domingo, 26 de abril de 2020

El espíritu joven. Lionel Alvarez

Ese fin de semana tenía una fiesta y decidí comprarme un traje nuevo. Llegué a la tienda y de inmediato la vendedora, una agradable joven, bella y atractiva, me atendió. Me mostró diferentes modelos, y a todos, como tratando de halagarme, decía que me quedaban muy bien. Luego de escoger el que me llevaría, me dijo que iba a necesitar una corbata, y fue cuando me preguntó: ¿Usted es moderno o conservador?  Viéndola de nuevo, "de cabo a rabo", y deteniéndome un poco en esa última parte, le respondí que era muy moderno.
Ese sábado asistí a la fiesta y gocé como nunca (o como siempre), y aunque escuché comentarios positivos sobre mi "moderna corbata", no influyó para nada en el agradable momento que compartí,  y que me hizo disfrutar del "espíritu joven" de amigos y familiares.

Los señuelos de la publicidad son muy efectivos ¡Luzca más joven! ¡Véase más joven! Proliferan muchos en cosméticos y prendas de vestir. Podemos así conseguir a Clotilde, una señora ya mayor, luciendo una minifalda y mostrando lo poco que queda de atractivo de sus canillas, persuadida de que es la moda. O a Don Fulgencio con tatuajes y llevando la camisa por fuera porque así la llevan sus nietos, y se junta con los muchachos (así no sea bienvenido) porque eso lo hace lucir más joven. De todo hay en la viña del señor y cada quien es libre de hacer lo que le plazca. En las enseñanzas de Coaching aprendemos que no debemos agregar salsa de "AJO" en nuestros acompañamientos. En otras palabras, no debemos Aconsejar, ni Juzgar, ni Opinar.

En una oportunidad, en un viaje de negocios, me acompañaba una colega, y a ella le encantaba comprar esas revistas como Cosmopolitan y Vanidades. Tuvimos un atraso  en nuestro vuelo, y fue tan largo que terminé leyéndome sus revistas. Allí me enteré, que una de las zonas que más delata la edad de la mujer es el cuello, y aconsejaban llevar bufandas y pañuelos para cubrirlo. Me puse a observar a la gente en la sala de espera, y cada vez que veía a una mujer con su pañuelo enrollado en el pescuezo, hacia ejercicios de estimaciones de su edad; así se me hizo más corta la espera en el aeropuerto.
Pero una cosa es el cuerpo y otra el espíritu. El cuerpo es materia y su envejecimiento no lo podemos evitar de un todo. El cuerpo joven va perdiendo fortalezas, el espíritu joven se alimenta de fortalezas. ¿Cuáles son esas fortalezas? Esas no las anuncian en las revistas, las tiene usted disponible, pues muchas vienen incorporadas de fábrica y las consigue muy dentro de sí mismo. Puede ser su amabilidad, su sentido de humor y su inteligencia emocional. Su liderazgo, humildad, prudencia. Su creatividad o amor por el conocimiento. Todas contribuyen a alimentar ese espíritu joven, a pesar  de que el cuerpo físico vaya mermando sus fuerzas.

Que un muchacho o muchacha muestre un espíritu joven no llama la atención, total, es lo que se espera a esas edades. Cuando se manifiesta a edades más avanzadas, eso si es de interés y de admirar.

Por supuesto que es importante mantenerse actualizado, tanto en la moda como en la tecnología y el conocimiento, socializando con amigos, cuidando su buena alimentación y su espiritualidad, sus hábitos saludables, su actividad física y manejando adecuadamente el estrés.  Pero ¿De que le vale a una persona "lucir más joven" si mantiene una actitud amargada, criticando y quejándose, que  hasta sus propios allegados le sacan el cuerpo? ¡Se ha vuelto puro envoltorio!

El espíritu joven no se puede comprar, emerge desde muy adentro. No es necesario teñirse el cabello o maquillarse, ni de cirugías plásticas ni vestir a la moda. No es cuestión de "lucir un espíritu joven", lo importante es tenerlo verdaderamente.

Puede mostrar con orgullo sus canas plateadas o sus líneas de expresión. Con la camisa por dentro o por fuera. Nada de eso es relevante. Cuando su espíritu es joven, sus amigos y familiares, independiente de sus edades, desean escucharlo y tenerlo cerca.  Su presencia es apreciada y bienvenida. El espíritu joven no tiene disfraz, es auténtico, no se puede simular. Es su actitud hacia la vida, que la manifiesta con optimismo y entusiasmo. Sus relatos, opiniones y comentarios están llenos de sabiduría y expresados de manera asertiva. Su conversación es amena y agradable, y en su rostro, por lo general, dibuja una sonrisa.

¡Viva y disfrute de su espíritu joven, y no sólo de su apariencia juvenil!

Lionel Álvarez Ibarra
Abril 2020

¿ESPÍRITU JOVEN? Claro que si...


Ayer cumplí 60 años y créanme que no es “casualidad” el tema de esta reunión de escribidores, ni tampoco la fecha.

¡Senseeeeenta años!... me parece mentira que yo tenga tantos; pero es un hecho, los cumplí y es una bendición que sea así… ¡¡¡Gracias mi Dios!!!

Sin embargo, a mí me explicaron hace algunas décadas, que sesenta años era “estar viejo”. Lo esperado era ponerse las pantuflas, consagrarse frente a la TV a descansar sin hacer mucho más, y sin DISFRUTAR ¿Queeeeeeeeeeé? …..Definitivamente me niego….

Gracias a Dios los tiempos han cambiado, la esperanza de vida es mucho más alta y si bien la edad de jubilación sigue siendo la misma, entre los 55 y 60 años, muchos no la cumplen, ni se entierran en el sofá de la TV desde tan temprano; aunque algunos otros, sí.

¿Por qué sé que tengo espíritu joven? Por las ganas de vivir y disfrutar  a los 60, 70, 75, 80 y más. Vivir en su sentido amplio: trabajar y aportar a otros seres humanos; DISFRUTAR de la vida y sus placeres; sociabilizar y disfrutar de mis amigos (me encantan mis amigos); viajar, bailar y cantar; aprender muchas cosas y crecer como persona; compartir la vida en pareja, en familia  y más.

Mi abundante alegría, una de mis grandes  y preferidas fortalezas, aunque Seligman no la haya metido en la lista de las veinticuatro; gracias a Dios  Bárbara se acordó y si esta entre las diez  emociones positivas. Mi capacidad de reír desde el alma, con frecuencia y muchas ganas, a veces llegando hasta las lágrimas, también son mi sello característico incrustado en ese “disfrutar” que tanto me atrae para cada día de mi vida.

Sé que mi espíritu joven seguirá siendo igual en al pasar de los años. Quizás, en muchísimos más, me tocará decir igual que mi querida y difunta Tía Gloria: “Mi espíritu si quiere, pero a veces mi cuerpo no me acompaña”.  Más en todos los casos estoy segura que mi espíritu será más fuerte que mi cuerpo.

Abrazos  grandes y apretaos a todos los de espíritu siempre joven

Maigua Boedo Paz
Abril 2020

Espíritu joven/ Santi Porras


Mi joven espíritu.      

Santiago Porras Rojas


Hay juventud en mi aliento
de carácter ancestral
Cuando surgí del aliento
de una luz maternal

Entre mis progenitores
El de juvenil carácter
Fue mi papá Santiago
de sus bromas pude aprender

Aunque al verlo mejor
Y no me equivocaría
Quiero honrar a tía Clement
Su juventud me cubría

Al comenzar mi niñez
Escuchaba el san Benito
“este musiuito”
Es como los viejitos

Ellos no se daban cuenta
que, al observarles con mi elocuencia
luego también se reían
de cada sutil ocurrencia.


Hoy relajar la mente
Me resulta habitual
Al sumergirme en sus aguas
La juventud bautismal

Hace días, un amigo de mi nieto
preguntó por mi edad
Me sorprendió la sentencia
Fui feliz por su bondad

En mis ejercicios diarios
Me reconozco saludable
Al integrarme con la naturaleza
Sumo bienestar incalculable

Valen también las sombras
Y la virtud de su magia
Con la fuerza impetuosa
que la luz descontagia

Modulaciones sonoras
hay entre cantos y música
rejuvenece mi espíritu
y el bienestar triplica

 la comunicación moderna
ofrece recrearme
agradezco al club de escribidores
por el gesto de adoptarme


Doy gracias a la vida
Que es en lo bueno, donde pongo mi acento
Es la mejor manera
De afrontar el confinamiento

Al concluir estas rimas
Alcanzo a darme cuenta
Que si escribo creativo
Mi joven espíritu, se alienta


"Almanidad"


¿Espíritu joven?

Según los aprendizajes en psicología positiva, en el deseo de poder escribir sobre el “espíritu joven”, es que encontré que espiritualidad sea cuando,

"Me siento espiritual y creo en un sentido de propósito o significado en mi vida; y veo mi lugar en el gran esquema del universo y encuentro significado en la vida cotidiana". (VIA Institute)
A lo complicado de definir  lo que sea “espíritu joven” se le agrega  que para ser espiritual, se deba conocer el sentido de la vida y que consiga mi puesto en el esquema del universo. ¡Nada fácil!.  Para poder escribir sobre este tema se hace necesario el poder entender que significa para mí y para otro, el espíritu, y de allí, lo espiritual o la espiritualidad. Según la psicología positiva y en la descripción anterior, se define que sea una fortaleza de carácter que compone nuestra personalidad. Son atributos pre existente en las personas que nos permiten actuar de manera determinada y alcanzar objetivos, acciones o metas. La definición completa sería,

“Las fortalezas del carácter son un conjunto de rasgos positivos presentes en el ser humano que ayudan a que las personas tengan vidas satisfactorias” (Via Institute)

Le agregamos a la construcción de significado, las nociones del ser, el ser humano y los rasgos positivos. Cuando uno indaga un poco más, resulta que más se complica, pues aparece la psique, o el alma, el espíritu, el cuerpo, el yo y el ser. Y eso sin adentrarnos mucho en las posturas de Freud y de Jung acerca del yo, el superyó y el ello.

Para salir de esta maraña confusa es que decidí pensar en tercera persona y colocar sobre la mesa algunas definiciones sobre el espíritu, que vienen desde lo judeo cristiano, lo hinduista, lo ontológico, lo místico y aun sobre mis propias creencias.

“Alberto es un individuo de mediana edad, profesional, estudioso, que ha decidido plantearse, a objeto de escribir un artículo, lo que significa lo espiritual o el espíritu mismo. Para ello, comenzó con lo que indican las sagradas escrituras judeo cristianas sobre el tema. El hombre está compuesto de tres elementos que son uno, así como la trinidad, el cuerpo, el alma y el espíritu.

Resulta que el hombre nace con el cuerpo siendo un ser espiritual por esencia. El espíritu es la esencia del hombre, un poco como la llama de la vida; difícil de conocer con palabras ya que es impersonal. El alma, sin embargo, que es el tercer elemento, si es personal a cada ser humano y posee la voluntad, la mente, y las emociones. Requiere ser revisado continuamente para desarrollarse y ser mejor. El espíritu, para el cristianismo al igual que muchas culturas antiguas, ven al espíritu a aquello que nace con el cuerpo y que solo se transforma cuando acoge lo que no puede comprender. Alberto entiende que no son partes sino comprensiones de la misma forma en una “unicidad”. La unicidad del ser.

Para los existencialistas y en la filosofía ontológica, se plantea al ser y su unicidad además al devenir del ser. Los seres humanos somos seres lingüísticos, dotados de inteligencia y memoria lo que nos permite aprender y trascender. Así es como la palabra con su poder transformacional, genera futuros y podemos realmente cambiar la constitución de lo que somos. Pero, con lo indicado antes, ¿Qué sería lo que puede cambiar?, ¿el cuerpo, el espíritu o el alma? Para los antiguos griegos, Alberto piensa que estaba claro. Psique significa alma, por lo que psicología sea el tratado o el conocimiento del alma.  Sin embargo, se habla de lo espiritual, no de lo propio del alma, aunque en la unicidad, sea más o menos hablar de lo mismo. 

A la pregunta anterior, Alberto piensa que lo que cambia o pueda cambiar, sea lo que nos es único: el alma. Contiene la voluntad, que aplica según las fortalezas que lo forjan y usa como parte de su personalidad. Con esto, con el manejo de la voluntad y con la mirada ontológica, el alma hace la parte de lo que necesita en los tiempos que le toca vivir y en sintonía con las circunstancias. Al final, en la unicidad del ser, es que este puede cambiar en el tiempo y cohabitar en su cuerpo que reacciona a las emociones por medio de los sentimientos y a los factores externos a través de lo corporal.

Según los planteamientos del Gurú indio Sri Sri Raví Shankar, la existencia del ser humano tiene siete capas, algo como la piel de la cebolla. La más externa es el cuerpo, donde todo habita y todo pasa. Luego la segunda, es la respiración, sin la cual no hay vida. Estas dos constituyen el nivel corporal básico. El tercer nivel es la mente que codifica y co relaciona, luego el intelecto, lo propio del humano. La quinta es la memoria, la capacidad de recordar y que con el uso del intelecto, pueda reflexionar sobre lo que nos pasa, y aprender de forma consciente. La sexta es el ego, forjado en la infancia para protegernos de los agentes externos y que pudiera seguir protegiéndonos mucho mas allá desde donde podemos hacernos cargo.  Por último, la séptima, es el ser. Estas dos últimas capas representan los niveles espirituales de la existencia.

Alberto sabe por Jung que para trascender y conocer al ser, el hombre debe hacerse cargo de su capacidad de protección y del manejo de sus emociones. Entonces debe atravesar al ego. Jung lo llamaba “el regreso a casa”. Un poco ahora, Alberto entiende que es como conocer su esencia, aquello que los investigadores a través de la historia, han tratado de definir. No es parafraseable, parece, por lo que no se puede definir. Es por eso, que en la incapacidad de intelectualizar este concepto, lo hayan llamado inconsciente.  El regreso a casa no es más que romper barreras para atravesar al ego, y poder llegar a la esencia. Aquella que una vez pudimos ver en la ocasión de estar en el umbral de la muerte.
Dice Sven Doehner un psicólogo transpersonal mejicano, que en el caso del ego, algo debe morir para que algo nazca. Atravesar el ego es eso, es el propio desapego. Es como arrancar una pieza de belcro unida a otra pieza. Corremos el riesgo de lo desconocido, pero el premio siempre será el poder conocer al ser.

¿Qué es un espíritu joven?. Alberto no lo sabe. El espíritu está dado. Sin embargo sabe que nos movemos, que `podemos cambiar. En ese movimiento de desapego profundo de las creencias más íntimas, es que puede construir nuevas. En la acción y el movimiento abraza a su alma, a ese niño pequeño de su ser, que quiere ser libre. Con su alma y con su cuerpo, quizá llegue a la unicidad del ser: a su espíritu.

Yo digo ahora, “soy un alma joven”. ¿Espiritualidad o almanidad?"




sábado, 25 de abril de 2020

ESPÍRITU ESPIRITUAL


ESPÍRITU ESPIRITUAL

Si pudiera contar mis pasos caminados,
trotados y suspendidos en el tiempo.
Si pudiera clasificarlos y archivarlos,
verían que mi cuerpo va envejeciendo,
pero mi huella va en sentido reverso.

Vendavales aciagos han surcado mis sienes,
sus coletazos arrugaron mi piel,
pero me sostiene el macizo de mis cimientos,
la ubre del amor colgada en mi casa,
la mano de Dios y su bendición inmediata.

Yo le di a la desesperanza,
un boleto de ida sin retorno.
Solté las persianas del olvido
y me quedé con los embriones de la paz,
grandes sanadores de las heridas de mi alma.

Yo caminé al revés por la vida.
Nací vieja, con el abrazo del aire,
con mis pies plantados en tierra negra,
amamantando los pezones del amor,
como potaje y abono abundante.

Los años me han ido reverdeciendo.
Mi espiritualidad es cada día más frondosa,
me salva de las heridas del tiempo,
hace mis cruces más livianas
y mis conflictos menos dolorosos.

Quiero mezclar mi alma vieja,
con mi alma de niña, traerla de vuelta
y encadenarla en mi pecho,
solazarme en su inocencia y
sentir mi aire entre nubes y cielo.

Lo que me queda de camino,
lo sueño, hondamente espiritual,
con abundancia de amor, humor, alegría
y mi canasta de afectos rebosando.
Mi espíritu cristalino y más espiritual que nunca.

Gudelia Cavero Hurtado

viernes, 24 de abril de 2020

Lele/Espíritu juvenil


Un balance de mi Espíritu joven

Siguiendo los consejos de nuestra maestra en escritura, la querida Angela Feijoo, cuando me enteré del tema de nuestro escrito de este mes decidí hacer una búsqueda en internet sobre el mismo y muy juiciosa, como dicen aquí en Colombia, inicié el viaje por el ciberespacio. Entre las varias cosas que busqué me encontré con este lista de las características de las personas que tienen espíritu joven:

1.Te fascina rodearte de gente joven 
2. La tecnología es lo tuyo
3. Sigues a la moda 
4. Antes de preocuparte, te ocupas
5. Estado civil: viajando
6. Cuidas tu organismo 
7. Sonríes a más no poder

Partiendo de esta lista decidí hacer un relato poniendo a prueba mi cumplimiento de estas siete características de las personas con Espíritu joven. Leámoslo juntos a ver que tan bien me va en la evaluación.

Camino todos los días con mi espíritu joven recién perfumada por las calles de Caracas, a pesar de mis …ticuatro, muy bien llevados por cierto, paso el día rodeado de jóvenes sedientos de nuevos aprendizajes. Consulto con frecuencia, y estoy activa, en varias redes sociales, pero se me nota que no soy nativo digital como los  millennialscentennials, sobre todo cada vez que tengo que resolver un problema tecnológico por primera vez, creo que me falta osadía en los clicks. Voy vestida como  como siempre con  jeans y cualquier blusita, digamos que bastante juvenil, pero a la moda , moda, no estoy. Paso los días ocupándome  en vez de preocupándome, en eso si me puedo llevar el primer premio aliándome  con frecuencia con millennialscentennials para desarrollar maravillosos proyectos e iniciativas. Trabajo todos los días para que mi estado civil sea viajando, pero lo comparto con la dicha del felizmente casada. Tengo 20 puntos y hasta puedo dar clases de hábitos saludables.  

Mis alumnos se asombran cuando les cuento que el fin de semana hice un paseo en bicicleta montañera o que en febrero corrí una media maratón en Miami. Me doy el permiso de sonreir y me encanta estar con personas que tienen buen humor, pero podrías ser mucho mejor en sonreir a más no poder.

¡No te vayas nunca Espíritu joven!
María Elena Garassini



domingo, 12 de abril de 2020

reunión de abril 2020. Coordenadas

Reunión virtual de abril 2020
Domingo 26 de abril
Hora: 11 am
via ZOOM
Tema: Espíritu joven, (Espiritualidad, juventud del alma)
Host: Doña Maigualida




Imagen tomada de: globedia.com