lunes, 1 de marzo de 2021

CURSILEANDO

 

CURSILEANDO

 

Yo no sé cuándo soy más cursi

Si en el dolor o en el amor

Si en los jardines del dolor

o en las playas blancas del amor.

 

Tengo mi propia definición de cursi

Desde mi chiquititud está llena de ternura

De palabritas en diminutivo

y sentimientos explosivos.

 

Hoy mi disfraz es mi pijama

color rosa, color del amor

Cuando haga mi último viaje

Que me vistan con el más bonito

Nada de trajes de gala

Que no me maquillen

Ni me pinten la boquita

No hay nadie más patética,

que una muertita con la boca pintada.

 

Soy cursi cuando le doy cabida a mi niña

sin tapujos, ni serias mascarillas.

Cuando voy por la vida, redonda sin aristas.

Rodando al pozo de la alegría.

 

Cursileo cuando frente al espejo,

amo mis carnes caídas.

Soy cursi cuando me doy besos y abrazos,

si no tengo quien más lo haga.

 

De las cursilerías que detesto… es el ayaaay

del dolor, esa mueca patética para inspirar lástima.

Será que tengo un rosario de cursilerías

o de tragicomedias que armé en la vida.

 

Mis cursilerías más sublimes, son con mis nietos.

Soy su abuela payasita, la más divertida

La que se tira al piso contando historias,

con poses y muecas cursilísimas,

arrancando sus carcajadas.

Cuando los vuelva a ver,

hasta Zuri, el perrito ladrirá *reirá*

La verdad es que perdí la vergüenza

soy cursi cuando me la gana…

 

Gudelia Cavero Hurtado

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