Autor: JesucitaPeters S.
Fecha: 27 de Mayo 2021
La buena vida
Hablar de “La
buena vida”, el tenerla ya es una bendición, pero si, en el transcurrir de
la construcción de nuestras vidas, se van entrelazando toda una serie de
acontecimientos que nos hacen ver la noche con un cielo estrellado, y a veces
uno piensa y se pregunta, ¿podrá esta vista formar parte de “La buena vida”?;pero pensándolo bien,
son esos momentos que te reconfortan y te permiten alcanzar el bienestar lo que
yo llamaría “La buena vida”.
Quizás al principio de nuestras vidas se piensa
que “La buena vida” es aquella que
está rodeada de bienes materiales y mientras más tienes consideras que la estás
alcanzando, pero a medida que vamos creciendo internamente nos damos cuenta que
“La buena vida“vienede las pequeñas
cosas que cultivan el alma y te dan el néctar para endulzar tus pasos por esto
que llamamos vida.
Hoy voy ligera de equipaje, ya que así puedo disfrutar“La buena vida“ mucho mejor, estar en la simpleza de la observación del vuelo de las
mariposas,con sus hermosos colores,revoloteando sobre las flores para ayudar a
la polinización de las plantas, es algo mágico y lo que esto significa
para la humanidad.
Quizás “La
buena vida” la podríamos asociar a uno de los placeres que nos proporciona
la gastronomía y poder disfrutar esa gama de sabores que nos ofrecen los
alimentos, en dónde se da esa combinación perfecta entre lo dulce y lo salado,
aunado al sabor agrió o amargo de algunos condimentos que nos permite incluso
descubrir que combinaciones son, aunque no los hayamos elaborado.
Definitivamente los venezolanos a través de ese compartir familiar y entre
amigos hacemos los honores en la elaboración de los alimentos que nos definen
como cultura y al estar en cualquier lugar del mundo, nuestra gastronomía nos
sitúa en una posición privilegiada en cuanto a los sabores de nuestros
alimentos y su presentación.
“La buena
vida” para mi es el bailar y escuchar
la música y deleitarme con ese sonido que alimenta el alma y me retrotrae a
gratos recuerdos de lo vivido, es poder descomponer la música y escuchar
cada instrumento de la orquesta por separado y reestructurarla de nuevo para
escuchar un todo armónico, es algo inigualable ya que me produce un gran
bienestar.
“La buena
vida” es la tertulia entre amigas en
una tarde de cielos color naranja y el olor a flor de Uña de Danta que trae el viento de una tarde primaveral,
acompañado con un cafecito y un dulcito para amenizar la conversa; o ese
desayuno dominguero con las amigas para ponernos al día sobre el acontecer de
nuestras vidas y hablar sobre algún aspecto y escuchar sin juzgar las distintas
miradas que cada una le da a la situación, siempre acompañado de algún
comentario jocoso, que hace que este compartir sea por demás grato.
“La buena
vida”en estos
momentos para mi es descubrir la primavera ya que nunca la había visto en vivo
y en directo, esta estación para mí significa renacer, renovación, cambio,
volver a empezar. Me ha encantado ver renacer los tulipanes de distintos
colores, los lirios, las dalias, las rosas, estoy fascinada con lo que me
ofrece la naturaleza, el pasar del frío congelante, a un cielo azul y soleado
en instantes es maravilloso. No imaginaba el clima tan inestable.
“La buena
vida” es ver crecer mi familia con el
nacimiento de mis adorados nietos y esperando mi tercer nieto Noah,agradecida de poder disfrutarlos.
“La buena
vida”es tener salud y saber lo
valioso que es tenerla , quizás esta situación de pandemia me ha permitido
valorarla en su justo valor.
“La buena
vida” dormir en una cama cómoda, con
sábanas impecables y buen olor, eso es quizás para mí lo mejor de la buena
vida.
“La buena
vida” Cultivar el intelecto es otro
aspecto importante de la buena vida, deleitarte con la lectura de un buen libro,no
tiene precio.
“La buena
vida” es contar con tus afectos en
todo momento, disfrutarlos, además de sentirte apreciada; agradecida por ello.
“La buena
vida” es viajar conocer otras
culturas y lugares para mi es otro placer de estar en este plano, lo disfruto
al máximo.
“La buena vida” es sentir esos bracitos de mi nieto mayor rodeándome el cuello
y pegándose a mi calientito es algo maravilloso, cuando el pequeño me regala
una sonrisa para que lo tome en brazos, la verdad es el amor más genuino que he
sentido, no podría pedir más.
“La buena vida” es despertar cada día y saber que nos espera
otro día de vida y dar gracias por ver
el resplandor del sol calentando mis mejillas.
“La buena vida” es tener amigos en nuestro huerto para
cultivarlos y tenerlos en el ocaso de nuestro existir.
Quizás en este momento de mi vida puedo decir que he tenido “una buena vida”, infinitamente
agradecida por ello.
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