miércoles, 28 de octubre de 2020

Octubre del CEC/Jesucita Peters

 Autor:  Jesucita Peters S.

Octubre 2020

”Que aventura sueño, quiero y/o voy hacer antes de que se acabe el 2020".

En lo que vamos del 2020 me hace recordar cuando comenzó el mismo, en dónde,  yo lo consideraba como un año mágico en el cual lo asociaba con la mayor nota de pase de nuestro ámbito educativo  y por ende creí que sería excelente,  es decir, la máxima nota. Pues bueno, nada más alejado de la realidad.

Mis aventuras y sueños donde podemos poner en juego nuestra imaginación para lograr todo lo deseado.
Mi sueño asociado a mis anhelos de poder irme a reunir con mis hijas y nietos, rezo todos los días para que se cristalice este deseo, para poder rociar todo el amor que mi corazón guarda hasta este momento,  me imagino tomando en mis brazos de abuela a mis nietecitos cuanto amor por dar, ese amor incondicional lleno de paz, armonía y sabiduría por entregar , nunca  pensé que esta cuarentena (no sé por qué llamarla así  ya  van más de 40 días ) me haría cultivar tanto la añoranza, la empatía,  dejar ir y soltar lo que no puedo cambiar. Ha sido un refugio para la introspección y auto conocimiento para crecer como persona.

Otra aventura que deseo hacer antes de que termine el 2020, es irme a la playa y disfrutar el sol y sentir el viento acariciando mi piel, siempre he pensado que es una de las formas de sentir a Dios cerquita de mí, cuando el viento me acaricia. Jugaré con la arena y construiré mi Castillo en la playa en el cual me refugiaré con todos mis seres queridos, 
que alegría  sentir sus abrazos y besos para celebrar la vida.

Otro sueño que espero hacer antes de terminar este año, es aprender a montar bicicleta, como dicen que no hay edad para aprender, espero hacerlo cuando mi pierna derecha este más fortalecida, que tal, no hay límites para la imaginación.
Deseo hacer una fiesta de disfraces en  dónde mis amigos y yo nos pongamos los disfraces más estrafalarios y darnos el permiso para hacer todo lo contrario a las normas establecidas.

Quiero ir a un parque de diversiones y montarme en todos los aparatos y disfrutar por demás comiendo algodón de azúcar, humm que rico.
Me imaginó estar en un concurso de  abrazos para sentir como nunca a otros seres humanos y escoger aquella persona que me transmita paz, sosiego, ternura, armonía y calidez.

Pero como lo mejor está  por venir haremos nuestra reunión de escribidores en el "Santo Secreto " con el permiso de Luis.

Hay que romper las copas para cerrar el 2020

lunes, 26 de octubre de 2020

/Oct 2020/ Ángel Ceballos

 

FALTAN 12 FINES DE SEMANA PARA TEARMINAR EL AÑO.¿QUE AVENTURA QUIERO Y QUE VOY HACER ANTES QUE TERMINE EL 2020?

Apreciados, “lápices rocheleros”, menuda pregunta, la que Yvette nos puso, después de confrontar el “cisne negro” que apareció sin “anestesia”.

Por un lado, en lo que va del año, mi vida ha sido una aventura total, de cosas que nunca precisé vivir. Por ello, me declaré “Un coleccionista de aventureras”,  buscando caminos y en ese caminar me encontré que se abrió un “PORTÓN”,  que para algunos pudo ser un“infierno”,exacerbado deproblemas y tendencias tétricas del planeta quenos abate y nos expone a un nivel de incertidumbre agobiante, y para otros, se abre un “PORTÖN” deun “paraíso de luz”, con caminos fértiles para “sembrar” y “cultivar”  futuro con Confianza y “Consciencia social”.¿Están de acuerdo conmigo? No importa, si leyeron mi escrito de septiembre, sabrán que me pasó y porque lo estoy apreciando de esa manera.  Todo mi devenir ha sido producto de todo lo que yo les confié en una escritura la cual no voy a abundar para no abusar de su atención, está en el Blog del club.:

En crisisanteriores del mundo luchamos contra las personas, (Nazis, rusos) y los vencimos, pero nunca nos hemos enfrentado contra la naturaleza, (Bolívar fue uno). Ella es química, biológica y física.  La pregunta que deambula hoy en todos los rincones del universo es, ¿Como será el mundo después que TODOS volvamos algún tipo de normalidad? ¿Tendrá la vacuna el poder de llevar las “aguas” a nivel de supervivencia consciente?Yo creo que NO. ¡Todo cambió para siempre!, pero para mejor!se los aseguro donde la capacidad de adaptación y responder al contexto que operaremos en nuestro círculo de influencia será el mayor desafío a vencer.

 

Ahora, al grano. ¿qué voy o pienso hacer antes que termine el 2020?, para mi es muy fácil describirlo, con toda mi “mochila” llena de tantos hallazgos impredecibles, positivos y negativos con nuevas iniciativas o procesos que me quitan más de 12 horas al día, con ganas de que mi pana “MihalyCsikszentmihalyi“ me acompañe y viva conmigo  ese espacio de “flujo” aprendido y deseado.  

Para mí el “Covid-19” ha sido una especie de “suero de la verdad”, como lo llama el ruso “MikhailShishin”, una prueba para validar la fidelidad de nuestra propia verdad y medición de nuestra coherencia entre lo que pensamos, decimos y actuamos. Como dicen mis panas psicólogos positivos, un proceso para vivir un crecimiento postraumático, donde uno no solo logra sobrevivir y resistir, sino que además se opera un cambio mejor respecto a aquella en la se encontraba antes de llegar este “cisne negro”. ¡COÑO! Siendo ingeniero, estoy hablando como un profeta de la PP, ¿verdad?

Bueno entremos en el tema y como en todo año, en el último trimestre uno comienza a hacer un balance de todo lo que ha construido en el año, que,en nuestro caso durante la pandemia, para valorar lo que se aprendió y lo que valió la pena construir para proyectar el año siguiente, con el o los escenarios que ilustren caminos prospectivos de realización.     

Bajo esta premisa, comenzaré a compartir mis respuestas, con la “esperanza” que celebrar, que lo que he hecho tiene sentido, independientemente de cómo resulte. Esto me recordó citas del expresidente humanista checo, Vaclay Havel, que lo admiro como una referencia existencial y quien define que la “esperanza es un estado de ánimo, no del mundo y en este sentido profundo y poderoso, donde acierta que no es lo mismo que la alegría que las cosas vayan bien o la voluntad de invertir en la vida que obviamente se encaminan hacia el éxito, sino más bien es la “capacidad de trabajar por algo porque es bueno para la humanidad”.Parece mentira, pero esta sutileza cambia el sentido. Quizás el convertirme en rotario en Colombia, se me ha generado ese sentimiento de servir sin esperar nada a cambio, que es uno de los dos valores instrumentales de ese club de alcance mundial. El otro es la Amistad, vista como un espacio donde se deja a un lado las formalidades y posturas para encontrarse en un plano común sin tener en cuenta las categorías y/o posiciones, tal como uno se siente en nuestro club de “lápices danzantes”. “Siempre que el ser humano mantenga su mente abierta y se concentre en el presente, con su consciencia amistosa nunca será un viejo en realidad” 

Durante este último trimestre lo que pretendo hacer es reconocer y celebrar al “sentirme” y estar más consciente de las señales del universo y que lo que puedo hacer para no “morir en el intento” ha sido crucial y tiene el mayor significado para lo que vinimos hacer en este mundo, que no es otra realidad que a seguir el legado de nuestros ancestros o linaje de ser seres felices con las verdades que uno mismo teje y construya, pero basadas en principios y valores instrumentales y de resultados.   

“Plumas encantadas”, yo pienso y cada día lo confirmo, que este año ha sido por todo un espacio “activo dinámico y circunstancial” de aprendizaje profundo para conocernos, “sacudirnos” y activar la conciencia para darnos cuenta del POTENCIAL y DONES que nos dio el universo, y que por nuestras “incompetencias aprendidas y aceptadas” nos hacen claudicar, buscar culpables y hasta reafirmar para algunos que no vale la pena seguir viviendo.

“Socios de escritura pretenciosa”,hay demasiada gente en el mundo tratando de vivir una vida que no es la suya, bienporque siguen la estela de sus padres o porque quieren cubrir las expectativas que lasociedad exige y tiene sobre ellos.Oscar Wilde fue un maestro del individualismo bien entendido. “No se trata de vivir de espaldas al mundo, sino de relacionarnos con él como lo que es cada quien: ¡un ser único, irrepetible y genuino”. ¡Practicando y compartiendo la “honestidad emocional” del espíritu!

 

¿Qué voy hacer la terminar el ¡prodigioso!  2020?,                                                       he aquí una lista sin orden preferencial:

·        Revisar a mi closetde múltiples apegos, reorganizarlo con lo esencial y regalar a muchos que lo necesitan; vestimentas, zapatos, corbatas, chaquetas, etc., que tienen más de 12 meses sin uso. Hay algunas piezas que hasta “Moho” le descubrí. ¡Esas salen sin mirar atrás! 

·        Comprar un Disco Duro externo (no me confío de la nube, vainas de viejo ¿verdad?) y almacenar todo el disco del Laptop que tengo para iniciar el 2021 con un “vestido nuevo” y liviano de lo que tenga sentido para co-construir el bienestar y sustento necesario para vivir en balance.

·        Viajar al imperio “mesmo”  a reunirme con mis 3 hijas/yernos, nietos, socios y relacionados que han sido una iluminación en mis reorganizadas creencias. (no son munchas)

·        Aprender a bailar “Jerusalem”, el nuevo orden musical viral nacido en África, (https://youtu.be/11e4sW-Q4Ns)  cuya energía de sincronización eleva el espíritu y los 5 sentidos. Practíquenla.

·        Celebrar mi cumpleaños “capricorniano” con mi familia para preparar maletas para mi regreso con la “pilas cargadas” para vivir el año de “cosecha” de todo lo que sembré en el campo “fértil o infértil” de la pandemia.

·        Y porque no pensar y pedirle al creador “que habita en mi” que me permita celebrar lo más preciado que un ser viviente tiene en su existencia como es la “LIBERTAD para viajar a mi país para celebrar la nueva libertadincondicional, ahora que se usar el “espejo” para reconocer quienes son responsables del cambio.

·        Y hermanos de “pluma fácil” no puedo dejar de desear tener un espacio y el privilegio de abrazarlos a todos, en persona, con la pana ZOOM de vacaciones, para “cargar las baterías emocionales” de la amistad incondicional que hemos profesados.

       Creo que para iniciar el 2021, tengo bastantes pretensiones para un ser con ganas de vivir en su legado, pero conscientemente que todo lo descrito es posible siguiendo la máxima de Henry Ford.

“Si crees que puedes o crees que NO puedes, estarás en lo correcto”

¡Feliz y Promisorio 2021!

domingo, 25 de octubre de 2020

¿Que aventura o sueño voy a hacer antes de que termine el 2020?/ María Elena Garassini







¿Qué aventura o sueño voy a hacer antes de que termine el 2020?

 

Tengo  la dicha de disfrutar mucho pasear en medio de paisajes llenos de verde y naturaleza, y me gusta mucho caminar (hacer tracking) y montar bicicleta.Como muchos saben, en este momento vivo en la cuidad de Bogotá, una ciudad andina, a 2.630 metros a nivel del mar con un clima relativamente frío oscilando entre 14 y 23 grados, con alternancia de días nublados, lluvias y sol durante todo el año. En Colombia la apodan la nevera. Para los bogotanos, que se autodenominan “rolos” y los del resto del país llaman “cachacos”, planear una vacación en el país, es sinónimo de ir a “tierra caliente”, en fincas, pueblitos, ciudades más cálidas donde se pueda andar en manga de camisa y bañarse en piscinas, ríos o cualquier agua que los refresque del calorcito.

 

Mi esposo y yo, que estamos, como todos en cuarentena, pero trabajando virtualmente, sentándonos todos los días de la semana frente a un computador para atender reuniones, seminarios y miles de requerimientos y en mi caso muchas horas de clase y de consulta, soñábamos, cuando abrieran las fronteras internas, entre los departamentos en Colombia, poder viajar juntos y escaparnos para una vacación. Decidimos además que sería mi regalo de cumpleaños, que es el 7 de octubre.

 

A principios de octubre se abrió la circulación y planificamos ir a Barichara. Conversando con amigos decidimos quedarnos en una rica posada en las afueras de Barichara que se llama Macedonia y es una preciosa casa colonial, que antiguamente era una finca de la zona.

Emprendimos el viaje la mañana del  jueves 8 de octubre. Nos hacía mucha ilusión viajar en carro hasta Barichara, porque nos habían dicho que los paisajes hasta allá eran muy lindos y efectivamente así fue. Llegamos a las cercanías de Baricharapor una carretera donde nos paramos a almorzar en un picadero donde teníamos una vista preciosa haca San Gil, que es una ciudad vecina, donde ofrecen muchas actividades de outdoors como rafting, tirolesa, caminatas y excursiones. Ya se sentía el calorcito y nos ofrecieron de beber “refajo”, es una bebida refrescante, muy popular que toman los colombianos y es una mezcla de cerveza con postobon ( un refresco similar a la colita). Nos trajeron una jarra y nos supo a “gloria”, comenzaron las vacaciones. Disfrutamos el paisaje , la bebida y el almuerzo que fue un plato típico santandereano con carnes variadas como sobrebarriga, carne oreada, cochino y pollo con ensalada, yuca y arepa.

Partimos hacia la posada Macedonia y llegamos como en 40 minutos. Un lugar hermoso , donde nos recibieron súper amables, y su dueño el señor Ariel nos contó sobre la hacienda y como fue remodelando para convertirla en una posada. Cansados del viaje, dormimos un rato siesta y después nos fuimos a conocer y pasear al pueblo de Barichara, con sus hermosas calles de piedras, iglesias, lugarcitos para comer y su plaza central.

Caminamos un rato en el pueblo mientras se nos hizo de noche. Pasamos frente a la catedral donde estaban dando misa y no pude evitar asomarme desde una entrada lateral a sentir la serenidad del culto donde muchos dan gracias por lo recibido, lo menos que yo podía era hacer lo propio. Seguimos caminando para encontrarnos con otra pequeña iglesia muy bella frente a la cual nuevamente dimos las gracias.

Frente a la plaza entramos a una panadería donde todos los panes que hacían estaban en una gran vitrina y vimos unas foccacia y unos pancitos integrales que se veían divinos. Nos regresamos a la posada, conversamos un rato con el seño Ariel  y allí sacamos cositas ricas para picar y  probamos la foccacia, que estaba sencillamente “deliciosa”. Dijimos que al día siguiente debíamos regresar por más.

El segundo día nos levantamos y desayunamos muy rico en la posada, donde cada pareja o familia de huéspedes tenía asignada una mesa cerca de su habitación.

 Al terminar de desayunar nos alistamos para hacer un paseo en bicicleta donde rodaríamos hasta un pueblo que se llama Villanueva y recorreríamos sus alrededores. Rodamos 5 deliciosas horas cruzando sembradíos de maíz y tabaco que siembran de manera combinada en todas las haciendas. Unas vistas preciosos y un rico sol nos acompañó todo el camino, haciendo que llegáramos como si hubiésemos pasado un día de playa.

 Llegamos a la posada como a las 2:30 de la tarde, nos dimos un duchazo y sacamos varías cosas ricas para almorzar al lado de la piscina de la posada y después darnos un chapuzón.

 Estuvo delicioso el almuerzo y el chapuzón. Al salir de la piscina nos dimos cuenta que estábamos exhaustos y “tremenda siesta”. Al caer el día nos fuimos a Barichara a un restaurancito en una terraza, donde estábamos los dos solos y atendió un agradable y amable mesonero que nos contó del pueblo y de los lugares para salir a a hacer otros paseos. Regresamos a la posada , vimos un capítulo de una serie que nos tiene atrapada de Netflix que se llama Borgein y el agotamiento del paseo en bici nos hizo dormir profundamente.

 Al tercer día decidimos hacer una caminata desde Barichara hasta un pueblo que se llama Guane. Nos contaron que había un camino real que utilizaban para el traslado del tabaco y que estaba señalizado desde donde salir. Nos levantamos, desayunamos y nos alistamos para nuestra caminata, con ropa apropiada y mucho protector solar, porque el día de ayer nos había advertido del sol radiante. 

Antes de empezar la caminata para Guane queríamos conocer el mirador del Salto El Mico, que nos habían dicho que tenía una vista preciosa sobre el valle y donde había que tomarse una foto en el peñón. Llegamos, disfrutamos la impresionante vista e hicimos lo propio tomándonos la foto. De allí nos dirigimos con el carro al punto de partida del camino hacia Guane.

 Iniciamos una maravillosa caminata por el camino real con unos paisajes preciosos y nuevamente sembradíos de maíz y tabaco. Después de una hora y cuarto de subidas y bajadas de montaña llegamos a Guane, totalmente felices de la caminata pero totalmente acalorados y deshidratados. En la primera esquina del pueblo había  un abasto donde nos compramos dos gatorade fríos que nos volvieron el alma al cuerpo y nos dieron energía para seguir.

Guane es un pueblito precioso con su iglesia, su plaza (que estaban remodelando), y la gran curiosidad, un museo paleontológico, a cargo de la curia del pueblo. Lamentablemente estaba cerrado por las remodelaciones en la plaza y la cuarenta, pero le pasamos por enfrente y la fachada es muy linda.

 Al final del pueblo hay un mirador precioso donde se ve,raudaloso, el río Suarez y dos pueblitos en la montaña del frente. En ese punto los turistas , como nosotros disfrutamos de la inmensidad de estos parajes con grandes formaciones montañosas que nos recuerdan que somos parte de la naturaleza.

 Iniciamos el retorno, caminando de nuevo hacia Barichara, haciendo de vuelta el camino real, con las mismas hermosas vistas, pero desde otro ángulo, y el mismo catire en el cielo acompañándonos implacable. Al llegar al pueblo y al carro, una cava con hielo nos permitió refrescarnos con agua helada. Al volver el alma al cuerpo dije, estamos en el pueblo, vamos a la panadería a ver si tienen foccacia. Felizmente estaban recién hechas y compré unas cuantas.  De regreso a la posada, un baño delicioso y una gran picadera deliciosa en los alrededores de la hacienda. Agotamiento, siesta y de nuevo al pueblo de Barichara a un pequeño restaurante donde nos tomamos unas sopas deliciosas y nos sorprendieron en el menú con tequeños venezolanos. De nuevo a la posada , nuestro capítulo de Borgein y sueño profundo.

Al tercer día decidimos hacer otro paseo en bicicleta en una ruta que Juan había trazado saliendo desde Villanueva y recorriendo las montañas de alrededor. Nuevamente parajes preciosos, esta vez muy metidos dentro de las montañas. En medio del paseo nos paramos a hacer una merienda a la sombra de unos árboles, para además hidratarnos y descansar un poquito.

 De nuevo a rodar para regresar a Villanueva. Recorrimos un nuevo trayecto como por casi dos horas y llegamos al pueblo, lleno de gente, también un grupo de ciclistas que venían desde Bucaramanga y coincidimos en la licorería donde comprábamos cerveza y postobón fríos para refrescarnos con refajo. Una delicia que nos permitió montarnos de nuevo en nuestras bicis para llegar hasta el carro y enrumbarnos a la posada para seguir nuestro ritual y disfrutar de la bella hacienda Macedonia y una excelente conversar con su dueño el señor Ariel.

 

 Nuestro cuarto y último día de paseo decidimos pasear en carro y conocer dos lugares que nos habían recomendado: el cañón del Chicamocha y la cascada Juan Curie.Nos levantamos y desayunamos en nuestra mesita asignada y nos enrumbamos hacia el norte por la carretera camino al parque del cañón de Chicamocha.

 Como siempre los paisajes muy bellos hasta llegar al parque, donde nos montamos en un teleférico que baja hasta el valle con el río y vuelve a subir hasta la montaña del frente donde está la estación Mesa de los Santos. El recorrido en el teleférico es precioso de ida y de vuelta.

Salimos del parque del cañón de Chicamocha rumbo Sur, para llegar y atravesar San Gil y seguir hacia la cascada de Juan Curie. De nuevo carretera con  vistas hermosas hasta que llegamos a la entrada del parque donde, después de una caminata de unos 20 minutos por un camino que te va adentrando a la montaña llegamos a la hermosa cascada de Juan Curie.

 

Como era lunes festivo, había muchos grupos de personas disfrutando de mirar la casada, bañarse o más bien mojarse los pies y chapotear en el poso y unos osado haciendo rapel desde la cima. El lugar es realmente hermoso y da cabida a todos los visitantes con su agenda. Disfrutamos un rato de esa belleza natural, nos mojamos los pies y ya iniciamos el retorno a la posada, al acecho de un lugar para almorzar.

 

En la carretera montañosa habían muchos lugares de ventas de artesanías y frutas. Juan apasionado de las frutas quiso pararse a comprar algunas para llevárnosla a Bogotá y fue atendido por Jhon Jairo que quería venderle toda la frutería.

 Pasamos varios restaurancitos a orillas de carretera , pero todos full , por ser lunes de fiesta y el hambre “in crescendo”. De repente apareció un lugar muy bonito y con poca gente y dijimos, “ a probar suerte”, gracias a Dios, creo que era nuestro regalo de despedida, la comida estuvo divina y de postre algo muy típico, queso con panela derretida y obleas con arequipe. En el local de al lado vendían potes de barro y compramos unos de recuerdo y para sembrar unas maticas en la casa.Ya de vuelta al hotel como a las 5 pm, agotados también pero felices del día de paseo. Ya en plan recoger , despedirnos y agradecer todo lo vivido.

Termino mi escrito respondiendo al título de este escrito ¿Qué aventura o sueño voy a hacer antes de que termine el 2020? Quiero poder seguir paseando y disfrutando de la naturaleza a pie, en bici y en carro, tal como lo hice en este maravilloso viaje.

 

María Elena Garassini


La honestidad, en 12 semanas

 Este año, como generalmente suele suceder, me invitaron a dictar la materia de coaching en el diplomado II de Psicología Positiva, aunque estamos en cuarentena. Lo hicimos por vías digitales, con un número reducido de personas que habían comenzado en formato presencial en febrero, y quería terminar. Éramos 10, conmigo. Como es usual, les pedí como acordamos en la programación, que hicieran el test VIA de las fortalezas de carácter ya que el coaching positivo e indagativo, se apoya en el  PERMA, por un lado, y en la ontología del lenguaje, por el otro. De ese “maridaje” es que `podemos acompañar a otros a superar sus creencias limitantes, barreras, y juicios maestros, (como los llamamos)

La tarea, tenía que ver con un darse cuenta de dónde estaban la vez anterior, comparado con los nuevos resultados del test. Se les pidió que analizaran  que había pasado en el cambio, si había sido intencional, si se pueden mover las fortalezas, y si tuvo que ver la pandemia con los resultados.  Es asombroso que el 90% de nosotros, o sea 9/10, manifestamos que había aparecido entre los primeros 3 puestos, la fortaleza de carácter de la honestidad e integridad. ¿Interesante, no?  Si bien es cierto que esta muestra no representa a ninguna población, es cierto también, que es casi la totalidad de los estudiantes del diplomado. La única persona que faltó, manifestó que había aparecido la espiritualidad.

Cada uno de nosotros destacamos ideas atribuibles a las causas, por medio de las cuales, pudimos haber desarrollado tal fortaleza. ¿Qué tiene que ver la cuarentena, el encierro, la limitación de libertad, con tales resultados?. Pues manifestaron que hubo tiempo para pensar, para encontrarse, para darse cuenta de lo que estaban haciendo antes y de enfrentarse a variados retos que los acercaba a su razón de ser o como dice Raví Shankar, a su propósito vital.

En mi caso, llevo los resultados del test VIA desde el año 2014, y ahora tengo el cuidado de hacerlo cada seis meses. Entonces, y al menos desde el año mencionado y en mi caso, pudiera hablar del movimiento de la honestidad. Esta fortaleza entre los años 2014 al 2017, ocupaba el puesto 14/24. Fue en los años 2018-2019 y 2020 que ocuparon los puestos, 4, 2, y 1, respectivamente. Ya era una tendencia que se reforzó en lo que nos pasa y de cómo nos vamos haciendo cargo.

Dice el test VIA acerca de la honestidad:

“Soy honesto conmigo mismo y con los demás, trato de presentarme y presentar mis reacciones con precisión a cada persona, y asumo la responsabilidad de mis acciones”.

Cuando uno lee la cita anterior puede descubrir además, que hacerse responsables de las acciones, tiene que ver con el origen de todo:  las emociones. En ingles son “e-motions” o la energía que mueve. Habla entonces del desarrollo de la inteligencia emocional. También habla de la honestidad en doble vía para ser congruente. Pero, ¿es posible ser honesto con otros y no serlo con uno mismo,y  a la vez?. Pareciera que llega empaquetado. Probablemente  en mi caso, ser honesto conmigo mismo traiga como consecuencia la honestidad con los otros.

Completa el VIA acerca de la honestidad:

“Cuando eres honesto, dices la verdad. En términos más generales, se presenta de una manera genuina y sincera, sin pretensiones y asumiendo la responsabilidad de sus sentimientos y acciones. Eres una persona íntegra, eres quien dices ser, y actúas consistentemente en los dominios de tu vida en lugar de ser de una manera en la comunidad y de una manera completamente diferente en tu familia. Como resultado, cree que está siendo constantemente fiel a sí mismo.

Esta fortaleza implica representar con precisión sus estados, intenciones y compromisos internos, tanto pública como privadamente. La fuerza de la honestidad a menudo está relacionada con la auto concordancia, la medida en que sus objetivos representan con precisión sus intereses y valores implícitos. La honestidad permite que las personas asuman la responsabilidad de sus sentimientos y comportamientos, se apropien de ellos y obtengan beneficios al hacerlo.”

He marcado en negrilla los términos que me han parecido tienen que ver conmigo mismo. En primer término, es acerca de la verdad. Para ser honesto, puedo reconocer que no la tengo, o que la puedo compartir con el otro. Así, decir la verdad es decir lo que sientes, que a la larga se traduce en poder ser empático con las personas y mucho más allá, en la fortaleza espiritual, ser compasivo. El otro lado de la verdad pudiera ser la mentira. La mentira tiene que ver con las creencias limitantes y de los “cuentos que nos contamos” para poder encajar en el mundo que nos tocó vivir, tiene que ver con supervivencia. La verdad se antepone, en el sentido de aceptar y dejar de mentir(se).

 Otro elemento es, ser coherente. Somos cuerpo, alma y espíritu según la doctrina judeo cristiana, pero somos una maravillosa triada según la ontología del lenguaje formada por el cuerpo, las emociones y el  lenguaje. Ser coherente, sin duda, es ser honesto. Se aprende a ser “coherentemente honesto” con las tres. En esa “honestidad” podemos desarrollar un cuarto pilar que se integra, que es lo espiritual: la consciencia del ser, la sintonía con el universo, la comunión con Dios. Entonces podemos ser “espiritualmente honestos e íntegros”.

Por último, subraya lo que antes he expuesto: el hacerse cargo de las emociones y sentimientos. Es el mismo ciclo al final; que de las emociones se generan las acciones, que generan aprendizajes que se constituyen en el ser, y desde donde somos capaces de emocionarnos para generar acciones, todo en un ciclo o bucle interminable de generación de lo que somos y como actuamos. Como dice la traducción, se trata de ser genuino, honesto e íntegro. La honestidad es un rasgo del valor de la virtud de la valentía, y es lo que voy a seguir haciendo las próximas doce semanas hasta que termine el año, y el otro…

¿Cómo se activó en mi caso?. En el año 2018 comencé con la fotografía, una maravillosa herramienta de observación. Se aprende a mirar hacia afuera, desde adentro, pero con la seguridad que nos estamos observando. El ojo que mira no es distinto a la mirada de la foto tomada. Uno mira las cosas desde lo mucho que tiene de algo. Así podemos mirar el amor,  la compasión, el respeto, y  la humildad en otros, quizá desarrollando esas mismas características. La mirada evoluciona con lo capaces que somos de ver en otros, lo que tenemos en nosotros, y que quizá, no hemos abrazado aun.

También pudo influir el hecho que esos años, estuve en las “tablas”; con  más de 10 veces en ellas. Mostrarse a otros desarrolla la capacidad de vernos a nosotros mismos. Pensar en el otro, en lo que quisiera escuchar que uno le pudiera decir. Es la magia del devenir, donde ponemos a favor nuestras fortalezas para caminar, crecer y avanzar; es descubrir  nuevos mundos. Es algo así como aquella lámpara de aceite que al calentarse, hacía que las gotas azules de aceite, subieran al tope para luego  bajar y empujar a las del fondo a que subieran. Al final es un maravilloso ciclo interminable de aprendizajes que se realimentan.

Por último, quería agregar la reflexión que ya he compartido con ustedes, sobre el miedo; el miedo irreal, el que paraliza por excesos de futuro. Yo uso una expresión que me ha dado resultado. Así dije en una clase, “humor voy por ti” y llegó al cinco, luego dije en la clase del año siguiente., “Amor voy por ti”, y aparece el amor y la amabilidad entre los cinco primeros. En el 2019 dije, “valor voy por ti”, cuando me di cuenta que el valor me serviría para superar los miedos y avanzar.  Y sucede que cuando uno declara algo, todo se re encuadra,  y a veces, sin darnos cuenta. La honestidad está de primera ahora, mientras que los otros componentes de la virtud del valor, están cercanos al 24.

El amor es la fortaleza maestra de los rasgos de personalidad. Del otro lado, en el mismo continuo, está el miedo, que hemos dicho, es una forma de amor. La honestidad, el hecho de mirarse a la cara, de salir a la calle con lo que eres, con luces y sombras, reconocer a otros y que te reconozcan genuino; ¡eso es valor!

No hace falta ser valiente, en mi caso. Hizo falta solo, ser honesto.

Alberto, 2020

Fuente: https://viainstitute.org/ 

domingo, 25 de octubre de 2020

La aventura de mi sueño de escritura para diciembre 2020

La aventura de mi sueño de escritura para diciembre 2020        

Santiago Porras Rojas                                                     


Aventura la de Ulises en su viaje a Itaca, lleno de experiencias; suceso extraño el de Cristóbal Colón al descubrir que imaginando un viaje a las Indias, por una ruta de incertidumbres y riesgos, escribiría el inicio de miles de historias de otro mundo. 

Hay sueños que se han convertido en aventuras increíbles; previamente rechazadas para convertirse en historias para ser escritas y ofrecer esperanzas a tantos que exploran cómo superarse o perseverar, apoyados en las historias escritas. Preguntemos a Cervantes, Dante, Santiago apóstol o a Elvis Presley, Los Beatles, Alejandro Sanz, Walt Disney, Albert Einstein,   

¿Qué hay de aventura en una escritura?  

Para mí, un hecho excepcional que vive el escritor y a su vez puede suscitar descubrimientos, retos, regalos, sensaciones, aprendizajes, mejoras, locuras y tantas otras que, como tú, que lees mi escrito ahora pudieras agregar.   

Los contrastes de aventuras de mi escritura…

“-¿Leíste el reto de 21 días de Lenguaje positivo que quiero ofrecer por la redes en junio 2020?  

Me contesta Jesús -Tienes un producto muy completo y pudiéramos ofrecerlo a través de nuestra web

-Gracias Jesús; lo revisaré y te lo reenviaré.

Otras conversaciones...

Varios colegas amigos -Santiago, quizá puedas hacerlo más concreto, para que la gente no interprete que es muy complicado el reto.

Surge allí mi sombra, mi ego perfeccionista… y concluyo <<No está listo!....el reto no va por ahora>>.” 


En mi mente sigue viva la inquietud, esta extraña sensación que vive en mí, y que desea transmitir aquellas aventuras y desafíos con los que, gracias al lenguaje positivo, la historia de la vida de otros y la mía han abiertos posibilidades para auto-regular los cuestionamientos desde antecedentes autobiográficos y el optimismo de la conciencia residente.

Sigo adelante y, tal y como escuché decir en una entrevista a Mario Vargas Llosa sobre los previos borradores de una obra, << que son una lucha contra la inseguridad>> (*). Estoy fluyendo ahora en esta experiencia muy enriquecedora de mi bienestar.

Hoy mi aventura gira alrededor de culminar la escritura de el primer libro que escribo para todos aquellos que también, habitando palabras optimistas, positivas, expansivas; acrecienten su ser autobiográfico a fin de fortalecer las maneras de hacer de la vida una aventura excepcional para ser ¡bien vivida!


(*) https://www.lavozdegalicia.es/noticia/cultura/2020/04/07/escritorio-mario-vargas-llosa/0003_202004G7P35991.htm

viernes, 2 de octubre de 2020

Jesucita Peters/ Sept 2020

 

Autor: Jesucita Peters S.

Seis meses después de la cuarentena.

¿Ahora quién soy?


Estos seis meses han sido un subir y  bajar de emociones permitiéndome un sin fin de aprendizajes, los cuales me han permitido darme cuenta de lo vulnerables que somos, por cuanto el comienzo de la cuarentena coincidió con mi quebranto de salud y la tristeza de no poderme ir del país ya que me iba una semana después de la misma, quedándome literalmente con las maletas hechas y perdiéndome  el nacimiento de mi segundo nieto, así como otra serie de eventos familiares entre ellos los preparativos de la boda de mi hija mayor.

Aprendiendo realmente del significado del cultivo de las amistades en momentos de crisis,
allí te das cuenta de quienes  te aprecian  y te apoyan incondicionalmente y el significado de esa palabra de aliento tan importante en nuestras vidas, palabras conseguidas a través del grupo de los escribidores, gracias por estar.

La experiencia de estar enferma me enseño  a cultivar la espiritualidad  y a verme en retrospectiva, pude aprender  del perdón, de la aceptación,  y a soltar las cosas que no puedo cambiar.

Otro aprendizaje importante para mí en estos seis meses está vinculado con la planificación, yo a lo largo de mi vida siempre he tratado de no dejar al azar ninguno de los eventos que de una u otra forma se sucedían, pues  eran rigurosamente planeados en detalle por mí, hoy en día entiendo que uno planifica y Dios sencillamente dispone, en tal sentido, en el devenir de la vida hoy me siento más crecida y el aprendizaje continúa hasta el fin de nuestros días.

He aprendido a aceptar  que  los eventos importantes para mí,  aquellos que involucran toda una confluencia de emociones hoy tengo una manera distinta de aproximarme e interpretarlos  para mi bienestar y los de mis seres queridos. Entre ellas acompañar a mi hija en su boda a través  de internet, nunca me lo hubiese imaginado.

Aprendizajes infinitos haber vivido esta pandemia de la mejor manera con las herramientas con las que cuento y llevarla en armonía con mi entorno y conmigo misma.

Entender el gregarismo del ser humano y cuán importante y necesario es ese contacto con el otro que dábamos por   sentado y que hoy  esta vedado.
Añoranzas y aceptación de la realidad que no puedo cambiar  pues ya no dependen de mi control.

Hoy después de este tiempo entiendo ser mejor persona, me siento fortalecida ante todos estos acontecimientos  para seguir con el autobús de mi vida, ganando  nuevas experiencias para afrontar eventos desconocidos como el covid 19.

¿Y ahora quien soy?

Sigo siendo la misma persona, pero con una seria de aprendizajes acumulados en mi haber, existe un antes y un después de esta pandemia, estamos todos en la misma tempestad pero en distintas embarcaciones para lidiar con ella.

Seis meses después... ¿Ahora quién soy?

 

Este año, 2020, quedará en nuestras memorias y más aún, registrado en la historia como el año de pandemia del coronavirus. Global y casi simultáneamente ha impuesto un cambio abrupto e inesperado en nuestra rutina. Las implicaciones para la humanidad son todavía insospechadas para cada uno de nosotros como individuos. Aunque la pregunta  ¿Ahora, quien soy? que intento responder es personal,  no puedo dejar de pensar que  esta experiencia ha tenido significado e implicaciones diferentes para todos: en algunos casos el reto es demandante y abrumador, para otros, amenazante, otros lo viven como una fuente de oportunidades. Mientras algunos han estado obligados a vivir en confinamiento totalmente aislados, otros han debido compartir permanentemente espacios que otrora estaban la mayor parte del día vacíos. Algunos quedaron sin trabajo, otros han trabajado como nunca. A muchos lo que les ha tocado es  inspirador o los llena de entusiasmo, otros tanto se han juzgado incapaces ante el reto. Muchos salieron a ayudar, otros se aislaron y otros fueron ayudados. Algunos han muerto, otros han luchado, sentido desfallecer y vencido y otros  han debido despedir a seres amados, todo esto aislados de las personas que hubieran sido fuente de fortaleza para transitar tan rudo camino. Ha brotado lo mejor de unos y lo peor de otros. Podría escribir el mismo tiempo que ha pasado desde que inició el encierro para tratar de enumerar todo lo que puede haber sido la transformación de los seres humanos y en general de la humanidad este año, pero la pregunta hecha es personal.
¿Ahora, quien soy?
La primera respuesta que pensé fue: soy yo misma.
Luego, que me encuentro en una condición privilegiada: mi familia y yo estamos bien, sanos. Seguimos con trabajo, con algunos cambios, nada que no podamos manejar. Tuvimos la oportunidad de estar todos juntos por 6 meses, y yo particularmente disfruté la compañía y agradezco inmensamente la reunión.  He podido aprovechar el encierro voluntario para hacer algunas actividades que de no haber pasado a desarrollarse en línea no hubiera podido hacer. También trato de mantenerme presente para mis allegados en lo que pueda aportar. En principio, continúo con mis planes. La vida sigue, ahora con un añadido constante, la pandemia
No dejo de pensar en todas las personas que tienen una situación diferente a la mía, que se han visto en situaciones difíciles y transitan el camino con sufrimiento y en los que saben que trascenderán  el sufrimiento temporal y se fortalecerán.
Pero la pregunta es personal: 
¿Ahora, quien soy?
Y vuelvo a responder: soy yo misma. Seguro he cambiado, pero nunca soy la misma que hace 6 meses. A veces cambio porque un evento me obliga de golpe y otras lo hago progresivamente, segun un plan. Pero aún cambiando soy yo misma. Y, de nuevo, no puedo evitar ampliar mi pensamiento hacia el resto de la humanidad, porque la vida sigue, y la pandemia, esta vez tiene características de estos tiempos: globalidad e inmediatez y es además evidente, un catalizador. Entonces, me hago la pregunta:
 ¿Ahora, quiénes somos?
Somos los mismos.

Carmen Lucía Rojas
Septiembre 2020