YALI…TU CAMINO
TU HUELLA
Hace años que tenemos la suerte de tenerte, de compartir
afectos y valores que nos hermanaron tanto, como la misma sangre. Nuestra vida
se ha venido intercalando en pequeños y grandes detalles, esos que nos han
permitido tejer una amistad a prueba de todo.
Una parte de ti vive en mí, es la bondad que desde tu
ser emanas. Cuando hablamos de ti, vienen recuerdos hermosos del debatir ideas,
compartir abrazos, construir proyectos y recuerdo aquellos que nos marcaron y
fueron trascendentes; nos hicieron compartir el compromiso humano de hacer por
el más necesitado, por el más frágil, por aquél ser envuelto en una
desesperanza material o espiritual. El inventario actual, es que fuimos capaces
de pintar de colores la oscuridad de mucha gente y ahora es que nos falta
camino por andar.
Todo en la vida, tiene la cara y la cruz de la
moneda, a todos nos toca enfrentar los reveces. Cuando la enfermedad bondadosa
se instaló en tu cuerpo, aprendimos junto a ti a tratarla con amor, respeto y
rezamos mucho para que fuera pasajera. La lección que aprendimos de ti ha sido
tu coraje, tu entereza, tu paz, esa que viene de Dios y la hemos compartido.
Ya estás de vuelta, libre de enfermedad, libre de
miedos, siendo actriz y testigo, de que la fe es capaz de mover las manos de
Dios. El tamaño de tu FE y la nuestra fue grande.
Debo decirte que el amor y la admiración que
despiertas en tu entorno no tiene medida, has tocado a muchas personas, ahora
ellas, esas almas generosas te están tocando a ti de diferentes maneras: con
sus oraciones, con su energía positiva, otras lejanas y cercanas, con esta generosísima
ayuda que te estamos entregando. El común denominador es el cariño y el afecto
grande que sentimos por ti.
No es en vano que seas LA PROFE, tu mochila va
cargada de lecciones, las de tu propio consumo, y las que, como maestra de la
vida entregas a tu paso.
Gracias a Dios por regalarnos tu amistad y tu
existencia. Te queremos siempre.
TU ERES UNA DE LAS MAGIAS DE NUESTRA NAVIDAD…