jueves, 21 de noviembre de 2019


las máscaras

Desde muy niño me han llamado la atención las máscaras. Son una suerte de telón que nos colocamos para ser otras personas distintas, actuando roles y personalidades que nos son ajenas. Hay alo que nos mueve y nos conecta con emociones, que en el caso de disfrades, pueden ser positivas y de bienestar. Sin embargo, he podido observar, conocer y sentir, que podemos desarrollar máscaras en nuestra infancia que cubren dolores, pérdidas o sufrimientos. En el coaching y con los aprendeizajes de los símbolos de Jung, los hemos llamado también, las máscaras, nuestras máscaras.
Dice el poeta sueco Hjalmar Soderberg, que todos los seres humanos “deseamos ser amados, en su defecto admirados, en su defecto temidos, en su defecto odiados y en su defecto, despreciados. Deseamos despertar una emoción en quien quiera que sea el otro. El alma se estremece ante la vida y busca el contacto sin importar a qué precio” Puede ser que eso y las grandes heridas de la infancia, nos hagan mostrar rostros que no somos. Un tanto lo que Jung ha llamado las luces y las sombras. A tal sombra, tal máscara.
Mi coach español, Angel Lopez las ha llamado las 5 heridas que se comienzan a curar en la medida que las reconocemos en nosotros mismos. Se basa en un libro de Lise Bourdeau, “Las 5 heridas que nos impiden ser uno mismo”. Desde el coaching ontológico decimos que hay que abrazar a las sombras como parte constitutiva de nuestro ser. Sin embargo desde la psicología positiva, el poder generativo de la ontología del lenguaje y desde la creencia cierta que el lenguaje genera ser, podemos abrazar las sombras e iluminarlas con emociones expansivas.  
Las cinco heridas que mencionan los autores y que se crean o generan en la etapa de la infancia temprana son, el rechazo, el abandono, la humillación, la traición y la injusticia. Tales heridas pueden acompañarnos por siempre si no hacemos, al menos, un intento de ver al interior y buscar los orígenes de lo que sentimos. Por eso lo llamamos el regreso a casa, donde hacemos un viaje al interior, como un viaje en el tiempo, donde tenemos que entrar en nuestros propios laberintos para enfrentar al Minotauro, el cual, ya cansado por habitar en las sombras, no opone resistencia para que puedas avanzar. Habiendo vencido al monstruo, el camino a casa es mas fácil y en el, dejamos las máscaras del tiempo.
Dice Angel Lopez que de las cinco podemos llegar a tener multi máscaras dependiendo de los que nos tocó vivir. El rechazado se coloca la máscara del huidizo, el que no se compromete, el que no desea vivir en el rechazo nuevamente. El rechazado en su laberinto realiza un diario de su vida y de todos sus rechazos, sus causas y emociones. Con el acto de revivirlos, quizá se desvanezcan. El abandonado se coloca la máscara del dependiente. Cuando hace pareja se vuelve sumisa y no toma decisiones propias. Le aterra quedarse solo y tener que afrontar el mundo. El miedo es la emoción interna y la puede contraponer con la confianza, que por ser un juicio-emoción, se puede desarrollar. Pequeñas acciones de competencia, terminan por doblegar al miedo del ego que nos protege.
El humillado se coloca la máscara del masoquista en cualquiera de sus dos significados. El humillado se auto descalifica y busca sentirse mal con lo que hace, pues asocia que es malo, por eso le salen mal las cosas. El bulling en el colegio y en el trabajo nacen de estas heridas parentales. La inteligencia emocional en su práctica le pudiera dar luces al humillado quién encontrará valores que generen emociones fuertes que lo induzcan a las acciones positivas. Al final, el humillado abraza su origen y avanza.
El traicionado se coloca la máscara del controlador y a veces busca a personas con máscaras de humillados. Son celosos e inseguros; generalmente sienten miedo que los engañen, siendo así muy celosos con sus parejas. No acepta las equivocaciones de otros y en su máscara los retira de su vida con el juicio de traidores; pocas veces dan segundas oportunidades.  Valora su reputación construida con un ego sobre protector que no se equivoca.  Con esta máscara nunca verá que también puede cometer actos se semejen a traiciones, ya que los que traicionan son los otros. El laberinto para esta máscara sin duda es el perdón. La psicología positiva nos habla del diario del perdón y su proceso. También sirve el diario del listado de los traicioneros, sus actos, su significado y trascendencia. Es posible que con el perdón y con resignificar , todo se disuelva y nos conecte con la expansión.
Por último está la injusticia, un juicio que creamos cuando no nos valoran, nos quitan lo que merecemos, nos ignoran, nos dan libertad aparente. La máscara que se observa es la del rígido, aquel que se da pocos permisos, es rudo en el trato. Pasa en las familias cuando los padres tienen preferencias entre sus hijos y un niño crece en el desmerecimiento. La máscara del rígido cae en su laberinto cuando abraza a sus padres tal y como fueron, cuando puede perdonar, cuando se da libertades para dejarse amar, que es lo más complejo.
Desde la inteliencia emocional, la psicología positiva y la ontología del lenguaje como generadora del nuevo ser a través de las acciones, podemos reprogramarnos para alcanzar una vida plena. SE trata de abrazar sombras y quitar las máscaras. Lo primero es detectar la creencia, luego reforzar acciones con positividad, luz y emociones positivas,  romper entonces los patrones adquiridos y abrazar a ese nuevo ser en expansión y aitocontrol. Suena fácil, no lo es. Lo peor es quedarse sentado y cruzar los brazos como los rígidos. La acción genera ser.

miércoles, 13 de noviembre de 2019


¡SORPRESA!

Ese lunes 28 de septiembre tenia clases en la Escuela de Artes Plásticas Arturo Michelena. Eran clases nocturnas, salí de la empresa y sorteando diferentes obstáculos, llegué a las seis en punto. Tanto apuro para nada, me recibieron con una sorpresa ¡no había clases! Mayor sorpresa sentí, cuando me dijeron la causa: "Había fallecido el ex presidente Romulo Betancourt"  ¡increíble que esa pudiera ser razón para no dar clases!
Estando ya allí, nos quedamos conversando en el salón. Entre los compañeros estaba una señora argentina que era la de mayor edad. Nunca nos dio su nombre, nos decía que simplemente la llamáramos "Muñeca", como le decían en su casa. Observándola bien, sus bellos ojos azules, me confirmaban que existían válidos vestigios de un pasado remoto que justificaban aún el apodo. En la conversa surgió la interrogante de por qué la mayoría de los grandes artistas  habían sido hombres. Como había leído recientemente el libro "El arte de amar", comenté que allí  Erich Fromm explicaba algo que pudiera dar respuesta, y era que, por la misma incapacidad del varón de concebir hijos, residía en el hombre un fuerte impulso de trascender a través de la creación de ideas y obras.
Muñeca se molestó mucho y con su inconfundible acento sureño, replicó que la verdadera razón era que el hombre siempre sometió a la mujer, la esclavizó y no permitió nunca  que desarrollara  sus talentos. En los ojos de Muñeca, vi por primera vez, el azul intenso de un mar tempestuoso.
Salí regañado, pero aprendí la lección. Debemos ser muy prudentes al opinar sobre la mujer, sobretodo si hay una "Muñeca" presente. Y puede que ella tuviera algo de razón -y que nos disculpe el Sr. Fromm- pero no se puede negar las limitaciones que ha debido enfrentar la mujer por siglos, obligada a permanecer en segundo plano, en un mundo que sin dudas siempre ha sido machista. 
En el libro "Mujeres" del Dr. Daniel López Rosetti -por cierto, compatriota de Muñeca- explica magistralmente muchas diferencias entre hombre y mujer. Nos dice que no somos ni mejores ni peores, somos complementarios. En tiempos ancestrales, machos y hembras vivían separados; la hembra ovulaba una o dos veces al año y el macho venía solo para copular y se iba. Pero la evolución continuó; tanto hombre como mujer se alzaron sobre sus patas traseras y comenzaron a caminar erguidos; sus patas anteriores -ahora brazos- quedaron disponibles para abrazarse y acariciarse, y el apareamiento comenzó a ser frontal, rostro a rostro. La hembra acortó su ciclo ovárico y de esta forma retuvo al macho por más tiempo. Surge el amor como emoción evolutiva y aparece la familia. La misma evolución y las necesidades los llevaron a un acuerdo. El macho acepta ir de cacería para procurar el alimento y la  hembra a quedarse en la caverna para cuidar la cría. Aquí me imagino a Muñeca opinando que la mujer fue mala negociadora, que ese acuerdo fue desfavorable y ¡no debió haberlo aceptado!
Pero los roles de cada uno los llevó a desarrollar características específicas. El macho en su responsabilidad de cazar, enfoca todo su cerebro a un solo objetivo, era cuestión de vida o muerte, y debía pensar, resolver y mover sus músculos sin fallar, en segundos. Por otro lado, la hembra al permanecer con la cría y otras hembras en la caverna, cuando todavía no existía el lenguaje hablado, logra desarrollar una capacidad extraordinaria de interpretar y comunicarse a través del lenguaje facial y corporal.  
Por supuesto, millones de años han transcurrido desde entonces, y la cultura fue posteriormente moldeando la conducta humana. Sin embargo los investigadores consideran que algunas características ancestrales aún prevalecen en el hombre actual. El hombre de hoy se focaliza en un solo objetivo, lo cual le permite resolver determinadas cosas en menor tiempo.  Pero si está viendo un juego de fútbol y viene su mujer a buscarle conversación, no la va a atender, le es difícil manejar dos asuntos a la vez. Esa capacidad de gestionar varios asuntos simultáneamente -multitareas- si lo puede hacer la mujer. Las he visto tomar café, hablar por el celular, maquillarse por el retrovisor y al mismo tiempo conducir a toda velocidad.
La mujer también mantiene esa ventaja de una mayor comunicación no verbal y ese instinto que las hace ver lo que los hombres no percibimos. Seguramente muchos habremos vivido la experiencia de estar a punto de cerrar una negociación o un trato, cuando la mujer nos advierte que no le parece, que hay  "algo" que le dice que no deberíamos hacerlo. Si eso le sucede ¡hágale caso!  ¡Aprecie y agradezca la "intuición femenina" de su pareja!
La mujer de hoy percibe los cambios emocionales y detecta la mentira más fácilmente que el hombre. Así que si algún caballero intenta mentirle a su pareja, así sea una mentira piadosa, la recomendación es que ¡no lo haga! lo va descubrir en su cara  ¡mándesela por  whatsapp!

Lionel Álvarez Ibarra
Noviembre 2019

domingo, 3 de noviembre de 2019

Reunión de noviembre 2019

CEC
Noviembre 2019
Tema: las sorpresas
Host: Doña Hened y Doña Tibaire
Día: Domingo 10 de noviembre 2019
Lugar: Casa de la Host. Los Palos Grandes
Tipo: Contri

El rato de vivir/Patricia Poleto

Después te ocuparás de asuntos que ocurren más allá de las fronteras de tus voluntades,
De esos como la muerte, cómo habladurías y mezquindades, 
Después te ocuparás de miedos estériles y juicios castrantes, 
De banalidades y lujos desbordantes, 
Después te ocuparás de venganzas y batallas sin finales, 
De traiciones y de amores terminales,
Si quieres, después te ocuparás del reflejo que arroja el espejo de cristales, 
Y de las sentencias impías de las redes sociales,
Después, después te ocuparás de viejas culpas y karmas ancestrales,
De carencias y ausencias maternales 
Después, después te ocuparás,
ahora es el rato de vivir
De soltar amarras y fluir,
De navegar la marea de los momentos
De darle al alma sustento,
Es el rato de vivir, de soltar y perdonar, 
De compartir y de abrazar, 
Es el rato de vivir, 
De amar tus imperfecciones 
De aceptar distintas opiniones 
De dejar que cada quien te ame a su manera 
De dar cariño a todo aquel que no lo espera 
Es el rato de vivir, y sucumbir al gozo del agradecimiento, 
De agradecerlo todo, desde la tormenta hasta el fresco viento, 
De dejarte sorprender en lo cotidiano 
Que no pase desapercibido un detalle, que nada sea en vano,
Es el rato de vivir y llenarte de alegría, 
Que la risa te visite cada día,
De orar mirando al cielo
De conectarte con algo más elevado que el suelo,
Es el rato de vivir, sin menguar pensando,
Pues el tiempo jamás se queda esperando...

¿es la vida un ratico?/ Lionel Alvarez


¿ES LA VIDA  UN RATICO? 

En mi casa había un libro sobre el reino animal, que de niño me encantaba leer. Pasaba días felices hojeándolo. En uno de sus capítulos decía que la mayoría de los animales vivían menos años que los seres humanos (salvo algunas variedades de tortugas y ballenas). El hombre era un privilegiado, teniendo una expectativa de vida superior a los 80 años, cuando pequeños mamíferos no pasan de 10 o 20. Me llamó también la atención la corta vida de algunos insectos; sentí hasta compasión por las fastidiosas moscas, que decía el libro, no pasaban más allá de 20 días. En esa época, 80 años me pareció bastante.

Algo interesante en todo esto, es que el hombre es el único dentro de ese mundo animal que está consciente de la extensión de su existencia; que sabe que va a envejecer y morir dentro de un periodo estadísticamente estimado. Así que cuando Simon Díaz en su canción de “La vaca mariposa” dice que la vaca está triste cuando ve que se llevan al becerro porque “ella sabe la suerte de él” o sea, que sabe que lo van a sacrificar, es todo imaginación y fantasía del maestro. Esa vaca, solo por instinto podrá percibir un peligro, pero nada más.

En “El hombre bicentenario”, una película estadounidense de ciencia ficción (1999), protagonizada por Robin William, se relata la vida de Andrew, un robot que inesperadamente comienza a sentir emociones, y que con la ayuda de un amigo experto en robótica, logran convertirlo en humano. Pasadas las décadas, todos los miembros de la familia que lo había adquirido, envejecen y mueren. Al darse cuenta que se había quedado sin sus seres amados, Andrew, que ya ha cumplido 200 años, desea morir.  Con su consentimiento le contaminan su sistema con un compuesto que lo irá degradando lentamente, comienza a envejecer y muere. El mensaje del film es interesante, porque Andrew, prefirió vivir y morir como humano antes que vivir una eternidad como máquina.

¿Podríamos considerar que nuestra vida es corta como piensan algunos?

Comparo la vida con un “plato Gourmet”, con porciones limitadas pero suficiente para apreciar y disfrutar la exquisitez de los alimentos, su calidad, textura,  presentación e infinidad de sabores. Nuestra “vida Gourmet” nos entrega los años suficientes para disfrutarla de manera plena e inteligente. El principal ingrediente a degustar es el amor en todas sus manifestaciones; sin amor, no es de extrañar que la existencia se sienta corta y vacía. Hay varias vías para  evitar una vida monótona y sin expectativas, una es Identificando nuestros mejores talentos; desarrollándolos, poniéndolos  al servicio de otros y buscando ser la mejor versión de nosotros mismos. 

Los familiares y amigos son de las “bebidas” que la “vida Gourmet” nos presenta para catar. Son el mejor elixir para disolver preocupaciones, con una buena charla,  compartiendo momentos, contando y escuchando anécdotas...eso es vivir y ¡mejor que muchas medicinas!
La vida del hombre no tiene por qué sentirse corta. Si así lo dispuso el creador, debe haber sido lo más acertado y sabio, porque él es infalible. Quien nos dio la vida como una bendición, la hizo corta para que lo fuera aún más.

Agradece, disfruta y haz buen uso del tiempo que te han dado..¡No habrá prórroga!

Lionel Álvarez Ibarra

Noviembre 2019