viernes, 2 de octubre de 2020

Jesucita Peters/ Sept 2020

 

Autor: Jesucita Peters S.

Seis meses después de la cuarentena.

¿Ahora quién soy?


Estos seis meses han sido un subir y  bajar de emociones permitiéndome un sin fin de aprendizajes, los cuales me han permitido darme cuenta de lo vulnerables que somos, por cuanto el comienzo de la cuarentena coincidió con mi quebranto de salud y la tristeza de no poderme ir del país ya que me iba una semana después de la misma, quedándome literalmente con las maletas hechas y perdiéndome  el nacimiento de mi segundo nieto, así como otra serie de eventos familiares entre ellos los preparativos de la boda de mi hija mayor.

Aprendiendo realmente del significado del cultivo de las amistades en momentos de crisis,
allí te das cuenta de quienes  te aprecian  y te apoyan incondicionalmente y el significado de esa palabra de aliento tan importante en nuestras vidas, palabras conseguidas a través del grupo de los escribidores, gracias por estar.

La experiencia de estar enferma me enseño  a cultivar la espiritualidad  y a verme en retrospectiva, pude aprender  del perdón, de la aceptación,  y a soltar las cosas que no puedo cambiar.

Otro aprendizaje importante para mí en estos seis meses está vinculado con la planificación, yo a lo largo de mi vida siempre he tratado de no dejar al azar ninguno de los eventos que de una u otra forma se sucedían, pues  eran rigurosamente planeados en detalle por mí, hoy en día entiendo que uno planifica y Dios sencillamente dispone, en tal sentido, en el devenir de la vida hoy me siento más crecida y el aprendizaje continúa hasta el fin de nuestros días.

He aprendido a aceptar  que  los eventos importantes para mí,  aquellos que involucran toda una confluencia de emociones hoy tengo una manera distinta de aproximarme e interpretarlos  para mi bienestar y los de mis seres queridos. Entre ellas acompañar a mi hija en su boda a través  de internet, nunca me lo hubiese imaginado.

Aprendizajes infinitos haber vivido esta pandemia de la mejor manera con las herramientas con las que cuento y llevarla en armonía con mi entorno y conmigo misma.

Entender el gregarismo del ser humano y cuán importante y necesario es ese contacto con el otro que dábamos por   sentado y que hoy  esta vedado.
Añoranzas y aceptación de la realidad que no puedo cambiar  pues ya no dependen de mi control.

Hoy después de este tiempo entiendo ser mejor persona, me siento fortalecida ante todos estos acontecimientos  para seguir con el autobús de mi vida, ganando  nuevas experiencias para afrontar eventos desconocidos como el covid 19.

¿Y ahora quien soy?

Sigo siendo la misma persona, pero con una seria de aprendizajes acumulados en mi haber, existe un antes y un después de esta pandemia, estamos todos en la misma tempestad pero en distintas embarcaciones para lidiar con ella.

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