miércoles, 22 de marzo de 2017

PERDÓNAME

Escrita por MARTÍN FERNÁNDEZ, 13 Abril 2017



Me atreví a escribirte porque siento que aún podemos rescatar nuestra relación. Es cierto que he sido egoísta, que solo pienso y hago todo por mí. Pero debes considerar que todo mi esfuerzo ha tenido como norte ayudarte, a poner el granito de arena que me ensañaron mis padres para que una patria avance: estudiar, trabajar, ayudar a los demás, tener familia, amar a mis hijos, respetar, en fin, ser un buen hijo de la patria. Pero parece que no es suficiente, y por eso estoy triste.

Desde hace un tiempo, he estado viendo cómo has cambiado. Antes eras alegre, animosa, hasta pretenciosa, ¡tenías con qué!  Se vivía en libertad, a aquella que se refiere a estar sin preocupaciones por los alimentos básicos, por las medicinas, por la educación de los hijos, por la seguridad, por todo aquello que actualmente empaña y oscurece nuestro amor.

No te he abandonado, porque todo lo que soy te lo debo a ti. En el año 53 recibiste a mi padre, que con tan solo 15 años se aventuró a cruzar el Atlántico, desde Canarias, para vivir contigo sin conocerte, solo por referencia de amigos y familiares que decían: país próspero y de paz. Tanto amor le distes que la Vinotinto la lleva por dentro y la defiende ante la “furia española”. Él siempre me dice que solo necesitas que te quieran de verdad.

Pienso que no es difícil que cambies. Pero primero hace falta ponerte en orden. Tienes que entender que debes dejar de ser la mamá gallina, porque la única manera que tus hijos se vuelvan hombres prósperos es dejarlos solos. Ya basta que los ayudes sin que tengan méritos. Estoy seguro que entenderán que las mejores cosas se obtienen del esfuerzo propio, y que así sentirán orgullo.

Entiendo que no puedes avanzar porque te encuentras infectada de zamuros en los cielos, que vigilan con sus vuelos circulares las cucarachas y ratas que están a su merced, reproduciéndose en los basureros de algunas almas, con el fin de ahuyentar  aquel ciudadano que te pretenda. Pero no te angusties, ten paciencia, porque cada vez somos más quienes deseamos acabar con esta maldad. Además, confío en que su propia avaricia carroñera los destruirá.

Te confieso que a veces dudo. Me imagino que no soy el único que, de tanto esfuerzo por ser optimista ante tantas adversidades, haya pensado en tirar la toalla y rendirse como muchos lo hicieron, quienes se fueron a vivir a otras tierras en busca de paz, a pesar de tener que soportar las indignaciones por ser extranjeros. Espero que vuelvan a tus brazos, que los recibas con afecto y sin rencor por abandonarte, porque no han dejado de pensarte y siguen conectados a ti por siempre.

Espero que me perdones por este desaire que me embarga, que envenena mi cuerpo. Es que cuando veo personas en la calle hurgando la basura para comer, me escondo en mi ser avergonzado como venezolano, porque no tengo idea cómo cambiar esto. Sufro cuando camino por las calles de Chacao acompañado de huesos con ropa que caminan con ojos saltones que miran al vacío, y que se han convertido en sufrimiento.

Pero aquí sigo mi amada Venezuela, haciendo lo que sé hacer: estudiar y trabajar. Seguiré amándote aunque sigas arisca, lo haré contagiando de entusiasmo a la gente, deseando los buenos días, promoviendo el bienestar y teniendo fe en Dios que esto cambiará pronto.

Me despido, con todo mi amor.



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5 comentarios:

  1. Me encantó tu escrito, Martin. Fluye claro y sencillo.
    Felicitaciones!

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  2. Creo en el amor verdadero cuando se agradece y se pide perdón. Me gustó mucho leer tu carta Martín.

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  3. Hermosa carta Martín, cuando se escribe desde el corazón todo se dice y se entiende muy fácil.

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  4. Querido Martín, al leer tu carta sentí un corrientazo de tristeza, pero también la profunda convicción, de que la Venezuela que tenemos se está construyendo en el subsuelo, con gente como tú, como todos nosotros y muchos que no hemos parado de luchar.

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  5. Excelente mi hermano gente asi es que necesitamos en este pais,luchando todo los dias y sin miedo, asi son lo que de verdad son verdaderos venezolanos

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