domingo, 26 de septiembre de 2021

Omar Barrios/¿Qué nos dicen las fotos?

 Un Caribeño en Río de La Plata.

Esta es la historia de un emigrante que solía contemplar el Mar Caribe, una que otra tarde. Luego de cerrar su negocio, una reconocida licorería de la Avenida Costanera de La Guaira, se instalaba en la mesa que tenía reservada en un restaurant a la orilla del mar.  Allí fue fraguando, casi perdido entre las olas, los decididos planes de reestructurar su vida en otro país, ya no soportaba los gritos cotidianos del conserje de su edificio: “Llegó el agua…solo 10 minutos”  o “la luz la ponen esta noche”, y menos tolerable le resultaba ir por tomates grandes al mercado para una rica caprese  y tener que conformarse  con unos peritas, o muy verdes o a punto de colapso. Lo de hacer limonada con los limones celestiales, nunca le resonó.

Lo cierto es que Mauricio liquidó todas sus bebidas espirituosas, remató el local y se marchó con la esperanza en la frente, a la vasta ciudad de Buenos Aires. Su equipaje incluyó la larga experiencia comercial de su familia y sus avales: juventud, soltería y ensoñaciones.

Apenas pasaron dos semanas de su llegada y ya escogió un pequeño local en Villa Devoto para montar una floristería. Su padre le aconsejaba: la oportunidad hay que estudiarla velozmente y lanzarte a las acciones respectivas. Él  no vio competidores cercanos en la Villa elegida, y si, una hermosa plaza muy concurrida. Uno de los días previos a la inauguración del local, mientras pintaba la puerta principal en azul rey, se acercó una chica y le entablo conversación, ella fue como una humareda de las que envuelven y de alguna manera alteran los sentidos y la vida. Mauricio no me contó los detalles de cómo terminaron cenando en el Cucina Paradiso con ligeros vinos y exquisitos postres, ni tampoco me detallo como el nombre de la floristería, fue parte de los diálogos ni del imprevisto arrebato que los convirtió en pareja moderna e instantánea.  Cinco días después se daba apertura a la venta de flores con un esplendido y llamativo anuncio de neón: no te andes por las ramas.



Les cuento que conocí a Mauricio en una parada de colectivos (buses) y me preguntó una dirección que casualmente conocía, hicimos empatía como quizás lo hacen tantos venezolanos que se encuentran dispersos por el mundo, pero con el ánimo dispuesto quizás por excesos de nostalgia, por soledad, o por esa necesidad de reafirmar ese amparo del afecto que se llama Venezuela. El largo trecho en el colectivo permitió que Mauricio se explayara en detalles inusuales en una presentación en esas circunstancias, y al decirle que soy psicólogo, abrió sus ojos achinados y fue como que le prendiese el botón del speech desaforado, me faltó sacar la libreta para trascribir su historia clínica y social de toda su experiencia migratoria. Un detalle importante que agregó, y relacionado con ésta historia  les quiero compartir, es que simultáneamente cuando inauguro la venta de lirios, helechos y otras hierbas florales, había hecho sociedad mercantil con un porteño y abrieron una fiambrería. Él le pidió a su socio le dejara definir el nombre del negocio y recordando la cena con Sofía, su chica repentina, seleccionó: el jamón histérico.

Los dos negocios marchaban con éxito y la pareja veloz conoció los designios del destino en un embarazo inesperado; nació en la primavera un hermoso chico inquieto, llorón y de ojos vivaces con la típica agitación de un maracucho y la parsimonia de un porteño grande. Fue justo en los días que el hermano de Sofía daba estreno a una pastelería, y le pidió a su cuñado le sugiriese un nombre: Pecado sin culpa se abrió en la Avenida San Martin.

El Bebé Rocamadour, que así lo llamó su Cortaziana madre, parecía  cada vez más un emotivo zuliano atravesando el puente sobre el lago, las niñeras renunciaban muy pronto a sus cargos, y un día Mauricio desesperado le grito: Mira… Novillo loco,… quédate quieto.

Sofía se indignó, lo denuncio por maltrato infantil. Cuando declaraba en la Corte de infantes explicó que justo en ese momento hablaba por el móvil con su socio, el cual le solicitaba el nombre para la carnicería que estaban por abrir, y a él se le ocurrió: El Novillo Loco,  lo cual pueden verificarse en plena Avenida Mosconi.

Mauricio quedo libre de cargos, la relación con Sofía se ha evaporado,  quedó como en el Aire haciendo honor a la residencia de la fugaz pareja, el despecho les fue devastador y en esos meses, en su inquieta carrera comercial y anti guayabo, abrió una tienda de ropas, cuya foto anexo al final.



Antier nos escribimos por whatsApp y le dije a Mauricio que le tenía el nombre para su próximo negocio, que será una librería, le aclare que no era mi creación, que en Paris conocí una que se llama: Les yeux fertiles (Los Ojos Fértiles).  Le encantó la idea.



La luna zalamera/Santiago Porras


 

¿Qué cuentas las fotos? Jesucita Peters


¿Qué me cuentan estas fotografías?

Para mí existe un antes y un después del nacimiento de mis nietos, haciendo una remembranza cuando me tocó criar a mis hijas mi tiempo fue más de calidad que de cantidad, si tiempo valioso que traté de optimizar por cuánto estaba en edad productiva y me tocó compartir el rol materno con mi rol laboral, fueron momentos irrepetibles, de mucha responsabilidad por cultivar valores en mis hijas, educar, enseñar,modelar para ellas para convertirlas en lo que son hoy mujeres de bien, profesionales, con sus familias constituidas en la que hoy formo parte de esa familia extendida, orgullosa de ellas por demás, hay mucho amor , como no haberlo.

Pero este antes y después habla un poco de este nuevo amor que emana de la abuelidad, desconocido por mí y que antiguamente cuando oía hablar a otras abuelas de los nietos yo me burlaba un poco sobre lo que decían, pero los nietos han hecho florecer ese amor con olor a rocío de las plantas y al  néctar de las flores,fresco, apacible, sin premura, contemplativo, permisivo,consentidor, sin reglas ni normas ya que eso se lo dejo a sus progenitores, estoy disfrutándolo al máximo, no pensé que este sentimiento me hiciera sentir que he cubierto todas las etapas del proceso evolutivo, no me imaginaba que el climaterio era tan sabio, por cuanto disfruto el aquilatar los momentos, sin pararme a discutir banalidades que conducen a razonamientos estériles y pérdida de tiempo. En estos momentos el tiempo es valioso para mí, por cuanto deseo contemplar todo el crecimiento de mis nietos en sus distintas etapas, agradecida con mi Dios por permitirme hacerlo.

Explicar cómo mi corazón se llena de alegría y ternura, como el despuntar del alba en una mañana clara, al contemplar a mi nieto recién nacido (3 meses) reír al verme, escuchar con atención lo que le digo y responderme con sus balbuceos, no tiene precio, me derrito como la mantequilla sobre la arepa y como no hacerlo. Ponerlo en mi regazo y sentir sus bracitos y piernas moverse transmitiéndome su calorcito y su olor a bebé, parece que fuera un algodón de azúcar listo para comérselo. Y no quieran saber lo que se siente cuando el de dos años me dice “ABU” es la mejor música que he escuchado, es uno de los disfrutes más maravillosos de esto que llamamos vida.

Pues ahora entiendo a los abuelos, me siento plena al poder tener a mis afectos cerca hijas, nietos, yernos, entre otros.

Abuela llena de gratitud. 

Caminar en la naturaleza ha sido un refugio maravilloso/ María Elena Garassini

 


Caminar en la naturaleza siempre ha sido una dicha para mí, porque conjuga el disfrute de la naturaleza, el reto del ejercicio físico y el poder compartirlo con otros.

Nuestra llegada a Bogotá ha sido un abanico de oportunidades para hacer senderismo, mantenernos activos físicamente y disfrutar con amigos. Esta foto en la Cascada de Nemusten – Sueva, un lugar como a hora y media en carro de Bogotá, tiene la imagen al fondo de la casacada y estamos en la foto, Juan y yo, y una pareja de amigos colombianos, a los que les gusta hacer senderismo como nosotros.

La naturaleza y su disfrute, materializado para nosotros en la búsqueda, planificación y realización de maravillosos paseos, ya sea caminando o montando bicicleta, constituyen el acercamiento a las cosas más simples y más asombrosas al mismo tiempo, lo que nos regala la madre tierra, este planeta asombroso donde vivimos. En este momento de mi vida poder dedicar tiempo a pasear en ella me hace inmensamente feliz.

El ejercicio físico siempre ha sido parte de mi vida, sobre todo desde mi juventud donde decidí hacerlo regularmente. He pasado por variadas experiencias al pertenecer a grupos de excursionismo y posterirmente empezar a hacer carreras en Caracas, que nos llevaron posteriormente al entusiasmo de correr maratones, medias maratones, y ahora poder salir a correr un rato. Este hábito de ejercitarse, y que sea parte de tu rutina, hace que disfrutes más todo, porque mantiene tu cuerpo saludable, tu alimentación, tu sueño y tu energía en general. Ejercitarme periódicamente ya es parte de mi vida, y me di cuenta de ello cuando concienticé, que al hacer cualquier maleta, para hacer desde un pequeño viaje, de finde semana, de trabajo o de visita a  alguien, lo primero que empaco son mis zapatos y mi ropa de ejercicio, ¡Qué alegría!

Las amistades han sido siempre algo muy importante en mi vida, desde niña, adolescente, joven, pareja, esposa, madre, hija, en finnnn. En mi vida actual buscó cuidar de la mejor manera mis amistades personales, asi como las amistades de pareja y de familia. Aquí en Bogotá cuidamos mucho las amistades de pareja, buscando tener periódicamente planes con ellos, ya sea de alguna comida, alguna salida en la ciudad, y las que más nos gustan, algún paseo a hacer senderismo o montar bici. Conseguir parejas contemporáneas para hacer juntos excursiones no ha sido tan fácil, y además que sean bogotanas menos. Por esa razón Matilde y Juan Bernardo, esta pareja maravillosa de colombianos, ha sido un regalo para nosotros, y por eso esta foto representa la conjugación de pasear en la naturaleza, hacer ejercicios y disfrutar de amigos en este momento de nuestra vida, donde somos una pareja de venezolanos que vive en Bogotá.

Doy gracias a Dios por mi vida, por todo lo que tengo, por todas las oportunidades y todas las personas a las que me hace muy feliz sentir cerca. De manera especial hoy agradezco a Dios por mis amigos escribidores que me permiten la expresión a través de la escritura, el disfrute de la escucha de sus textos en las reuniones, y el disfrute de la amistad en cada encuentro.

María Elena Garassini

Mi querido fotón












viernes, 24 de septiembre de 2021

TEMA de SEPTIEMBRE 2021

 




Club de Escribidores de Caracas, CEC

Tema de septiembre 2021

¿Qué ves?

1. Toma una foto con el celular

2. Escribe una historia sobre ella

3. Presenta foto e historia en la reunión

Fecha: Domingo 26 de septiembre de 2021

Host: Don Luis

ZOOM-BOLDT


Foto: Luis metiendo el dedo gordo para explicar el fondo de la botella