Cuando leí que el tema del mes era la Libertad, empecé a sudar,
no por el calor atmosférico, que si había, sino por el paquete en que nos
estaban metiendo, pero como ya tenemos más de un año en este asunto de ser
escribidores, recurrí al primer comodín; leer sobre su definición.
Por supuesto las definiciones más comunes, sencillas y obvias
remitían a estar privados de libertad física, como lo están los presos.
Adentrándome en definiciones más profundas encontré que la
definían como la capacidad de la conciencia para pensar y obrar según
la propia voluntad de la persona pero en sujeción
a un orden o regulación más elevados. El fundamento metafísico de la libertad interior
es una cuestión psicológica y fiolosófica. Ambas formas de la
libertad se unen en cada individuo como lo interno y lo externo de una malla de valores, juntos en una dinámica de compromiso.La libertad es
aquello que permite a alguien decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre,
pero también responsable de sus actos
en la medida en que comprenda las consecuencias de ellos. La libertad está fundamentada en la autoconciencia y la responsabilidad
moral.
Después
de leer y digerir todo eso, y tal como lo imaginaba, la libertad es mucho más complicada
, que estar privado de libertad física. Entonces ¿realmente somo libres de
hacer lo que queramos?, pues la respuesta es un noooo rotundo. El asunto
pareciera más bien centrarse en el conocimiento de un orden más elevado, en una
malla de valores, en la autoconciencia y en la responsabilidad moral. De esta
manera el compromiso juega también un papel protagónico, pero un compromiso ¿con
quién?, contigo, con las personas que quieres y que te quieren, con los otros,
con el país, con el mundo y con el universo.
Aquí
empiezan a aparecer las respuestas y a cerrarse el ciclo. El autoconocimiento
de tus potencialidades te hace libre, libre de ofrecer lo mejor de tí, para ser
una mejor persona y desarrollarte plenamente, libre para ofrecerle eso también
a los que te quieren y quieres, a los otros, a tu país, al mundo y al universo.
Todo esto va construyendo en nuestra ruta de la socialización, ese orden o
regulación superior, que alimenta esa malla de valores y exhibe nuestra
autoconciencia y la responsabilidad moral.
Entonces
somos realmente libres cuando tenemos altos niveles de autoconocimiento que nos
da la posibilidad de pensar, sentir y actuar desde lo que somos, y si lo que
somos es nuestra mejor versión, nuestra versión más sana, nuestro mayor
potencial, tendremos la posibilidad de exhibir esas virtudes a diario y tener
contención y amortiguadores para minimizar aquello que muestra el lado oscuro y
difícil que todos tenemos.
Contestando entonces las preguntas sobre
la libertad y la Pasión , la falacia de la Libertad y si
¿Es bueno tener libertad? Pareciera que es una responsabilidad y un compromiso
ejercer nuestra libertad desde el desarrollo de nuestra potencialidades que nos
permiten exhibir pasión en lo que hacemos, considerar nuestro aporte para otros
y crecer todos. Esto no siempre es fácil y ahí podemos pensar que la libertad
es una falacia, pero una falacia que podemos vencer con nuestro esfuerzo
diario.
María Elena Garassini
Coincido contigo Lele, es una falacia que podemos vencer con nuestro esfuerzo diario. No es fácil, pero nada que valga la pena lo es.
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