sábado, 25 de marzo de 2017

Para Luis Alejandro ...

Mi querido Luisale….


Érase una noche aquel 23 de Enero en una clínica caraqueña,  cuando tú llegaste por primera vez a mis brazos. Fuiste el primer bebé recién nacido que cargué y llevaba mi sangre mezclada corriendo por sus venas.  Nunca te imaginarás cuanta emoción, cuanto amor y cuantas cosas me hiciste entender en esos momentos. Recuerdo claramente la fiesta familiar en aquel cuarto de clínica, siendo tú  el primer hijo, el primer nieto y el primer sobrino  de la familia, no te dejaron mucho tiempo en mis brazos: éramos muchos  haciendo cola para cargarte y acurrucarte.

Si observas un poco esas fotos de tu primer año de vida donde tú y yo estábamos juntos, en muchas estoy mirándote con cara de tonta. Si, estaba totalmente babeada,  repleta de ternura y amor por ti.

Eras una belleza de bebe, TAN  dulce, de pies grandes  y ojos claros, los cuales fueron cambiando de color muchas veces mientras crecías.  Me enseñaste a jugar juntos en el suelo  y me encantaba hacerlo. Fuiste el primer bebé que rompió un carrito de adorno en mi sala  y recuerdo me sentí feliz y hasta orgullosa  de que aquello hubiera ocurrido.  Te encantaba salir a pasear e ir a “Papaparti” (así llamabas en tu cortísima lengua  a tu parque infantil preferido).  Recuerdo  cuando comenzaste a hablar:   decías “tetequeo” en lugar de “te quiero” y era tan lindo escucharlo, que todavía hoy  me gusta decírtelo de vez en cuando.  Son tantos y tan especiales los recuerdos que atesoro de esos primeros  años de vida donde pude verte crecer tan de cerquita.

Desde muy pequeñito descubrí el ser humano especial que eres.  No es “casualidad” que tus padres me hayan elegido como tu madrina ¿Sera que ellos presentían cuanto  te iba a querer yo?....  La verdad, yo no te quiero porque seas mi  ahijado; te quiero, porque tú eres tú, y por eso te seguiré amando siempre.

Ya eres un bello adolescente de 16 años,  muy alto  y elegante, al cual sigo amando en grande  y del cual me siento muy orgullosa: eres muy inteligente, sociable  y simpático; familiar,  creyente, con un alma bella y generosa; muy comprometido, persistente y audaz con los objetivos  que quieres lograr.   Me encanta cuando conversamos y me cuentas de tus cosas: del básquet, de tus amigos, de tus éxitos y tantas cosas más.

Nunca sabrás que feliz me sentí en diciembre cuando me llevaste a pasear a tu lugar  preferido en el rio. Te confieso que no podía creer, como aquel bebecito que cargue tantas veces, ya fuera un hombre fuerte y fornido, de uno noventa de alto, que manejaba aquel carro donde yo solo iba de copiloto: ¡¡¡Que felicidad y que orgullo tan grande!!!  Entender que ya no jugábamos en el piso, sino que llevábamos un dialogo de adultos, intercambiando puntos de vista y conversando de chicas, de tus próximos estudios universitarios  y de los sueños para esa maravillosa adultez que te espera. Sé que tienes grandes planes para tu vida y también sé que tienes las habilidades y las ganas necesarias para hacerlos realidad: ¡Adelante mi bello! Le pido a Dios que seas un hombre sano, muy realizado, muy amado y muy feliz.

Luisale, siempre, siempre, siempre, contarás conmigo para escucharte, acompañarte,  aplaudirte y ayudarte en lo que me pidas.  Dios me dio la responsabilidad de consentirte, amarte y apoyarte, y así será eternamente

Con todo mi amor…
Tía Maigua

Marzo, 2017

5 comentarios:

  1. Pocos amores se comparan a los que las tías tenemos por nuestros sobrinos, incluso si no llevan nuestra sangre. Querer alguien por extensión del amor, incluso antes de que nazca y luego quererlo por la persona que es. Gracias por compartirlo. Estoy segura de que Luis Alejandro es un ser más feliz y mejor por tener tu amor en su vida.

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    1. Gracias Angela por tan especiales y amorosas palabras, muy reales por cierto. Si, se quiere MUCHO a los sobrinos. Yo tengo dos y los amo mucho. Un abrazo grande para ti

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  3. Maigualida que razón tienes. Los sobrinos los amamos profundamente y ellos corresponden a esos amores. Somos parte de sus vidas sin la presión de ser papás. Por eso los disfrutamos tanto. Estoy de acuerdo con Angela Luis Alejandro es más feliz por tenerte en su vida. Gracias amiga

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    1. Así es mi Irma linda. Los amamos mucho y no nos toca criarlos, solo consentirlos. Te extrañamos en la reunión de esta tarde. Un abrazo

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