sábado, 7 de enero de 2023

HORMIGUERO EN MI CONCIENCIA

Autor: Martín A. Fernández Ch.

Fecha: 06/01/2023


1.  La Hormiga Atómica.

Cuando pienso en hormigas, de manera inmediata recuerdo éste comics de mi generación. Investigué en Youtube y en Google para acordarme de los detalles de este ficticio personaje heroico. Fue creado en el año 1965, cuando Yo tenía solo un año de nacido (aún no veía televisión), y su producción finalizó en el año 1968, aunque sus episodios fueron transmitido por televisión muchos años más, creo que hasta los 80. Su presentación venía acompañada de la frase: ¡Contra el mal, la Hormiga Atómica! Su origen fue que la afectó haberse expuesto a una radiación atómica, lo cual le produjo un desarrollo extraordinario de su fuerza y, pienso Yo, que también de su inteligencia.   

 

Algunas cosas curiosas de éste superhéroe eran: que tenía dos piernas y dos brazos, cuando las hormigas tienen seis patas (cuando niño, no le paré a esto); usaba un extraño casco blanco, supongo que era para protegerse, y una franela con la letra “A” pintada en su pecho, quizás porque era ególatra, y no usaba pantalón; para hacer ejercicio, levantaba pesas con su dedo índice, lo cual hacía con mucha facilidad (nunca lo vi parir); tenía un par de antenas, que le salían de su casco, las cuales le permitían escuchar las noticias por las señales de radio; vivía y trabajaba desde su laboratorio, el cual se ubicaba en el subsuelo; y volaba sin necesitar de alas ni capa. 

 

Me pregunto: ¿Los malos no suelen tener escondites subterráneos? ¿Por qué la Hormiga Atómica no tenía su laboratorio en lo alto de una montaña, si allí la señal de radio es mejor? Ahora que lo pienso, Batman tenía su escondite en una cueva subterránea, con razón su maldad para matar a Superman. ¿Qué función tenía el casco? ¿Cómo se protegían las antenas, si sobresalían del casco?


 2.  Fila india.

De Lunes a Viernes, camino alrededor de una hora en el Parque La Fila y hago algunos ejercicios de barras fijas, en la urbanización San Luis. En dichas caminatas, por el sendero de concreto, donde a un lado está la montaña y al otro un terreno plano con árboles, que es una franja de dicho parque que lo separa de la avenida principal, veo cruzar a las hormigas en dos filas indias, una de ida y otra de regreso con cargamento. Me pregunto: ¿Por qué atravesar dicha senda, si pueden buscar su alimento en la montaña? ¿Será que del otro lado hay mejores provisiones, a pesar del riesgo que toman de que las pisen? ¿Por qué van en fila india, una tras la otra y van de dos en dos o como tipo batallón? ¿Por qué las hojas que trasladan son de distintos tamaños, será porque algunas son más fuertes que otras?

3.  Revolución en la colonia.

Esta mañana, cuando hacía mi caminata, me conseguí con dos hormigueros. Uno, que sí andaban en dos filas indias, como indiqué antes;  y el otro, no respetaban un orden de filas, cruzaban de forma dispersa, desordenada, pero no estaban en guerra porque llevaban cargas de hojas, quizás no tenían quien las condujeran o habían iniciado una revolución contra su gobierno central y aún no han elegido a sus autoridades. ¿Qué habrá pasado con la hormiga reina? ¿Será que la metieron presa por abuso de poder o por acoso sexual? ¿Será que hubo un golpe de estado gestado por algunas hormigas soldados? 

Espero que no se dejen engañar por un militar para que lo elijan como gobernante, porque la van a pasar mal. Lo digo por experiencia. 



4.  El Sexo en las hormigas. 


Periódicamente, aparecen nuevos enjambres de reinas aladas y machos que también le salen alas, que abandonan el hormiguero para aparearse y empezar nuevas colonias. En este vuelo nupcial, los machos mueren luego de cumplir su placentera misión.

Según mi investigación, no muy profunda, hay hormigas obreras, que son las encargadas de buscar el alimento para llevarlas a las cámaras de crías, y hay hormigas reinas, encargadas de poner huevos para la reproducción de nuevos individuos, que en su mayoría nacerán como hembras estériles y sin alas, que serán obreras. 

Por lo que se puede apreciar, en estas colonias no hay aquello de luchas feministas que buscan la igualdad y el equilibrio del poder con respecto al sexo opuesto, porque son las que tienen mayoría y ejercen gobierno. Como dice aquella canción que se puso popular: “mi mujer me gobierna, esa vaina me gusta…”.

En cuanto al sexo, la cosa se pone color de hormiga para el macho. Ellos, solo tienen sexo un día en toda su vida, pero ese día lo disfrutan de manera brutal e intensa. Luego de haber entregado  su carga genética a una solo reina, fallece al poco tiempo. En algunas especies, esa reina cuando es fecundada, mata al macho cortándolo por la mitad. Esto se le podría llamar “violencia de género ó sexo que mata”. La hormiga reina, sin embargo, puede seguir practicando el sexo, con otros candidatos, mientras dure el celo. Pero en algunas especies, el macho le deja clavado el edeago o pene, en el digitus o ranura vaginal, así impide que otro macho se le coma su bistec; es decir, “si no hay para mí, no hay para más nadie”. 


Aquí es donde algunas mujeres quisieran ser reinas y los machos hacerse los pendejos. 

Algo interesante, las reinas tienen dimensiones más prominentes que los machos, sobre todo su abdomen y trasero, como en muchas especies animales donde las hembras tienen sus cuerpos adornados de manera natural. Esto es como un “Pequinés” tratando de preñar a una “Gran Danés”. 


5.  Hormigueo en los pies.

No sé si es por la edad que tengo, pero últimamente, cuando me acuesto, antes de conciliar el sueño, siento un hormigueo en los pies, que en algunas ocasiones me sube hasta la altura de mis rodillas. Me pregunto: ¿Por qué a esa sensación lo llaman hormigueo? ¿Quién ha sentido un hormiguero, para semejarlo a dicha sensación? ¿Usted lector, sabe a lo que me refiero con hormigueo en los pies? ¿Será que por mis venas corre sangre de hormiga? Si es así, entonces, mujeres reinas tengan cuidado para no dejarles mi edeago clavado en el digitus.

6.  No te sientas hormiga.

He escuchado a personas decir que se sienten como una hormiga. Si es por la sensación de sentirse pequeñas, les digo que todos somos como hormigas, y si quieren deprimirse más, que investiguen sobre el tamaño de la Tierra con respecto al universo y más allá. Así que no se sientan como hormiga, sino más bien reconozcan lo pequeño e insignificante que somos y piensen en que, a pesar de eso, la humanidad ha hecho mucho, además de pelearnos. 

Nuestra capacidad de construcción e influir es tan grande que podemos cambiar el orden de ese universo. Espero que a la humanidad o al grupo de científicos locos de la industria aeroespacial no se les ocurra acercar la Luna a la Tierra, por aquello de quererse enamorar más.

7. Las Hormigas saben de matemáticas.

En mis caminatas mañaneras, como indiqué anteriormente, he visto un hormiguero que, en vez de andar de forma transversal por la caminería, lo hace de forma diagonal. Me pregunto:
- ¿Será que aprendieron matemáticas y se dieron cuenta que es mejor andar por la hipotenusa?
- ¿Será que un matemático trascendió a otra vida, pero esta vez como hormiga?

Teorema de Pitágoras, palabras más, palabras menos: "La hipotenusa al cuadrado es igual a la suma de los catetos, cada uno al cuadrado". 

Esto me costó aprenderlo en bachillerato, pero ellas lo hacen de manera natural. 


8. César, la Gran Hormiga Chamán.

He visto que hay hormigas que parecieran que están descarriadas, es decir, no van en formación, sino a una dirección muy particular.

- ¿A dónde vas?

- Voy a verme con el Chamán César.

- ¿Y eso?

- Es que tuve un desamor con la Reina

- ¿Y vas a gastar tiempo con el Chamán? ¿Tú no sabes que somos hormigas obreras? Nosotros estamos para trabajar para ella y solo hay pocos machos que la pueden montar. Además, Yo no desearía ser macho, porque después de aparear a la Reina, ella misma te corta por la mitad y mueres. ¿Aún quieres ir a donde el Chaman?

- Sí, porque tus palabras no alivian este guayabo que tengo.

- Entonces, anda, consulta con el Gran César. Seguro te dirá lo mismo que Yo. Si quieres gastar un pago sin necesidad, hazlo. Y quiero decirte que ese guayabo se te quitará en una semana.

 

 

Luego de la consulta con el Chamán César...

- Epa chamo ¿Cómo te fue?

- Excelente, me dijo que me atreviera a montar a la Reina. Eso sí, que le dejara clavado el edeago y que saliera corriendo antes de que se volteara para picarme.

- Es decir, que eches un polvo rapidito y sales como demonio que lleva el alma ¿Y cuanto de cobró?

- Un par de hojas verdes.

- ¡Qué barato! Como que también voy a ir a consultarme con él.

- ¿Sobre qué vas a hablarle?

- ¿Por qué dicen que los cangrejos son inmortales y nosotros no?

 

9.  El Hormiguero, programa de TV.


Quisieras saber por qué Pablo Motos o los productores, decidieron llamar a su programa de televisión “El Hormiguero”. ¿Será que pensaban organizar algún concurso de belleza con desfiles de hormigas reinas? 

Lo curioso son los dos títeres que simulan unas hormigas, llamadas Trancas y Barrancas, que le ponen algo de humor al programa. Pienso que hay una incongruencia con esos muñecos: cada uno tiene un diente ¿Será porque son infantes que le están empezando a salir o son un par de viejos y esos son los dientes que le quedan? Otra cosa es que tienen dos brazos y piernas ¿Será que inicialmente se copiaron de la Hormiga Atómica o que las dos patas faltantes le estorbaban para sus chistes? Si se hubieran copiado de la Hormiga Atómica, entonces, ¿Por qué no tienen casco?


10.  El Chapulín Colorado ¿Una hormiga defectuosa?

Es posible que este personaje cómico, del cual muchos disfrutamos de sus torpezas, pero que aún así salvaba a su víctima, estuviese inspirado en la Hormiga Atómica, pero con un traje especial de color rojo, y que, en vez de tener una “A” en su pecho, tenía un corazón con la inscripción de las letras “CH” en su pecho, que supuestamente eran sus iniciales ó quizás sería una premonición sobre una nueva ideología política en Latinoamérica. 

Lo curioso eran sus antenas de vinil, que detectaban cuando el peligro se aproximaba. Esto era lo único que lo asemejaba con la Hormiga Atómica, ya que no tenía fuerza, ni sabía volar, dos grandes diferencias que los distingían. 

Cuando la víctima decía “Y ahora ¿Quién podrá defenderme?”, era cuando este personaje aparecía de la nada con un grito de “YO” y la víctima gritaba “el Chapulín Colorado”. 

Además, ésta seudohormiga o héroe antagónico tenía frases que se hicieron famosas y que replicábamos cuando niños, aunque también siendo viejos, como fueron: "No contaban con mi astucia", "que no panda el cúnico", "lo tenía fríamente calculado". 

El Chapulín era un héroe atípico, porque era miedoso, torpe, no era rápido deduciendo situaciones, creaba más problemas de los que resolvía, pero con todo ese caos que originaba, de manera sorpresiva y, además, con la ayuda de la víctima, lograba resolver la situación.

PD: En México, Chapulín significa: Saltamontes del náhuatl chapolin, de "chapā(nia)" rebotar y "olli" hule, “insecto que brinca como pelota de hule”, es el nombre de algunos insectos ortópteros nativos de México.








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