viernes, 22 de febrero de 2019

La Cuaima



Por Martín A. Fernández Ch.
Fecha: 21/02/2019

Se acercaba la hora de la reunión del Club de Escribidores, en la cual Tínmar es miembro; pero no hallaba el momento y la manera de decirle a Titis, su acompañante, que tenía que salir y que no estaba invitada, presintiendo que esto último la haría enardecer.  

Resultado de imagen para cuaimaTinmar, al ver que no podía seguir prolongando el momento, porque llegaría tarde, se sienta cómodamente en el sofá de la sala y llama a Titis. Había previsto el lugar más placentero y calmado de la casa: al lado de la ventana que ofrecía una fuerte claridad y una vista espléndida del Ávila, coincidiendo con la época cuando se encuentra verdoso.

̶  Hola cariño, quiero conversar contigo de la forma más cariñosa posible y deseo que tengas mucha comprensión conmigo. Tengo que decir que voy a salir a una reunión del Club de Escribidores –Tinmar se encontraba muy calmado, había ensayado lo que iba a decir y estudiado todos los escenarios que podía imaginar.

̶ Voy contigo –respondió Titis tajantemente y con una expresión endemoniada en su rostro.

̶  No puedes ir conmigo, tengo que ir solo.

̶  ¡Te dije que voy contigo! –volvió Titis a ratificar su postura con una voz más enérgica.

̶  ¡Que no te invitaron! –esta vez Tinmar, que solía siempre mantenerse en calma, alzó la voz más fuerte y se levantó del sofá.

̶  ¡Tú de esta casa no sales sin mí!

̶  Epa, Titis ¿Por qué tenemos que pelear? Contigo no se puede llegar a acuerdos, cómo es posible que solo puedo hacer lo que tú digas. Tienes que dejarme ser. Una verdadera relación amorosa debe respetar las individualidades. Estoy harto de ti, tanto que me tienes amarillo de la arrechera.

̶  Te dije, que sin mí no vas a ninguna parte –esta vez Titi se sonríe de una forma sarcástica y haciendo ademanes dejando entender que tiene la razón.

̶  Cómo te hago entender que no estás invitada, que no te quieren en la reunión.

̶  ¿Por qué no me quieren?

̶  Porque eres muy pegajosa, le das fiebre a la gente. Molestas tanto, que haces hinchar al hígado y hasta descontrolas la sangre. Y nadie desea sufrir de eso.

̶  ¡Pues, si no quieren que vaya, se jodieron, porque tú tampoco vas! –responde Titis, y en seguida se ríe a carcajadas.

̶  No seas tan intransigente, vamos a negociar.

̶  No hay negociación, si no voy contigo, no vas.

̶  Esta relación nuestra no va por buen camino, no es posible que no pueda salir solo ni a la esquina.

̶  ¡Pues no!

̶  Te voy a encerrar en la habitación, para ver si vas a poder impedir que me vayas.

̶  Sabes que no puedes, porque vivo en ti.

̶  No será por mucho tiempo, en tres semanas sales de mi vida, ¡Eso te lo juro!

̶  Eso será en tres semanas, pero hoy no vas sin mí.

Tinmar enfurecido, reconociendo que Titis tiene razón, deja la conversación y se va a su habitación a recostarse en la cama para relajarse y para seguir la recomendación del médico, quien le había mandado reposo absoluto. Y ella lo siguió y se acostó con él. A pesar del disgusto entre ellos, existe una relación de amor, aunque tóxica, pero solo el tiempo y la paciencia acabará con ese sufrimiento y podrán hacer de sus vidas lo que decidan, pero con la seguridad que más nunca volverán a encontrarse.

FIN

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