viernes, 16 de septiembre de 2016

La vejez a mis años


La vejez, a mis años, es esa piel que no vuelve a su sitio.
Es esa arruga que ves en el espejo y que el maquillaje, lejos de disimular, te echa en cara.
Es esas canas que ya te da pereza arrancar. 
Es también menos pelo, así que mejor será no arrancar nada.
Es sorprenderte haciendo el sonido que antes escuchabas a tus abuelos, a tus padres y a tus tíos emitir al levantarse de la silla.

Es la música que no te interesa. Y la que te encanta y no dejas de oír.
Es lo que compartes con tus amigas: la arruga, el olvido, las letras que ya no logras ver, los recuerdos, las risas, las penas.  
Es las cosas que ya no temes hacer ni decir.
Es las cosas a las que dices que no, sencillamente porque no es lo que quieres. Sin presiones ni remordimientos.

Es las cosas que ves venir, porque sí, porque ya sabes.
Es la tranquilidad con la que asumes algunas cosas que antes te causarían mucha angustia.
Es afrontar algunas pérdidas, de personas y de cosas.
Es apoyar y alentar a los más jóvenes de la casa.
Es tener ganas de enseñar, pero también de seguir aprendiendo.

Es querer ver, comer, bailar, reír, abrazar, oler, tocar, conocer, sentir más… Mucho más.
Es darte cuenta de que era cierto eso de que el tiempo pasa volando.

Es una visita que aún no toca mi puerta, pero que sé que está en camino.
Es una visita a la que no quiero cerrar la puerta, porque significaría el fin de mi existencia.
Es recordar que debo arreglar la casa, porque espero que su estadía no sea demasiado breve, pero sí placentera.
Y para eso debo planificarme y seguir cultivando lo mejor de mi misma.
Y seguir fortaleciendo mi cuerpo, mi intelecto, mis afectos, mis pasiones, mis ganas de aprender, de apreciar, mi capacidad de agradecer.
Y empezar ya a hacer esas cosas que tengo en la lista y siempre dejo para más adelante…
para vivirlas y así poder añadir más.


La vejez, a mis años, ya no es algo que le pasa a otros. Y eso está bien.



Ilustración: Inge Look 


6 comentarios:

  1. Querida Angela, de antología. Es una belleza de escrito. Entrañable

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  2. GRACIAS ANGELA POR TU BELLO ESCRITO, ME GUSTO, SOBRETODO
    EL CIERRE. MUCHOS SALUDSO

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  3. Querida Ángela: bello tu escrito. Me fascina la facilidad con que parecieras descibir tan llanamente algo que realmente es muy profundo. Cuando te leo, puedo sentir la suave brisa que acompaña la frecura de tus textos. ¡Te envío un cariñoso abrazo, mi maestra de escritura en positivo!

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    1. Gracias querida Carmen por tus hermosas palabras, juraba que ya había respondido a este lindo mensaje y ahora me puse a curiosear y encuentro que está sin respuesta. Recibe tan bien un cariñoso abrazo y gracias por tus textos llenos de honestidad.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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