sábado, 18 de marzo de 2017

A los hombres de mi vida, de la vida

Queridos TODOS

Hoy los honro, los exalto, porque ser su mejor versión es el regalo mas maravilloso que cualquier madre o padre, amigo o amiga, vecino o vecina, socio o socia, hijo o hija, nuera, cuñada o cuñado, en fin…cualquiera pueda tener.

Doy gracias a la vida, que me ha dado tanto, haber compartido con muchos hombres maravillosos, inteligentes, sensibles, sencillos, de buen humor, cariñosos, atentos.

También doy gracias a la vida por el hombre que hay en mi,  práctico, sencillo, entusiasta, bromista, concreto, resolvedor…

Soy hija de un hombre especial, justo y maravilloso, que tiene lo que llamo un “Angel” que se ha ido heredando en mi familia. En que consiste ese “Angel” al cual me refiero. Yo lo defino como un “carácter especial” que les permite cultivarse, disfrutar enormemente la vida, estar siempre interesados y curiosos por los demás y con disposición a apoyarlos si lo requieren, todo esto con armonía y un excelente estado de ánimo. Mi papá es la asertividad y la humildad personificada con mucho que dar. Es, sin ser perfecto, ni nada cercano a ello, una persona luminosa, que irradia bienestar y es maravilloso ser parte de su vida. Mi papá, sin lugar a dudas es el primer hombre de mi vida. Tanto así que recuerdo, estando en tercer grado, que la maestra pidió que hicieramos una redacción de la persona que mas admirabamos, como una tarea escolar para practicar “esa destreza de redactar” y yo hice mi redacción sobre mi papá. Ya desde ese entonces estaba clara que era una de las personas más importantes de mi vida.

Soy esposa de un hombre especial. Se podrán imaginar que con un papá como el que les describí, el tema en la adolescencia de que me “gustara algún hombre” me puso la vara muy alta... lo conocí a los 15 años y nos hicimos novios a los 16, es mi actual esposo, que, como se podrán imaginar cuando lo conocí, dije, este es el mío, tipos así, no andan por ahí con frecuencia , y gracias a Dios el también se fijó en mí. Es un tipo muy especial, tan especial como mi papá, pero diferente. Lo que me hizo aprender que hay más de una manera de tener una cualidad, o ser “especiales” y no necesariamente ser iguales. Creo que lo que mejor puede definir a ese segundo hombre especial de mi vida es la noción de “justicia y sensibilidad social,  una alegría genuina/buen humor y el llevar la vida lo mejor posible con un toque maravilloso de sencillez”, que al igual que el “angel de mi papá” puede estar presente tanto en hombres como en mujeres. Creo que esta característica suya, al igual que mi papá, él la heredó de su mamá y como hombre la supo desarrollar.


Estas dos experiencias tempranas en mi vida, una de niña y otra de adolescente con dos hombres maravillosos, me han brindado la oportunidad de descubrir en cada hombre su lado luminoso (insisto, teniendo muy presente sus defectos o fortalezas poco desarrolladas) y disfrutarlos al máximo en hijos ( me tocaron 4 hijos varones), amigos ( muchos muy especiales), familiares (hermano, cuñados, tíos, primos, sobrinos, abuelos, suegro), hijos académicos (estudiantes adoptados por mi como tutora o amiga) conectándome con ellos desde sus inquietudes y vulnerabilidades , asi como desde sus sueños y energía, ampliando así mi conocimiento de lo masculino.

¡Doy gracias a la vida por haber nacido en la familia que nací, con un ejemplo de paternidad maravillosa, tener la familia nuclear y extendida con un ejemplo de masculidad original y también maravilloso, y tener unos entornos laborales y de amistad donde hombres y mujeres son valorados por sus potencialidades y no por un esteriotipo tradicional!




Lele

2 comentarios:

  1. Lele, hermosa la carta. Espero ser alguno de ellos, si es así, para mí es un compromiso placentero para seguir construyendo mi mejor versión y merecerme eso.

    Gracias

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  2. Gracias Lele por recordarnos siempre la importancia de valorar a los hombres maravillosos que hay en nuestras vidas.

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