. Me recuerda la historia de Ripp Van Vinkle, que luego de quedar dormido por décadas, soñaba que los truenos era gnomos jugando a los bolos, en las nubes. Al despertar, me monté en el submarino amarillo y descubrí las maravillas de mar (aunque la oscuridad de lo profundo me da miedo), y solo quitando la expectativa que aparezca un tiburón gigante y nos devore.

La navidades fueron magia también; yo creía. Creía en un hombre barbudo que traía regalos por habernos portado bien (bueno, más o menos pues no me gustaba comer). Éramos cinco, (ya quedamos dos), nos encerraban en un cuarto y de lejos se oía, “ya llegooo” (Santa) y salíamos corriendo, yo de último por ser el más pequeño. No recuerdos los regalos, pero sí recuerdo vivamente mis emociones. Yo nunca desee un perro, pues mi casa estaba llenos de ellos. Ricky era el pana que más cercano; yo lo hallé muerto un día y aun no sabía que era la muerte.

Igual, en la época sonaban las campanas europeas, y la música estaba en idiomas desconocidos. Aun as,í tralaleaba algo con Silent Nach, en alemán, o Jingle Bells en Inglés.

Una vez, mi vecina me preguntó: ¿solo sabes bailar vals? ¿Y la Billos? Nunca aprendía a mover los hombros, pero los pasos, las ruedas, eso sí. Era la época de la reina que vive por Yaracuy, también de un señor con un diente de oro, y de unos peludos de Inglaterra que no me gustaban, aunque ya hubiera viajado en su submarino amarillo.

Era cool fumar hierba entonces, pero era miedoso; prefería presumir. Nunca lo hice. Además, ya tenía dos amigos que partieron en sobredosis. ¡Pobres…! Estudiaba en un liceo público donde si no eras rojo, eras anaranjado. Me acompañó Yolanda a la que  le dijeron que antes de hacerlo, había que pensarlo muy bien. Que a algunas uniones les hace falta carne y deseo también. “Frente al Avila, altivo y eriesto…” solíamos cantar en el liceo, aunque todavía se me olvida el significado de la segunda palabra.

Reconozco que no soy auditivo, soy más visual; prefiero los cuadros, los libros, los ojos amados, a la música. Esa época fue más mágica, quizá por las hormonas. Caminar bajo la lluvia, sentir amor, cantar en la playa pantaleta, a medianoche y en luna llena. Una de las canciones  era una historia de una pareja que se cae en un barranco y ella se muere. El le declara su amor eterno. Canción dolorosa pero cantaba en rock; así fuimos entonces, medias tintas. Recuerdo con gracia que tenía en el techo de mi cuarto el logo Francés y al lado y el logo alemán de la guerra. En las paredes, al Che de un lado y a Janisse Joplin del otro. Claro, la época era de contradicciones, de ir y venir, así como se baila merengue, que también aprendí a bailar. A mi amiga la llamábamos, “Rosa la candelosa” por la forma en que movía las caderas. Fue buena maestra de baile.

En la universidad, un grupo de seis, encontramos unas raíces de un árbol, fresco, con grama, aislado, seguro y en frente del Rectorado. Recuerdo que alguien llevaba una guitarra, y cantábamos hasta quedar afónicos. No sé qué cantábamos; quizá la casa del sol naciente, con letra inventada por nosotros. No recuerdo las letras, pero atesoro el momento, la celebración de cumpleaños con torta, los acuerdos, la empatía, la tolerancia. Uno de ellos era un presumido en matemáticas, y además su carrera era de 4 años y la mía de 6. Lo llamábamos el “hiperboloide de revolución” . (Luego supe que se mudó a Argentina y habla de Che…)

Ese ciclo cerró y no lo olvido, con la música de Aranjuez y del Gentil Hombre. Teníamos 72 horas sin dormir terminando un proyecto final. Gustavo, compañero de equipo, nos llevó al estudio del padre y en unas tumbonas, cerramos los ojos por media hora. Tatatantatanta ta tatatá… ahí si recuerdo música y su magia, quizá porque eso estaba como más cerca de los cantos gregorianos, que una salsa de Oscar de León, que también bailé y canté. (Me llamaban entonces, canto gregoriano)

Los años siguientes era el “dueño del mundo”, el mejor, el incomparable. Era además esgrimista y arquero. Dos deportes que se juegan en soledad. Quizá era lo que necesitaba para ver adentro y buscar la magia perdida. Los grandes amores. No como mis mejores amigos, que se casaron colocando “epitafio” en su boda, sino más bien como letras que recuerdan a la acción. Pedía cosas locas, como que lloviera café, o las arias cantadas por una mujer griega que vive en Francia de apellido Mouskuri. La que mas, del mundo mundial, es “Nessun Dorma” cantada por cualquier tenor. Turandot en su agonía nocturna, clama por conseguir el nombre de su amada porque al alba, perderá la cabeza. Nadie duerma además, era el eslogan de las noches de insomnio al estudiar arquitectura. Hoy, no me arrepeiendo de casi nada, ni de haber quemado neuronas propias, para satisfacer el ego ajeno.

La vida te da limones; aprende a hacer limonada. Una amiga del trabajo, se iba a casar (fallido tiempo después) y decidimos prepararnos y cantarle “la pulga y el piojo se quieren casar”. (Muy apropiada) Ya había comenzado a aprender a tocar cuatro, y el jefe de la oficina lo contrató para aprender cuatro y arpa. Así nació un grupo musical de navidad que empezaba a practicar el 1 de julio y terminaba el tocar el 6 de enero. Fuero años y años, muchos, y siempre los mismos. Era un club de unión por la música. Como no canto muy bien aprendí a a tocar tambora y furro, y ese era mi papel. Cuando calentaba la voz, trataba de hacer una segunda, pero eso no es fácil. Así, con mi burrito sabanero descubría que la virgen era andina y San José de los llanos, que la casa donde nació Jesús,  tiene cuatro esquinas, e invitamos por si acaso, algún vecino nos quiere acompañar…

Cantar aguinaldos en Julio, fue maravilloso. Cantarlos en diciembre, fue extraordinario. Ya todos estamos por el mundo: Francia, Barcelona, Venezuela, Florida y el cielo. Y todavía cada quién a su manera, los canta. Yo hoy, con mi cuatro, haré lo mejor posible (aunque mi repertorio sea limitado)

 

Alberto

Tema de diciembre 2022


 CEC

Club de Escribidores de Caracas

Diciembre 2022

Host: Doña Yvetti

Tema: Los aguinaldos de nuestra vida


miércoles, 14 de diciembre de 2022

HACEEDORES DE NAVIDAD

 

HACEEDORES DE NAVIDAD

 

En la inmensa convulsión del mundo

En la marea orgánica y tóxica de sentires

En el fuego cruzado de la guerra

En la avalancha de la humanidad oxidada

En la cripta abierta del odio

En el terremoto emocional

En el volcán oscuro de las sombras

En las manos que ahorcan

a los frágiles del mundo

Se erige inmenso y liviano el AMOR

 

Está una marea humana

Ensanchando su pan a otras bocas

Están las manos juntando su cosecha

Está el terco abrazo disolviendo penas

Están las palabras amortiguando

el dolor que hiere y quema

Están las luces encendiendo ojos ciegos

Está la inmensidad del cielo

cobijando, azulando la orfandad

Está la naturaleza divina

en la portada del libro de la vida

 

Hoy, mis haceedores de Navidad son Uds

Magos inmensos de la alegría

La sacan desde la manga vertical de sus almas

Desde los aerolitos de sus venas

Nunca los abrazos son más abrazos

Ni la palabra más ancha

cóncava y convexa alojando corazones

Nunca la risa más envuelta

en los bucles del alma

 

Hoy, Uds, mis amigos reverdecedores

Son mi lluvia, mi sol, mi abono espiritual

La fotosíntesis perfecta para el amor en duelo

Hoy, son los mágicos haceedores de mi Navidad…

 

Gudelia Cavero Hurtado

 

 

martes, 13 de diciembre de 2022

Mi Soundtrack Navideño/ Cesar Yacsirk

 


La navidad es sin duda un período del año con muchísimas aristas. Con muchas formas de verla, de abordarla, de quererla o detestarla. Creo que no admite puntos grises.

Sin embargo, es un atrevimiento tener una posición diferente al colectivo. Nuestra cultura permite poco el disenso.

 

Al que tiene un punto de discordia es etiquetado como “Grinch” personaje que acumula en secreto muchos adeptos. Muchos de ellos los verá usted agitando las palmas ante cualquier aguinaldo con rostros de… ¿Qué hago yo aquí?

 

En su defensa, debo clarificar que el grinch no odiaba la navidad. No le gustaban ciertos comportamientos de su pueblo en navidad.

 

En esta línea de pensamiento, escucho una serie de canciones “navideñas” que me confunden.

 

Antes de arrancar les comento que en la costa colombiana la música navideña es  pm hasta las 11:59 pm. A las 12:01 am empieza la champeta y el carnaval.

 

Empecemos. De los aguinaldos nunca he podido entender que hace un burro sabanero camino de Belén.  Allá hay jumentos, pero no son sabaneros. O sea, para que irse a Belén montado en un pobre asnito cuando esa vaina queda burda de lejos.

 

Los animales nunca han salido bien parados. Hay una pobre cabra discapacitada a quien la maltratan los chicos y no podía defenderse. Pero ahí bailamos el pasito tun tun: dos a un lado y dos al otro sin pensar en el pobre animalito. Peticiones desconsideradas como solicitarle a un colibrí que me lleve a cortar las flores. ¿Alguno ha visto el tamaño de un colibrí?

 

La campanita del “Din, Din, Din” tampoco me ha hecho sentido. Si yo estuviera camino al lugar de nacimiento del redentor, no estuviera pendiente de una campanita,  pero sí de pasajes, pasaportes, vacunas, chaquetas, maletas y váuchers de hotel. Este último de suma importancia ya que si a los padres de Jesús los mandaron a un potrero, que quedará para cualquier hijo de vecino.

 

La cosa se pone agresiva cuando unos niños con voz cálida me obligan a respetarles su fiesta tras la amenaza del uso de la fuerza con un cañón. Me suena a las fiestas de barrio en cualquier época del año.

 

Si paso a las gaitas, la confusión es aún mayor. No entiendo porque debo festejar en navidad el hecho que alguien haya ido a Barranquilla y se haya enamorado de una lugareña. O la alusión claramente sexual de María la Bollera. Algo así como la liberación de mis restricciones intimas para gritar a todo gañote un grito a lo prohibido.

 

Entiendo aún menos los inductores de depresión o la invitación a la victimización. Mas de uno lo mandaron a la porra con “Sin Rencor”, cosa que no se habían dado cuenta y solo después de muchas entonaciones, entendieron que se habían quedado sin pareja.

 

Otra tétrica es aquella que se pregunta quien se ira a poner sus 9 pantalones en lugar de comprar más prendas de vestir o irse a la vida eterna sin reparar en pendejadas terrenales.

 

Están los inductores del sueño. Niño Lindo no me dejaba pasar de “ante ti me rindo” sin espetar un ronquido. O “Noche de Paz” cuya versión propia en un organito eléctrico, duraba como 10 minutos por mi inexperiencia.

 

Capítulo aparte están otras piezas como “5 pá las 12” , “Yo no olvido al año viejo” y la oda a Marcos Pérez Jiménez, pieza que me explica el inconsciente colectivo que nos trajo a esta situación.

 

Mi soundtrack navideño son todas las canciones de todas las épocas. Disfruto tanto las canciones navideñas (locales y foráneas) , bailables, baladas, rock hasta los terrícolas.

 

La navidad me suena a Monopolio hasta las 6 am, o series adictivas en Netflix. Me suena a vernos, tocarnos, actualizarnos los cuentos y repetir los de siempre. Me suena a comer en la mañanita del 25 de diciembre o del primero de enero, las sobras de la cena anterior.

 

Me suena a hallacas y bollitos hasta febrero. A finales e inicios. A muerte y vida

 

Ponga usted la pieza musical que desee, la vamos a disfrutar de seguro.

 

Cesar Yacsirk

Club de Escribidores de Caracas.

Diciembre 2022

Tema: La historia de mi aguinaldo o gaita preferida