martes, 5 de mayo de 2015

Cuento gerencial

El mosquito y el vector


“En esta empresa los valores no se enseñan, se contagian”

Esta es una frase de una empresa en la que trabajo dicha por uno de sus directores y accionistas. Desde el principio, ellos trabajaron con la gente, se involucraron, y transfirieron en forma directa a sus empleados, sus fortalezas, valores y creencias. Aunque hoy no están en la empresa, los valores siguen presentes y realmente se siguen contagiando.

Elsa Puncet también ha dicho que las emociones positivas se contagian, gracias a las neuronas espejo, que antes se habían observado en primates, pero que hoy, desde la neurociencia, se reconoce que pertenecen también a los humanos. Las neuronas espejo le otorgan al ser humano la capacidad de “ponerse en el lugar del otro” y también  de producir la imitación: de allí, lo de espejo. En espejo entonces, podemos contagiarnos de la risa, del buen humor, de la sonrisa, de un bostezo, de un acto amable.  De allí también, es que quizá se diga como al inicio, que los valores y principios se puedan contagiar.

Un espejo nos muestra lo que somos a la luz de la realidad, pero como metáfora nos pudiera mostrar lo que no hemos sido capaces de ver o hasta lo que quisiéramos llegar a ser en el futuro. Los comportamientos organizacionales y sociales, también pudieran estar expuestos a las neuronas espejo y producir cambios reales en las organizaciones, desde el punto de vista del bienestar y la felicidad.

¿Es la felicidad contagiosa?. La felicidad entendida desde la psicología positiva es un estado de bienestar en que nos encontramos, distinto al malestar o la infelicidad. La felicidad dicho en términos de la psicología positiva, es un continuo cuyo extremo no es la infelicidad sino la ausencia de ella. Si esto es cierto, entonces, ¿en donde esta la infelicidad?. Seguramente en otro continuo donde los aspectos negativos van desde lo obscuro de las pasiones negativas del psique hasta la capacidad de estar en un estado neutro o de bienestar relativo, es espacio perfecto para llegar a estar mejor cada día, hasta poder desarrollar nuestras fortalezas y ser la mejor versión de si mismos.

Las neuronas espejo nos abren un mundo de oportunidades para la promoción del bienestar social y organizacional. Definitivamente, las actitudes de los directores impactan positiva o negativamente en el resto. Directores enganchados en el resentimiento social, solo van a traer mas malestar, que seguramente se traduce en baja productividad, y entonces,  en un ciclo negativo, se actúe mal, produciendo menos productividad, y así hasta que se cierren operaciones o se comprenda este fenómeno y se logre comprender la necesidad de atender las necesidades de la gente.

¿Qué deben hacer las organizaciones?  Desde la nueva visión de empresas que hoy tenemos, se deben estructurar planes de bienestar completos que entiendan lo complejo del “estar comprometido” con algo, y que ese compromiso se genera desde la construcción de elementos que van por una parte, de lo meramente económico y de beneficios, y de lo intangible por el otro. Los elementos del salario intangible, estarían  formados por los aspectos relacionados con la generación del bienestar bio psico social, fundamentados en la generación de ambientes positivos, con trabajos retadores, con metas alcanzables, en lugares de trabajo orientados a la acción, con relaciones humanas orientadas a la comunicación y definitivamente enfocados al bienestar.

La enfermedad es al bienestar como el mosquito es al vector. 
Esta metáfora pretendería explicar como lograr que los ambientes de trabajo con valores y principios, se lleguen a contagiar. Desde la psicología positiva podemos estructurar planes de acción para la promoción del bienestar y para el “contagio” se requerirían coaches entrenados y capacitados, para atender a las personas y poder acompañarlas en el conocimiento y desarrollo de sus fortalezas personales, y en poder encontrar los caminos adecuados para alcanzar las metas, superando los juicios que paralizan y las emociones que limitan la acción e impiden la promoción del bienestar.


Esta dupla estará en un futuro cercano, llamada a establecer prioridades de gestión de gente orientados en establecer compromisos, una vez que se construyen empresas retadoras, orientadas al logro, al crecimiento personal, a la innovación y definitivamente a la promoción del bienestar. El bienestar y su vector.

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PD: tengo dos sesiones que no aparezco. Este mes, publico el final del cuento que llegó a seis capítulos. Ya todo terminó. A veces uno escribe y solo se es un espectador de lo que los personajes te cuentan,, y te quedas como ajeno a la trama. Solo se trata de escuchar, interpretar y escribir. Me comprometo para Junio, entregarles el cuento completo de las aventuras de Ima Tintaya y Majnú en la Tierra de Gracia. Veremos como se unen los ciclos, se cierran brechas y todo, al final, tiene sentido...
Alberto

1 comentario:

  1. Excelente tu artículo, es muy interesante y lo voy a reenviar a mis compañeros del Diplomado de Psicología Positiva. Gracias por compartir estos conocimientos.

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