"Y nos volvimos ellos" (por, Angel Ceballos – octubre 2024)
Mis lápices reflexivos, ¡excelente y motivante elección del título del tema del mes,
que no deja de ser poético! "Y nos volvimos ellos" de “Alberto Luis Borges” .
¿Les ha pasado que ves a sus papás o sus mamás y dices "¡Soy igualito a él
o a ella"?.
Pues, en mi larga vida, esperando sea longeva, como la de “Tirro” que estudia el
cómo lograrlo, me ha pasado lo mismo. Me he dado cuenta, de que, a pesar de no
haber conocido a mis abuelos, por parte de mi padre y solo una abuelita materna
por poco tiempo, he heredado gestos, actitudes y formas de pensar de mi progenitor
y hasta algunas frases “coloquiales” de quien hoy tuviera 110 primaveras.
¿Cómo es que pasa esto?.
Bueno, según los expertos, es como un efecto dominó. Nuestros padres me
criaron, me transmitieron valores y junto con ellos, sus costumbres y hasta sus
olores. Sus legados genéticos, sin darme cuenta, acabaron repitiendo en mi,
muchos de sus patrones. Es como si nuestros genes y nuestras experiencias de
vida se mezclaran y crearan una especie de "receta familiar o ensalada de frutas",
donde cada ingrediente tienen su propio valor.
Aceptar a nuestros padres tal como son, con sus fortalezas y limitaciones, es un paso
fundamental para reconciliarnos con nuestro pasado y construir relaciones más
saludables. Honrarlos, implica reconocer su influencia en nuestra vida y agradecerles
lo que somos, lo que es un acto de amor por todo lo que nos han dado y “Hasta lo que
somos de lo que no queremos ser”
Hoy mis hijas y mi esposa se dan cuenta de esto cuando me ven haciendo cosas y
exclaman, ¡Mira a Angel María” (su nombre), ¡“Habló Angel María”!, es como si
estuviera viendo una película en repetición! . Y no solo eso, sino que, hasta mi nieto
mayor hoy con 25 años, repite asombrosamente gestos o movimientos heredado de
su bisabuelo. Mas de una vez he oído a su madre, gritarle, ¡“Angel María” no
hagas eso así!
¿Volvernos ellos es malo?, para nada. De hecho, hoy con mis conocimientos
y relaciones con mi familia, amigos y semejantes, reconozco que es algo
completamente normal y hasta positivo. El reconocer que, al heredar ciertas
características de nuestros padres, podemos entender mejor quiénes somos y por
qué actuamos de cierta manera y hasta saber por qué duró tantos años fiel con mi
madre, no siendo él una “perita en dulce”. Además, nos permite valorar y agradecer
todo lo que ellos me dieron como aprendizaje.
Lo importante y pienso, es no quedarse atascado en el pasado. Si hay cosas
que no nos gustaron de nuestros padres, aprendimos mucho de ellas para elegir un
camino consciente y diferente porque sabemos que otros caminos no eran lo
pertinente. Pero siempre hay que recordar que somos el resultado de una
combinación de genes, ambiente y experiencias, y que nuestros padres son un “hilo
conductor” importante de nuestra historia.
El tema poético de Alberto, me ayudó a reflexionar y a reafirmar sobre la importancia
de la familia y cómo nuestras raíces influyen en quienes somos. Y nos recuerda que,
aunque seamos únicos, también somos parte de algo más grande: nuestra familia.
Sin conocer con detalles los estudios de la “Tirro” sobre el tema, pienso que el
“volvernos ellos” es un proceso natural de identificación, aceptación y
transformación en relación con nuestros ascendientes y es un patrón muy común
en los seres humanos. Es una parte fundamental de nuestro desarrollo psicológico
y espiritual. Eso no tiene precio y él me debe estar escuchando. ¡Por eso, “Té pido
la bendición - Te quiero papa” y siento que desde donde estes me estas
iluminando! para reencontrarnos algún día y formar un “Dúo dinámico de
trascendencia”.
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