miércoles, 31 de mayo de 2023

Susurros/Jesucita Peters

 Autor: Jesucita Peters S.

Fecha: 28­-05-2023

 “La vida sin el susurro, no sería vida”


Cuantas veces hemos susurrado, será posible cuantificar , no lo sé, pero lo que si es cierto es que en nuestro transitar en cada momento hay un susurro, porque en cada paso de nuestra vida ese yo interno está conectado con todas nuestras vivencias agradables y otras no tanto, pero vivencias al fin, que van moldeando tú yo y que te sirve para definir tu personalidad, es ese “Pepito Grillo” que de una u otra forma constituye la guía para todo lo que hacemos, está muy ligado y asociado al remordimiento según los cánones sociales que marquen nuestro entorno , según eso podríamos calificarlo como que actuamos bien o mal ante una situación particular.

Existen susurros que atormentan el alma, pueden ser tan inquietantes que hasta la actividad onírica puede verse interrumpida, creándonos desasosiego, intranquilidad, angustias; llevándonos  a hacernos ciertas interrogantes que puedan  justificar nuestro actuar,  a fin de calmarnos.

También hay susurros que pueden invadir y fomentar momentos de bienestar, no hay susurros más maravillosos que cuando se está enamorado en dónde los colores, sabores y olores adquieren otra vibra y nos hacen sentirnos que la vida es bella y espléndida y qué vale la pena vivirla. Quizás por eso se dice, que el que no ha estado enamorado no ha vivido, cuantos susurros implícitos en ello, increíble no lo había pensado antes.


Las emociones están muy asociadas a nuestros susurros, por cuanto existen momentos de mucha intensidad en nuestras vidas:cuando nos graduamos: cómo saldrá todo; al cazarnos: habré escogido a la persona ideal; antes de nacer un hijo: susurramos vendrá bien, sin anomalías; cuando tenemos a un familiar enfermo, entre muchos otros, las emociones presentes en esos eventos hacen qué nuestros susurros no nos abandonen.


Me acuerdo en unos de esos viajes míos, siempre me ilusiono
ir a Venecia y cuándo estuve allí fueron tantas emociones y susurros que invadieron mi alma de gozo, cómo no recordarlo.


Cuando vi esas caritas y revisar a mis hijas al nacer que estaban completas, cuántos susurros y agradecimiento porque así haya sido.
Ver mis hijas hoy convertidas en mujeres profesionales, madres y esposas, aunque no lo diga los susurros siempre estarán presentes para enorgullecerme.


Que increíble, tenemos aspectos de nuestro transitar en este plano que no los hacemos conscientes ya que se dan por sentado, pero están allí formando parte de nosotros “ssssssss” bajito suave suavecito, el susurro
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario