martes, 1 de septiembre de 2015


VIAGGIO PER LA BELLA LINGUA ITALIANA 

Vaya ocurrencia la de esta gente del Club de Escribidores de proponer como tema del mes "el viaje", precisamente ahora que en nuestro país casi no hay vuelos ni cupo de viajeros. ¡Eso es una provocación! Es como "escribir de la soga en la casa del ahorcado". Se me ocurre entonces relatar el viaje que estoy realizando a través de la bella lengua italiana, para lo cual no he requerido de boletos, ni visa ni pasaporte.
Ha sido fascinante. Todo se inició cuando realicé un viaje de negocios a la China y el vuelo hizo escala en Milán, donde tomaría una conexión a Shanghai. Al presentarme al estante de Alitalia me dicen que el vuelo había sido cancelado y saldría al día siguiente. Acostumbrado a ver lo positivo y a tomar las cosas con calma, me preparé para pasar de la mejor manera mi larga espera en el aeropuerto de Malpensa. Compré varios ejemplares de la prensa italiana, pensando que teniendo el español y el italiano una raíz común, sería fácil leerlos. Pocos minutos bastaron para darme cuenta de cuan equivocado estaba. Tuve que comprar un diccionario y terminé leyendo mas el librito que la misma prensa. Fue tal mi decepción que me propuse inscribirme en un curso de italiano tan pronto regresara a Venezuela.
De vuelta en Valencia conseguí dos opciones, una en el Club Italo y la otra en la Escuela de la Iglesia San Antonio. Me decidí por esta última confiando que el santo patrono me ayudaría en el aprendizaje. Me enteré rápidamente que poco podía hacer, porque resulta que no era italiano, nació en Lisboa y si se le conoce como San Antonio de Padua, es porque murió en esa ciudad italiana que lo adopto como suyo.
Así que sin ningún apoyo celestial inicié el curso. Cada día era un aprendizaje, descubría palabras que en italiano se escriben igual pero tienen significados completamente distintos. Cuando dicen : "guardando la TV" no es que la estén colocando dentro de un clóset, simplemente estan "mirando la TV" y salir a "prendere il sole" no significa que le van a echar candela al astro rey que ya esta ardiendo desde hace millones de años, lo que quieren decir es: "tomar el sol". Otras palabras son muy curiosas, hasta divertidas, como por ejemplo "Pipistrello", que no es lo que pudiera pensarse, que se trata de un miembro estrella de la familia, es la palabra italiana para denominar a un "murciélago".
Todos los sustantivos terminados en "O" son masculinos, con la excepción de "mano" que es femenino. Así, el sustantivo "cuchara" que en el español pudiéramos considerarlo como emblema de la femineidad, en el italiano es horriblemente masculino y se escribe "Il cucchiaio". Les digo sinceramente, prefiero la femenina cuchara de mi lengua española.
En el abecedario italiano no existe la X, y se consigue solo en palabras de origen extranjero. Pero tranquilos, no se alarmen, el sexo por supuesto que lo practican, solo que se escribe "sesso".
También conseguí que aprender canciones es una manera agradable de practicar. Hace unas semanas encontré una que popularizó Nico Fidenco titulada "Legata a un granello di sabbia". Se me ocurrió tomar la guitarra y cantársela a mi esposa. La primera estrofa comienza diciendo: "Ti voglio culare, culare", iba "embalado" al siguiente verso, cuando vi la cara muy seria que me puso mi mujer y se me desplomó toda mi inspiración. Me preguntó que era eso de "culare, culare" y me pidió que le hablara en español.
Algunos amigos en chanza me preguntan sin es que tengo una amante del país de la bota, ya que les llama mucho la atención tanto interés por el idioma. Pero es que hasta yo mismo me sorprendo, porque nunca me gustó el italiano, ni me gusta, ni me gustará, pero eso si, ¡las italianas me encantan!

Lionel Álvarez Ibarra
Septiembre 2015



1 comentario:

  1. Gracias querido Lionel por siempre hacerme reír y sonreír al leer tus textos llenos de humor inteligente. Espero que sigas disfrutando de tu viaje por la lengua italiana, porque aprender es una forma maravillosa de viajar.

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