martes, 25 de junio de 2019

las máscaras


Autor: Jesucita Peters 

"Las máscaras"

Que difícil hablar de las máscaras será que hablar del hombre es un símil de las múltiples facetas que en la vida tenemos que adoptar ante la sociedad.
Quién no ha usado una máscara en alguna etapa de su vida, será que son necesarias para seguir transitando  en este plano.
Podríamos juzgarlas, serán buenas o malas, no lo sé, pero siento que son necesarias  ya que alivianan situaciones  de la vida.

Para mí ha sido una pérdida de identidad o perdida de mi primera mascara y todo comienza cuando paso a  primer año de bachillerato y le dicen a mi mamá que debe llevar la partida de nacimiento, rauda y veloz la negrita se dirige a la Jefatura del Recreo que fue donde me presentaron y solicita mi partida de nacimiento, allí el funcionario le dice a mamá,  miré señora aquí está una partida de nacimiento con la misma fecha , los mismos padres, pero su hija no se llama Magda de Jesús aquí aparece como Jesucita, pues a partir de allí a los 12 años comienzo con otra identidad y me toca ponerme y reconocerme con otra máscara a la que no estaba acostumbrada.

Mi familia cercana me llama Magda y los de la Universidad y trabajo Jesucita.
Es hasta anecdótico el día de mi matrimonio por Civil mi ex me dice, ¿ y quién es Jesucita?
La despersonalización representada. 

Pues en el transcurrir del tiempo nos acostumbramos al uso de múltiples máscaras que nos permiten pasar de la alegría a la tristeza, del desasosiego  al  bienestar, de la desesperanza a la esperanza y nos vamos amoldando a ellas  según las exigencias.
Las máscaras me permiten enamorarme de un día hermoso con un resplandeciente amanecer y un atardecer pleno de todo lo vivido en ese día. 
Me pongo otra máscara y disfruto la escucha de la melodía que al compás de todos los instrumentos  me llevan al éxtasis de lo escuchado. 
La máscara de la ternura me permite contemplar la risa de un niño jugando  con la magia de la inocencia.

Como no usar las máscaras de la vida que permiten el fluir de nuestra propia existencia.
Si hubiese que ponerle colores a mis máscaras serían todas de colores resplandecientes independientemente de las circunstancias, porque pienso que eso me ayudaría a salir airosa de todas las pruebas que me pone la vida.

A pesar de las múltiples máscaras que usamos lo importante es saber cuándo y cómo usarlas para contribuir con  nuestro bienestar.
En estos momentos de mi vida me estoy probando la máscara de la abuela que me llena de infinita ternura y amor por dar  y pensándolo bien me hace sentir con todas las emociones positivas a flor de piel, guao no pensé que me sentiría  así,es un maravilloso sentimiento al saber que ha  de venir una extensión de ti y crecerá  lo más hermoso  de la sociedad la familia, tu familia mejor expresión de amor imposible. 

En éstos momentos de mi vida siento la necesidad de usar las máscaras que me permitan transitar en consonancia con mis principios y valores y me permitan ir en busca de lo que me haga feliz, para mi ese es el  camino a seguir. Pues no  queda otra que seguir usando las máscaras que contribuyan al logro de la felicidad.



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