domingo, 24 de noviembre de 2024

la distancia es como el viento/Angel Ceballos

 “La Distancia es como el viento” (Angel Rafael Ceballos)

Mis queridos lápices “distantes”, si como dicen, que "la distancia es como el viento", me voy a atrever a usar esa metáfora para construir mi vejez de larga distancia con un viento a favor, activo y saludable.

Esta metáfora es una forma poética y profunda de entender el paso del tiempo con el proceso de envejecimiento. Veamos cómo podemos aplicarla para construir y disfrutar una vejez floreciente:

La distancia como el viento, en la etapa de ORO de la autorrealización, lograda con mucho “viento”.

·  El viento como el paso del tiempo: Así como el viento sopla constantemente, cambiando de dirección y fuerza, el tiempo también avanza inexorablemente. La vejez es simplemente un punto más avanzado que el tiempo define en este viaje.

·  El viento como un cambio constante: El viento moldea el paisaje, erosionando algunas partes y creando otras nuevas. De igual manera, el paso del tiempo nos transforma, cambiando nuestro cuerpo y nuestra mente y con ello nuestro hacer.

·  El viento como fuerza: El viento puede ser una suave brisa o una fuerte tempestad. Nuestra experiencia en la vejez dependerá de cómo aprendamos a navegar estas diferentes "brisas" y "tormentas",que sin querer nos llegan en la vida.

Cómo usar esta metáfora para construir una vejez plena y saludable:

  1. Acepta el cambio: Al igual que no podemos detener el viento, tampoco podemos detener el envejecimiento. Aceptar este hecho es el primer paso para ubicarnos en el presente y pensar en vivir una vejez plena.
  2. Adapta tu vela: Nuestra vida es como un velero navegando en viento suaves y huracanados.  A medida que envejecemos, debemos ajustar nuestras velas (nuestros objetivos, nuestras expectativas, nuestras actividades, nuestras limitaciones y destacar nuestras fortalezas) para aprovechar al máximo las condiciones cambiantes y climáticas de la sabiduría
  3. Encuentra tu dirección: El viento puede llevarnos a lugares inesperados. Es importante encontrar nuestra propia dirección y mantener un rumbo claro, tranquilo y disfrutado, a pesar de las ráfagas naturales e inmerecidas de la vida.
  4. Disfruta del viaje: La vejez es una oportunidad para reflexionar sobre el “yo histórico”, para disfrutar del presente (sin juicios) y dejar que el futuro tome su forma con el viento y distancia a nuestro favor.En lugar de centrarnos en lo que hemos perdido, podemos enfocarnos en lo que aún podemos lograr y ganar.
  5. Conecta con los demás: El viento puede ser más fácil de enfrentar cuando viajamos en compañía. “Uno se sostiene del otro”.Mantener relaciones fuertes y significativas puede proporcionar apoyo emocional y enriquecimiento personal a medida que envejecemos en el tiempo y en contra de la distancia.
  6. Seguir aprendiendo y creciendo: El viento puede llevarnos a nuevos lugares y experiencias. Mantener una mente abierta y curiosa nos permitirá seguir aprendiendo y creciendo a lo largo de toda nuestra vida, sin importar la distancia que nos quede y sin que el “yo histórico” nos trampeé.
  7. Cuida tu salud: Al igual que un barco necesita, atracar en puertos, para realizar un mantenimiento constante, nuestro cuerpo también necesita cuidados y renovación para funcionar de manera óptima. Adoptar hábitos saludables como una dieta equilibrada, ejercicio regular, un sueño reparador y chequeos médicos regulares puede ayudarnos a envejecer de manera saludable, “contra viento y marea”. Aquí la distancia no importa y la salud nos da más tiempo de vivir el “yo presente” .

En resumen, mis lápices distanciados por el espacio y por el tiempo, la metáfora de la “distancia como el viento” nos invita a ver la vejez como una parte natural del ciclo de la vida. Al aceptar el cambio, adaptarnos a nuevas circunstancias, y encontrar nuestra propia dirección, podemos construir una vejez plena, activa y saludable. Así el tiempo se hace infinito y la distancia lo acorta hasta el ultimo minuto. El momento que Dios quiere que lo acompañe, sin distancia, tiempo, viento que nos moleste y nos separe.

ARC/24-11-24

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