jueves, 29 de octubre de 2015

Dulce Contraste: Chocolate y Café


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Dulce Contraste: Chocolate y Café

…Uhmmmm que rica combinación!!!!   

Chocolate
“El chocolate me encanta”, una expresión muy escuchada en muchas personas. A mí me fascina. Le doy un lugar muy exclusivo en lo que a dulce se refiere. Me gusta de diferentes formas: negro, con leche, bombones, mousses, trufas, en merengada, tortas y hasta sopa de chocolate… que delicia!!!!

Conociendo las propiedades del chocolate y especialmente que estimula las endorfinas, siempre recuerdo como fue mi aliado en una reunión de trabajo muy conflictiva. Sabiendo que el punto a tratar era álgido y difícil de aceptar, me llevé a la reunión una caja grande de bombones de chocolates. Las personas al entrar al salón fijaron la vista al centro de la mesa; los bombones los hipnotizaron. El salón se cubrió con un halo de magia; todos quedaron impregnados con su olor, con su color… Y los resultados… los deseados y esperados para mí: Aceptada y aprobada mi propuesta.      
El chocolate siempre ha sido un participante más en mi familia, no hay que invitarlo siempre se infiltra. Y muchas veces hasta el más esperado.
Y cerrando la función, el café hace su aparición.

Café
“¡Que rico es el café!”, “No hay como el aroma del café”,  “Negrito, con leche o marrón mas sabroso es el café…”. Tantas expresiones que me vienen como música a mis pensamientos, con un tintineo de campanas que me ponen alerta para decidir tomar una rica tacita de café.

Al servirlo, puedo observar su color fuerte; no es marrón, no es negro, es un color azabache que me recuerda a los que usaban mis hijas de pequeña; es un color, que con su aroma invita a probar un sorbito. Saborearlo, disfrutarlo, me da pausa y al mismo tiempo me da energía… ¡Que rico es el café!

Y como galán enamorado, que seduce y embelesa, surge la mejor conjunción:   Chocolate y Café, mi combinación más triunfante. Es dulce y amargo, combina y estimula. Me induce a seguir disfrutando y seguir saboreando. Su combinación despierta mi ánimo. Gozo de sus sabores sorprendentes que engalanan mi paladar con un sabor rico y acogedor. Es combinar ese toque amargo que define al café con lo dulce y placentero del chocolate. Es una unión, es un enamoramiento, es un goce, es una delicia, es un GUSTAZO!!!!


Y ya llegado el final de mi escrito, de manera muy silente, en lo más quedo, les confieso que lo más dulce y tierno que he experimentado es… mi nieto SEBASTIAN!!!


Janet Jiménez
Oct 2015


Viaje y Libertad

Viaje y Libertad

Mi escritura se fue de viaje desde agosto, pienso que a buscar la musa que motiva e inspira a que mis palabras fluyan. En un continuo viaje y en un continuo descubrir que el cambio de mi vida le ha tocado vivir, mi musa a veces se duerme, descansa y la da el paso a otras divinidades. Le da paso al sentir, al contemplar y al valorar todo lo vivido, todo lo viajado, todo lo “bailao”.

Y en muchos momentos se manifiesta la libertad, moviéndome a ideas nuevas, a romper con tradiciones instauradas por otros y decidiendo ser feliz con lo que siento, con lo que tengo y con lo que soy.

Viaje y libertad, dos palabras que incitan al movimiento, a la acción, al crecimiento. Que perpetradas sin límites y restricciones, nos dan felicidad y llenan  la tinaja de nuestro espíritu con jovialidad, creatividad, osadías.

Viaje y libertad nos permite conocer y vivir cosas diferentes, aprender y encontrar encantos en los caminos recorridos. Nos permite descubrir, saborear y sentir.

Viaje y libertad dos palabras que me inspiran a disfrutar de la vida, a creer que lo nuevo es posible, a confiar que el mundo será mejor. Con el viaje descubro y estimulo mi creatividad, con la libertad confío y le doy fuerza a mis pensamientos y a mis acciones.

Son dos palabras que me permiten aumentar mi sensibilidad hacia la realidad que vivimos, así como liberar a mi organismo de dificultades para seguir los nuevos caminos que se presentan.

Y aquí, sentada escribiendo sobre los dos temas pasados de nuestro club, descubro que la musa viajera se llenó de libertad y le dio el paso a la inspiración y reflexión. A que mis manos, sin mucho pensar, viajaran por el teclado donde me siento libre para escribir y compartir, trayéndole a mi mente recuerdos de los senderos recorridos y sentimientos vividos.

Viaje y Libertad… Gracias por motivarme a escribir…


Janet Jiménez

Oct. 2015

sábado, 24 de octubre de 2015

El Hombre de nuestra vida.....


El hombre de nuestra vida…..

Por: Luis E. Semprun Van Grieken

Julio 2015

 

Cuando entraba en mi adolescencia en aquella época de los 12,13,14 y quizás los 15 años se empezó a despertar en mi la inquietud de la atracción por mi sexo opuesto es decir por las mujeres, sin embargo parece que esa época de la edad antes mencionada nunca favorece mucho al físico masculino, en este caso mi físico específicamente.

 

Entras en una dimensión medio desconocida y digo medio porque todo parece ser extraño, tienes un nexo atípico con la realidad, eres medio niño y medio joven, tienes medio pelo en la barba y medio pelo en el bigote y también medio pelo ennnn………y medio te afeitas, medio te invitan a las fiestas de 15 años y medio te invitan a la de adultos, medio puedes ir al cine a ver las películas (que siempre son las que tu no quieres ver) es decir todo es un medio.


Pero volviendo al tema inicial de las damas, en aquel momento  tampoco ellas se escapan de mi realidad yo medio las conquistaba y ellas medio les interesaba es decir la ecuación era cero.

En mi desesperación o mi alboroto hormonal incluí en mis oraciones del “Angel de la guarda dulce compañía “ las siguientes peticiones. Salud , alimentos, Paz mundial y luego empecé a incluir  una petición de solidaridad ……Por favor querido Angel  en tu generosidad permíteme conocer una o varias mujeres…………….

Sin tomar en cuenta ni conciencia de lo poco elaborada que fue mi petición aprendí rápidamente que en la vida hay que ser específico, claro  y preciso en las peticiones que se realizan.

El universo o Dios se activaron de forma inmediata y como por arte de magia mi madre me informa que nos vamos a mudar a casa de mi abuela…………si mi abuela ….mi mama y mis 3 tías, el milagro ocurrió ahora vivía con 5 mujeres ……..dirían en el despacho de peticiones del universo , allí le enviamos lo que pidió con ñapa y todo.


Empezó mi vida con 5 mujeres, fantástico….., no había transcurrido una semana cuando ya mi abuela me llamaba el BUITRE, según ella y que me comía todo lo que había en la nevera y sus alrededores, rápidamente asumí posición importante en esa casa, bobillo que se quemaba bombillo que tenía que remplazar, enchufe, licuadora, batidora, cocina y calentador en sus desperfectos debía salir a la carga o yo era el culpable de su desperfecto, no existía fiesta, reunión o sarao donde debía ir a comprar el hielo, refrescos y pan, finalmente al cabo de 3 meses nos entregaron nuestro apartamento, respire y di gracias nuevamente a dios por ahora quitarme 4 de las 5 mujeres que tenía.  

Pasaron los años y mi petición en ese momento continuaba activa,  pero en esta oportunidad fue un poco más filtrada y pensada, de allí en adelante la cosa mejoro bastante,  hubo excelentes relaciones y pensé que las cosas ya habían vuelto a la normalidad…………PUES NO ……..el efecto residual de mi petición continuaba latente , finalmente me case con una mujer maravillosa, que con los anos me otorgo el privilegio de ser el padre de 2 niñas extraordinarias, hoy en día ya dos mujeres, adicionalmente ni dios ni el universo se olvidaron de mis plegarias, ahora seguimos compartiendo ..Mi Esposa, mis 2 hijas, mi suegra, mis 2 hermanas , mi sobrina , mi madre y una de aquellas tías que les comente.  

Solo me queda como conclusión un profundo respeto y admiración por todas ellas.

Por cierto …..“EL HOMBRE DE MI VIDA ?…….SOY YO.

jueves, 22 de octubre de 2015

LIBERTAD CON JUSTICIA Y VALENTÍA

Por Martín A. Fernández Ch. 22/10/2015

En estos momentos me encuentro leyendo el libro “El Buen Amor en la Pareja” de Joan Garriga. En el Capítulo 11 “El Poder Invita al Poder” (página 76), dicho autor cita a Virginia Satir en  relación a su libro “El Contacto Íntimo”, quien hace referencia a que el genuino poder tiene que ver con la congruencia y con lo que ella llama las “Cinco Libertades”, las cuales son (transcripción textual de Garriga): libertad de ver y escuchar lo que está aquí, en lugar de lo que se supone que debería estar; libertad de sentir lo que se siente, en lugar de lo que debería sentirse; libertad de decir lo que uno siente y piensa si lo elige, en lugar de impostarse; libertad de pedir lo que se quiere, en lugar de pedir permiso; y libertad de arriesgar en lugar de optar únicamente por estar seguro.  

A mi parecer, la libertad más maravillosa para el ser humano es la de expresar lo que uno siente. Ahora bien, si uno se expresa en contra de alguna injusticia, no solo hacia uno mismo, sino también para abogar a favor de otros, estamos refiriéndonos a un acto de amor puro por la libertad, y que somos capaces de defenderla hasta el final. A mis hijos siempre les digo que cuando sientan alguna injusticia, que hagan el justo reclamo de manera respetuosa, y que tienen el derecho de expresarse porque es la manera de garantizar nuestra libertad, aquella que nos permite vivir en armonía espiritual, emocional y de conciencia.

Tengo una hija de 12 años, quien está cursando sexto grado en uno de los mejores colegios de Barquisimeto. Ella me cuenta que este año le ha tocado un “Maestro”, con quien ha tenido diferencias. En una oportunidad se levantó para reclamarle sobre una exigencia metodológica que era injusta para los zurdos de la clase. Otro día, le solicitó explicaciones sobre por qué le puso una “B” en el examen, y no una “A”,  quien no dio su brazo a torcer y al final le dejó la misma calificación diciéndole a mi hija “¿Tú que quieres, sacar “A” en todas tus pruebas?”, y ella, que no cede, le dijo una gran verdad “Yo quiero la nota que me merezco”. El resultado de esto es que el Maestro le levantó un informe y la remitió a la Dirección, pero mi hija no se amilanó con la Directora, a quien le contó todo los eventos ocurridos y tuvo la valentía de dejar claro la exageración (la expresión real empleada por mi hija fue “mentiras”, lenguaje propio de su edad) del contenido de dicho informe.
Esto definitivamente es una tríada valiosa, me refiero a Libertad – Justicia – Valentía. La primera virtud tiene que ver con el pensamiento, la segunda con lo espiritual, y la tercera con el corazón. Mientras tengamos presente el sentido de justicia, como sentimiento empático hacia el prójimo desde la profundidad de nuestro ser, y la valentía que nos empuje a la acción, nuestra libertad será indomable.

Tendremos una patria libre en la medida que tengamos la valentía para reclamar justicia ante las violaciones a nuestros derechos. Si todos ponemos nuestro grano de arena, en el ámbito personal y colectivo en nuestra zona de influencia, respetando y haciendo respetar la libertad, y específicamente aquella que tiene que ver con expresar lo que uno siente ante las injusticias, tendremos una sociedad más humana y desarrollada.

¿Cómo logramos esto?, pienso que además de enfrentar nuestro día a día, no debemos olvidar de enseñar a nuestros hijos estos valores, y practicarlos con ellos. Esto quiere decir que debemos olvidar nuestros sistemas pasados de aprendizaje y que queremos replicar a nuestros hijos, es decir, aquella forma autoritaria de “se hace lo que Yo digo, porque soy el adulto, porque soy tu papá o porque me da la gana”, para darle paso a una nueva forma de enseñanza que, a mi parecer, es más efectiva hacia las nuevas generaciones (quienes tienen acceso y manejan mucha información), que es la razón, el discernimiento, la comprensión, en fin, la sana discusión, lo que implica para los padres una tarea difícil. Por supuesto, no me refiero al desarrollo de nuestros hijos sin poner límites, porque ellos están en etapa de aprendizaje y tenemos que protegerlos de los malos vicios y peligros que la humanidad misma ha creado, pero también hay que saber poner dichos límites.

En esta sociedad venezolana que actualmente refleja momentos de caos social y político, que la injusticia predomina en muchos ámbitos de acción, no podemos cometer los mismos errores en nuestro entorno inmediato. La libertad de expresión debe prevalecer en la familia, en el condominio, en la comunidad, en el trabajo, en el supermercado, es decir, en cualquier lugar y momento, y tenemos que defenderla con valentía y con sentido de justicia.      


Martín Fernández

PD: soy un padre que explota de orgullo por mis hijos

martes, 6 de octubre de 2015

La libertad de no ser libre

Durante muchos años me he paseado por la idea de entender que es la libertad y sobre todo entender cuando se es realmente libre.

Me paseo indudablemente por el privado de esta condición. Por el que alguna vez creyó ser libre sin pensar que en su futuro cercano, estaría confinado a pocos metros. Sin embargo también soy capaz de sentir a aquellas personas, habitantes de cualquier parte del planeta que viven encerrados en sus casas por temor a ser invadidos o presos de la inercia de no hacer nada.

Recuerdo  un ser de mi familia que no podía salir de su casa por no dejarla sola y poder evitar así la entrada de algún fanático de lo ajeno.

Recorro la idea de aquel hombre/mujer de la modernidad, quien no se ata a ningún otro ser humano por evitar perder su libertad. A aquel ser preso del esquema pop de vivir, de sentir, de comer, vestirse, recrearse, o de involucrarse con los otros seres de su especie.

Versus, el o la seguidora de la tradición familiar o social. Quien calla a todas las voces del entorno callando su pulsión de libertad.  Quien no tiene más salida, que poder sentir orgullo a través de la libertad que expresa su descendencia.

Pienso también en quienes son presos de su verbo, de sus ideas y de donde escoge pertenecer. Del personaje escogido y de la voz del ventrílocuo.

Al pensar en libertad evoco al que perdió la razón y camina desnudo por una calle concurrida. A quien come si cubiertos. Al que abandona sus costumbres y decide aprender algo nuevo.

Pienso en quien se abandona así mismo en función del otro, y en quien se entrega al amor juvenil  en plena adultez.

¿Entonces, quien es libre?
Sin duda alguna quien logra echar a sus demonios internos y camina sin temor que estos regresen.

Cesar Yacsirk

Caracas, 06 de octubre

Apunte sobre mi ejercicio de la libertad

"Yo las estoy formando a ustedes para que sean libres y responsables", son las palabras que dijo mi madre mucho más de una vez desde que puedo recordar. Decía también,  no desde el inicio, pero sin posibilidad de olvidar, "Si son lo suficientemente maduras como para ...  ¡son también lo suficientemente maduras como para asumir las consecuencias!" (Los puntos suspensivos puedes sustituir cualquier cosa que una chica adolescente y luego joven adulta pueda tener intención de hacer).
Hay una sutileza en la combinación de esas dos declaraciones, que en mi caso arropa y pone en riesgo la interpretación de la primera por la imposición de la responsabilidad sobre la libertad.
Muchas veces, ante la inminente toma de una decisión y el dilema que casi siempre la acompaña, la responsabilidad, sirviendo de disfraz al compromiso, la obligación, los preceptos, el miedo, los deseos y hasta la libertad de los demás, prevalece sobre la libertad. Puedo tener entonces la certeza de que obro apegada a principios y valores, y me siento satisfecha. Pero si en la antesala de la decisión realmente identifico lo que deseo, la responsabilidad sirve para forjar el molde que da forma a la expresión de mi libertad. Entonces me siento feliz.
Carmen Lucía Rojas
Octubre 2015
Libertdad limitada. CLR Agosto 2015

Mis 5 prácticas para la libertad

Como un acto de rebeldía mi dispuse a listar mis 5 buenas prácticas diarias para la libertad.

Son muy personales, no recomiendo su práctica a menos que, honestamente, tú también sientas una conexión real con esas prácticas. Creo que, en el mundo que nos ha tocado vivir, tenemos que llevar nuestras banderas y defenderlas en cada instante porque sino termina uno viviendo la vida del otro cosa que, al final, carece de sentido.

Entonces, a diario, siempre hago esto:

1.- Leer / escribir / cocinar:
Son mis espacios. Soy creativa en esos espacios. Mi mente fluye. Pienso, luego existo y vuelvo a pensar.

2.- Guardo silencio:
Así de simple.
Cuando no tengo nada que decir, guardo silencio.
Además es linda esa expresión: guardar silencio, es como algo muy de uno. Algo que se preserva, algo que se cuida como un tesoro muy importante.
Hace un tiempo decidí que si la conversación no me aporta nada, si no me ayuda a mejorar mis relaciones, si lo que tengo que decir no tiene consecuencias deseables para mi, entonces tal vez es mejor no decirlo.

3.- Camino:
Doy pasos. Voy de un lado al otro. Soy peatona por convicción y cuando camino veo, observo, escucho, imagino, me encuentro con mis pensamientos y mis ideas. Soy muy libre cuando camino, no importa a donde vaya.

4.- Amo profundamente:
Entrego. Creo que la entrega es un acto de desprendimiento y cuando nos desprendemos nos liberamos. Soy libre de amar cómo me de la gana, por eso amo profundamente.


5.- Rezo:
Al final del día, en el silencio de la noche, me encuentro conmigo. Viajo a mi interior, hago una oración, me conecto con mis seres queridos desde la energía de mi oración, me conecto con mis más profundos deseos. Calmo mi mente. Calmo mi espíritu. Busco mi paz.
Soy libre de creer y creo.


Nayari Rossi Romero

Libre como el viento  



Muchas veces, para representar la libertad, la relacionamos con el viento. Se suele 
decir  "ser libre como el viento" , cuando en verdad no lo es, está encapsulado dentro 
de la atmósfera, allí puede permanecer calmado como en una apacible tarde de abril, o 
desatar toda su furia como tormenta de agosto, pero siempre dentro de sus límites. 
Más allá, en la tranquilidad del espacio infinito, no puede incursionar. 

Así también, muchas personas creyéndose libres, están confinadas dentro de sus 
propias emociones. Los barrotes del odio, del rencor y la venganza las encierran para 
experimentar uno de los más horribles confinamientos. Solo los rayos láser del amor y 
el perdón pueden destruir esos barrotes y liberar sus almas. 
Cuando Nelson Mandela salió de prisión pronunció estas sabias palabras : 

"Al salir por la puerta hacia mi libertad supe que, si no dejaba atrás toda la Ira, el 
Odio y el Resentimiento, seguiría siendo un prisionero"

Si quieres ser verdaderamente libre, como dijo Mandela, tienes que dejar atrás todos 
esos sentimientos que te agobian, te corroen por dentro y lo único que hacen es 
producirte malestar.  Con el camino de la libertad abierto, más fácil será alcanzar la 
felicidad plena.  

Lionel Álvarez Ibarra 
Octubre 2015 

la libertad de perdonar

Proceso para el perdón des fundando los juicios de los estados de ánimo  (Basado en Seligman (2005) y Eccheverría, (2006))

Introducción 
Este  método para perdonar viene a complementar el mencionado por el Dr Seligman, cuyo acrónimo es REACE y se basa en un proceso por medio del cual nos damos cuenta de lo que pasó, lo ponemos en contexto y hacemos una carta del perdón, para tratar de colocarnos en una posición que favorezca al perdonar.
El proceso de perdonar. La predisposición a perdonar, fundamentadas en las 24 fortalezas de Seligman (2005),se componen de atributos entre los que se destacan la gratitud, la capacidad de perdonar, por supuesto, la capacidad de amar y ser amado. Se entiende entonces, que de alguna forma estas fortalezas interactúan y aparecen para que,se pueda liberar el dolor de acciones no perdonadas, y se constituyan en hábitos que conduzca al logro de bienestar sicológico y físico.

 Seligman (2005) basado en un estudio de Everett (1996), estructura lo que vendría a ser un ciclo por medio del cual y en la práctica constante, lograríamos convertir al perdón como en un hábito, basado en las fortalezas mencionadas.
El ciclo está compuesto de cinco fases,
1. Recuerde el daño objetivamente
2. Empatía, se comprende porque el otro hizo daño
3. Don altruista, recordar en situaciones similares, cuando uno haya sido perdonado y usarlo a favor del perdón
 4. Establecer un compromiso y escribir un documento de perdón y
5. Engancharse al perdón.
No es olvidar lo sucedido sino cambiar el apego a la acción y convertir el dolor en aprendizaje. Es revivir la fase 1, sin que genere sentimientos de rencor, aprehensión o dolor. Esta última propuesta se enfoca en ver el estado de ánimo desde la existencia de un juicio arraigado en esa dimensión específica. Si recordamos por ejemplo algún quiebre emocional, y pensamos en alguien diciendo “esa mala mujer que me hizo eso…” es muy probable que aunque hayan pasado mucho años, no hayamos perdonado y el recuerdo nos evoque el juicio y la actitud que le dio origen. Es así como en una evocación sentimental pueda pasar que el juicio sea fáctico, desde la idea que no lo podemos cambiar, y desde la actitud del rechazo, por lo que nos coloca en esa dimensión en Resentimiento.

No se puede perdonar si siempre nos encontramos en resentimiento, por lo que entonces tenemos dos vías, la primera es cambiar el juicio de valor que origina el estado de ánimo. Podemos pasar de un juicio desde lo fáctico a comprender un mundo de oportunidades nuevas que tenemos ahora, una vez que nuestro ser ha cambiado en el tiempo. La segunda es desde lo actitudinal, si aceptamos o rechazamos algo. Suele suceder que cuando al analizar un juicio y no se pueda sustentar, entonces cambie asì mismo la actitud. El coaching puede ser una forma de hacer el cambio; la otra forma es el cambio en la actitud; pasar de lo fáctico que es rechazado a lo posible que ahora es aceptado, que nos moviliza hacia emociones de paz y de ganas de seguir adelante. ¿Qué hacemos con los juicios o desde los juicios? Los juicios una vez detectados y analizada la corporalidad, emocionalidad y verbalización, y validado por el otro, podemos ubicar dicho juicio en una de las cuatro estados de ánimo.

Su sencillo proceso es como a continuación se indica;
1. Identificar el quiebre
2. Articular el quiebre
3. Distinguir los juicios que lo sustentan, (las preguntas desde la emocionalidad) a. Fáctico b. De posibilidad
4. Disolver juicios desde su propia realidad
5. Cambiar su actitud como consecuencia o usarlas para disolver el juicio
 6. Declarar el perdón

 El coaching del perdón, se puede hacer como parte de la resolución de un quiebre o como un proceso deliberado y consciente que decide emprender una persona al darse cuenta que la carga de emocionalidad negativa le comienza a afectar las actitudes cotidianas o hasta su desempeño laboral, familiar o personal. Una persona, en su proceso de crecimiento interno, puede decidir comenzar un proceso de perdón, con el compromiso de cambiar los juicios que afectan la toma de decisiones y aun más, en el cambio de su actitud como persona y ante los eventos de la vida.

La meta del coaching del perdón es colocar al asistido en actitud de aceptación de lo que no puede cambiar por un lado, para alcanzar la paz, o en segundo término, cambiar la percepción o entender que es posible el cambio, para colocarse en actitud proactiva , orientada a la acción o ambición (involucra la esperanza). Puede pasar también que lo que pensamos que es fáctico, (no lo podemos cambiar) sea solo un problema de percepción y al cambiar nuestra mirada, cambia también la emocionalidad.

 Coaching del perdón y la psicología positiva. El test de Valores en Acción, VIA, del Dr Seligman propone que tenemos seis virtudes y 24 fortalezas de carácter que estarían asociadas en este modelo en la constitución de la actitud del modelo de Echeverría. La actitud estaría constituida por las fortalezas en su práctica constante y en los resultados que se obtienen.

El Perdón es sin duda una de las 24 fortalezas del VIA. ¿Puede perdonar una persona que no la posee entre las primeras fortalezas? Sin duda que sí.
 El Perdón como hemos visto se constituye en una decisión o práctica deliberada y consciente apoyada en sus primeras fortalezas y en sintonía con las 10 emociones positivas que ha detectado la Dra. Bárbara Fredickson. Sabemos también que los estados de ánimo aparecen en ámbitos distintos y pueden ser distintos también. No existe coherencia natural en la aparición de estados de ánimo en la totalidad de las dimensiones del ser, a menos que se encuentre en el mundo de la psicología tradicional y de sus patologías, que no pertenece al alcance de este escrito. En condiciones normales, una persona puede estar en resentimiento con algo en particular y estar en paz en el ámbito del hogar. O estar en resignación en su hogar y en resentimiento en lo social. Puede según el modelo, ocurrir una mezcla de juicios dependiendo de las distinciones y las dimensiones en que se observa. Puede pasar también, y pareciera ser lo mas común, que una persona tenga un estado de ánimo coherente en todos los dominios de su vida, lo que llamamos, "estructura de coherencia". Esto quiere decir que desde los 4 estados de ánimo: paz, resignación, resentimiento y ambición, que una persona se encuentre siempre en el mismo estado. Entonces, una persona resentida lo sea en su casa, en el trabajo, en los estudios.De esta forma, encontrando los juicios que la colocan allí sea mas evidente cambiar toda la estructura. Lo que pasa es que esos juicios que colocan a una persona en el mismo estado de ánimo sea mas difícil de localizar pues se fundan en la niñez, o adolescencia, y casi siempre por emociones que no fluyen, que se estancan, que se re alimentan. Por eso los padres, en la educación de sus hijos, deban estar pendientes del manejo emocional y la inteligencia emocional. Desde lo positivo y habiendo aceptado que los estados de ánimo constituyen al ser y derivan en la acción en las emociones positivas o negativas, entonces podemos pensar, que lo mejor es que un asistido o coachee alcance estabilidad de actitudes en todos sus ámbitos de acción, de manera que no asocie con su historia nuevas acciones que lo conecten a la negatividad.

El uso deliberado y prolongado de las 10 emociones positivas, derivan en un cambio en los estados de ánimos que constituyen el ser. Desde el cambio de actitudes podemos disolver juicios y sustituirlos en práctica deliberada en todo un proceso de bienestar, desde donde, sería mucho más sencillo, realizar prácticas del perdón.

Alberto

Sin velos

Me encanta observar a la gente y sentir cómo me hablan sus gestos, su ropa, su tono de voz... Me cuentan historias sin saberlo, enriquecen mi vida sin sospecharlo.

Recuerdo a las rubias niñas que estaban a mi lado saltando de un lado a otro mientras su mamá intentaba darles su compota de frutas. También recuerdo el señor serio que leía el periódico y a los jovencitos asiáticos que cerraban aún más sus rasgados ojos para poder concentrarse en el videojuego que los entretenía desde hacía una hora en la sala de espera del aeropuerto. No olvidaré el rostro ilusionado de quienes parecían irse de vacaciones por primera vez.

A ella también la vi, pero fue como si no estuviera. Yo sabía que debajo de esa celda de tela que la cubría de la cabeza hasta los pies, había una mujer, pero ante mis ojos, esa cubierta negra la convertía en algo menos que un objeto inanimado. Más historias podía contarme una silla, que ese ser cautivo bajo un burka, oscuro como la noche, y como la mente de aquellos que creen que una mujer es una posesión. Como un agujero negro, esa tela absorbía mi mirada y nublaba mi mente. No era posible para mí imaginar nada, intuir nada, porque "la nada" es poco lo que tiene que decir a quienes la rodean.

He visto cientos de veces a mujeres anuladas con velos en el periódico y en la televisión, pero nunca antes había tenido tan cerca esto que para mí es una cruel muestra de opresión.

Nunca sabré cómo se siente ella, pero desde ese día un trozo de mi corazón de mujer se siente preso. Es difícil sentirse totalmente libre cuando otros no lo son.

Porque para mí la libertad es poder ser yo misma. Pensar como quiero. Sentir lo que siento. Y poder expresarlo.

Libertad para mí es poder ser quien soy en todos los ámbitos de mi vida. Elegir.
Elegir a quién amo. Elegir a quién le rezo.

Caminar sin temor. Trabajar éticamente y sin amenazas. Reírme. Aprender sin temor. Poder desarrollar mis capacidades.  Ser tratada con respeto. 

Libertad para mí es poder exigir cuentas e información a quienes han adquirido compromisos conmigo y por ello influyen en mis decisiones y en mi futuro.

Tener los mismos deberes y derechos que todos los demás. Y poder exigir que se cumplan para todos.

Libertad para mí es tener opciones. A todos los niveles, en todos los ámbitos. Y poder elegir lo que quiera para mi vida, siempre que con ello no viole los derechos de otros.

Libertad para mí es no tener que responder preguntas impertinentes ni tener que justificar mis decisiones ante quienes sólo quieren juzgarme porque no tienen más nada interesante que hacer con sus vidas.

Libertad para mí es poder equivocarme. Rectificar. Tener otra oportunidad.  
Libertad para mí es perdonar. Ser flexible. Tener mi mente y mi corazón abiertos (y que nadie me reproche por ello). Cambiar de idea.

Libertad para mí es confiar en quien amo.

Libertad para mí es no tener deudas impagables.
Libertad para mí es escribir. Y también es no hacerlo, si ese es mi deseo.

Libertad para mí es poder observar la belleza de la naturaleza y apreciar también la creatividad humana.

Libertad para mí no es satisfacer caprichos.
Libertad para mí es vivir sin miedo.

Libertad para mí es vivir sin ningún tipo de velo.
No hace falta llevar un burka para sentirse presa.

Amor, Libertad y más Amor




Uno de los constructos más complejos y profundos en la historia de la humanidad es aquel que encierra el ideal de La Libertad. No podemos verla, medirla o tocarla, pero podemos sentirla y apreciarla en sus muy diversas manifestaciones y en todos los ámbitos de la vida. En su nombre, se han forjado las gestas más heroicas de la historia y hasta se han escrito constituciones. La lucha por su existencia ha derramado sangre, sudor y muchas lágrimas, y hasta nuestros días sigue siendo la razón intrínseca de grandes sacrificios y de nobles manifestaciones de virtudes humanas.

La libertad está íntimamente relacionada con el principio humano de coexistencia social, su concepto no tendría sentido si fuéramos entes aislados sin relación con otros. Conforma un sistema de interacción que busca su equilibrio echando mano de los valores intrínsecos del ser. Es así como la libertad (o su ausencia) se manifiesta en la estructura más elemental e importante de las relaciones interpersonales como lo es la vida en pareja.

La libertad en el amor, labra el camino de una relación próspera y fortalecida, permite a sus integrantes algo tan importante y fundamental como lo es la no negación del individuo. El crecimiento de una pareja es directamente proporcional al crecimiento de sus miembros, y ese crecimiento necesita de unas bases sólidas hechas con un cemento y hormigón repleto de libertad. No debemos confundir la libertad en el amor con esa especie de libertinaje de algunas parejas llamadas “modernas” que confunden la libertad con el irrespeto y que se ha hecho muy popular entre nuestros jóvenes, poniendo en riesgo la estabilidad futura de la institución familiar positiva.

Para que el amor sea libre debe estar basado en el respeto, y comunicarse a través de la autopista de la confianza. Y es allí donde entra en juego el bienestar psicológico de los individuos para que puedan establecerse vínculos de apego seguro donde el amor armonice sin problemas con los límites. Pero ¿cómo se ejerce la libertad en el amor? Estoy seguro existirán muchas y diversas formas de hacerlo, aquí expongo las que han marcado la pauta de mi vida en pareja.

En primer lugar, respetando los espacios de interacción social a los que tiene derecho cada individuo, fomentando las relaciones interpersonales positivas de cada quien y promoviendo así el bienestar de ambos.

En segundo lugar, siendo muy consciente de los objetivos y sueños del otro, de manera de buscar la forma de conseguir la realización personal de los dos sin coerción o inhibición de ningún tipo. De esta forma promovemos una vida comprometida con lo que hacemos y el fluir positivamente en esas actividades que nos apasionan y que nos permiten la obtención de logros que alimentan nuestro espíritu.

En  tercer lugar debemos compartir deberes y derechos de forma equilibrada, esto es algo que nos da una sensación de justicia y que nos hace más empáticos y considerados con nuestras parejas, generando emociones positivas que alimentan nuestro bienestar.

Por último pero no menos importante, hay un elemento que no debe olvidarse y es el hecho de extender el principio de libertad individual al de sentirse libre como pareja. En otras palabras, comprender que los dos juntos como un todo también tienen derecho a ser libres. Una forma maravillosa de lograr esto es incorporando a la rutina de vida esas escapaditas esporádicas que nos permiten retomar y recordar las razones por las cuales decidimos unir nuestros destinos, esto reafirma el significado de la unión o el ¿para qué? estamos juntos, llenando nuestra vida en pareja de razones y motivos para seguir adelante.

Unirse en cuerpo y alma con otro ser, además de maravilloso, es como abrir un hoyo en la orilla del mar, puedes estar mucho tiempo trabajando en ello, pero si dejas de hacerlo, antes de lo que imaginas, el agua lo habrá tapado y borrado nuevamente. Por esto no debemos jamás de recordar e incorporar estos elementos a nuestro amor. La libertad entre ellos, es el agua que alimenta y que permite echar raíces fuertes y sanas a ese tallo del amor cuya misión es florecer hoy y hasta el fin.

A mi musa Marjorie, en nuestro 14 aniversario de esta maravillosa aventura.

Oscar Morillo

4 de Octubre de 2015

lunes, 5 de octubre de 2015

La libertad y la Pasión / La falacia de la Libertad /¿Es bueno tener libertad?

Cuando leí que el tema del mes era la Libertad, empecé a sudar, no por el calor atmosférico, que si había, sino por el paquete en que nos estaban metiendo, pero como ya tenemos más de un año en este asunto de ser escribidores, recurrí al primer comodín; leer sobre su definición.
Por supuesto las definiciones más comunes, sencillas y obvias remitían a estar privados de libertad física, como lo están los presos.
Adentrándome en definiciones más profundas encontré que la definían como la capacidad de la conciencia para pensar y obrar según la propia voluntad de la persona pero en sujeción a un orden o regulación más elevados. El fundamento metafísico de la libertad interior es una cuestión psicológica y fiolosófica. Ambas formas de la libertad se unen en cada individuo como lo interno y lo externo de una malla de valores, juntos en una dinámica de compromiso.La libertad es aquello que permite a alguien decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también responsable de sus actos en la medida en que comprenda las consecuencias de ellos. La libertad está  fundamentada en la autoconciencia y la responsabilidad moral.
Después de leer y digerir todo eso, y tal como lo imaginaba, la libertad es mucho más complicada , que estar privado de libertad física. Entonces ¿realmente somo libres de hacer lo que queramos?, pues la respuesta es un noooo rotundo. El asunto pareciera más bien centrarse en el conocimiento de un orden más elevado, en una malla de valores, en la autoconciencia y en la responsabilidad moral. De esta manera el compromiso juega también un papel protagónico, pero un compromiso ¿con quién?, contigo, con las personas que quieres y que te quieren, con los otros, con el país, con el mundo y con el universo.
Aquí empiezan a aparecer las respuestas y a cerrarse el ciclo. El autoconocimiento de tus potencialidades te hace libre, libre de ofrecer lo mejor de tí, para ser una mejor persona y desarrollarte plenamente, libre para ofrecerle eso también a los que te quieren y quieres, a los otros, a tu país, al mundo y al universo. Todo esto va construyendo en nuestra ruta de la socialización, ese orden o regulación superior, que alimenta esa malla de valores y exhibe nuestra autoconciencia y la responsabilidad moral.
Entonces somos realmente libres cuando tenemos altos niveles de autoconocimiento que nos da la posibilidad de pensar, sentir y actuar desde lo que somos, y si lo que somos es nuestra mejor versión, nuestra versión más sana, nuestro mayor potencial, tendremos la posibilidad de exhibir esas virtudes a diario y tener contención y amortiguadores para minimizar aquello que muestra el lado oscuro y difícil que todos tenemos.

Contestando entonces las preguntas sobre la libertad y la Pasión , la falacia de la Libertad y si ¿Es bueno tener libertad? Pareciera que es una responsabilidad y un compromiso ejercer nuestra libertad desde el desarrollo de nuestra potencialidades que nos permiten exhibir pasión en lo que hacemos, considerar nuestro aporte para otros y crecer todos. Esto no siempre es fácil y ahí podemos pensar que la libertad es una falacia, pero una falacia que podemos vencer con nuestro esfuerzo diario.

María Elena Garassini