jueves, 30 de junio de 2016

Prestidigitadora

Tienes muchos lápices, plumas y bolígrafos de cuanto color alguna vez has encontrado, cada uno probado, para verificar su andar fluido sobre el papel.  Cuadernos y libretas cuidadosamente escogidos haciendo cola para ponerse al servicio de tu mano ágil ya, con la práctica, que conecta tus pensamientos de forma indeleble con el mundo exterior y, en sentido contrario,  vincula mucho de lo que ocurre en el mundo con tu cerebro y, a través de él, con el resto de tu ser. Te repites que no hace falta nada de eso, pero es que el placer de escribir incluye la escogencia de las herramientas y los materiales. Y es que escribir puede ser para ti físico, mental, emocional y espiritual.

Tomas notas de reuniones, entrevistas y clases, aunque nunca las leas, porque sabes que escuchas, comprendes, integras y recuerdas mediante el proceso de convertir los sonidos en palabras visibles sobre el blanco papel, desprovisto de líneas limitantes, en el color de turno, con diferentes tipos de letras, ritmos y presiones, para hacer los énfasis que en ese momento se hacen necesarios.

También te plasmas digitando en una pantalla, que inicia blanca y luminosa, con el latido del cursor, ansioso de convertirse en vivo corazón, sereno y pausado o inquieto y veloz, de aquello que te ocupa en ese teclear. Siempre con la posibilidad de corregir y cambiar para mejorar.
Te descubres escribiendo borradores en whatsapp, porque estás segura de que ese corto mensaje puede decir mucho más que la suma de todas las letras que contendrá.
Te esmeras en la redacción de toda comunicación, aunque sea rutinaria, con el objetivo de que su interpretación por parte del lector coincida con tu intención.
Puedes pasar horas buscando y encontrando palabras opcionales para luego seleccionar LA palabra precisa

Juegas con las palabras, con el atrevimiento de intentar componer versos para expresar emociones, sentimientos, y reflexiones. Y con las mismas palabras emprendes otros juegos, en constantes retos mentales, en busca de significado, sentido o pura diversión.

Te fascinan las palabras y las infinitas posibilidades que ofrece su combinación. Y cuando, con mayor o menor satisfacción, sueltas lo escrito, haciéndolo definitivo, tu espíritu se eleva porque ha vuelto a ocurrir la magia de las palabras en el acto de escribir.
Carmen Lucía Rojas


1 comentario:

  1. Excelente escrito Carmen, lo disfrutamos con sus hermosas plumas de gala, por que resulta que también practicas el dibujo o la pintura+++++

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