sábado, 1 de agosto de 2015



ROBLES A LO LARGO DEL CAMINO.
Todos en el transcurso de nuestra existencia hemos recibido la influencia y el apoyo de otros, 
que han contribuido de manera importante en nuestra formación y crecimiento. Son como 
frondosos  robles que conseguimos a lo largo del camino, acompañando nuestras pausas con 
sombra y buen descanso.  Personas que hemos admirado y hemos tenido como ejemplo, y que 
han sido determinantes en la elección de los senderos que hemos tomado. Hombres que 
contribuyeron en nuestro desarrollo personal, vocacional, profesional y espiritual. 
Comienzo con mi padre, persona de hablar pausado y paso lento. Defensor de la democracia, 
por la cual luchó y fue perseguido. Amante del béisbol y simpatizante de los Cardenales de 
Lara,  de allí mi pasión por ese deporte. Esa figura callada y seria que infundía respeto, con el 
tiempo fue cambiando y en el ocaso de su vida se mostraba sereno, sonreído, espiritual y 
entregado a la palabra del Señor. Fue un hombre correcto y trabajador. Muchas de mis 
vacaciones transcurrieron acompañándolo en su taller de imprenta, inmerso en olor a tinta y 
embriagado con la cadencia de sus máquinas.  Pocas veces me dictó lecciones, lo hacia de 
una manera más práctica, sus enseñanzas me llegaban al observar su comportamiento. 
Recuerdo, teniendo 10 años, la oportunidad en que solicitó un presupuesto para 
impermeabilizar la casa. Se presentó el dueño de la impermeabilizadora con su ayudante, se  
subió al techo, midió, calculó y entregó el presupuesto. Una hora después tocaron la puerta, 
era el ayudante que se había regresado para ofrecer realizar el mismo trabajo por 1/4 del 
precio. Recuerdo entonces que mi papá lo insultó y lo echó de la casa. Le pregunté porque lo 
hacía si nos estaba ofreciendo un mejor precio. Me dijo: "ese señor no es honesto, esta 
engañando a su patrón".  En el instante  no entendí, pero con el tiempo se transformó en la 
mejor lección y prueba de honestidad. 
Otras figuras masculinas en algún momento me sirvieron de guía e inspiración. El profesor 
Palacios de 6to grado que confió en mi, y sintiéndome comprometido a dar la talla ante sus 
expectativas, me convertí en el mejor alumno de ese año del colegio.  
Mi cuñado Luis, gran ser humano, quien me escoltó a buscar la esperada bicicleta, la misma 
con que me acompañó a mi primera misa de aguinaldo. Estuvo en muchas ocasiones conmigo, 
dándome apoyo y guía.  
Mi primo hermano José, compañero y amigo desde niño, incondicional, dispuesto a ayudarme 
en todas las formas; material y espiritual. Siempre generoso y todavía no pierde oportunidad 
para demostrarme su afecto y amor, una persona extraordinariamente noble.  
A mi amigo Fernando lo conseguí al llegar a la Universidad, en esas épocas cuando los viejos  
nos inculcaban  procurar las buenas juntas y evitar las malas compañías. Eso exactamente fue 
lo que conseguí en Fernando, una "buena compañía". Una persona estudiosa, responsable y 
organizada. Como en un buen equipo de ciclismo, Fernando me convidó a mantener su paso, 
relevándonos el uno al otro para romper la resistencia del viento y seguir avanzando hacia 
nuestras metas.  Su pensamiento, centrado en la lógica y el análisis; se complementó con el 
mío; artístico, imaginativo y creativo, conformándose una sociedad ganadora. Nos mantuvimos 
unidos toda la carrera de ingeniería, fuimos compañeros de tesis, viajamos y convivimos en 
Washington DC y completamos el postgrado de dos años en Londres. Casi una década de 
estudios compartidos no es poca cosa y doy gracias a Dios por su amistad.  
Mis dos hijos varones -Leonel y Carlos- son motivos de satisfacción, me estimulan a seguir 
activo y me demuestran que la vida es bella y vale la pena vivirla. 
Lionel Álvarez Ibarra 
Julio 2015 
           

ELLOS

UNO
El origen. Norte seguro que define el destino
Al principio, ilusión de perfección, adoración
Más tarde, cristales empañados por la realidad de los defectos 
Al fin la humanización, conciliación y aceptación
Equilibrio entre idealización y realidad
Reafirmación del destino, con libertad para escoger el camino
Amor, agradecimiento, consideración

DOS
Verdadera compañía y complicidad
Tormentas que solo pueden surgir por las pasiones que desata el verdadero amor y las mejores intenciones
Sosiego bordado con comprensión, compasión y, sobre todo, con el mismo amor
Mariposas estomacales que se nutren, además de su alimento natural, de sincero compromiso
Cada fotografía, cada retrato, es diferente
Estoy contigo, estás conmigo. Y estamos

TRES
Arcilla de caballero. 
Más bien planta de mi semilla, que con riego y alimento toma su propia forma
Anhelo de árbol frondoso y generoso de fuertes y profundas raíces, tronco macizo y dulces frutos
Deseo de ramas que se dejen acariciar  y mecer por el viento

Y MÁS
Momentos indelebles de pasión
Amor, no es suficiente para lograr compartir toda una vida
Cómplices intelectuales, diversión inteligente
Confidentes
Maestros. Maestros de muchas lecciones
Apariciones que ahogan el suspiro de un sobresalto secreto y recuerdan que corre sangre por las venas

Carmen Lucía Rojas
Julio de 2015