Dulce Contraste: Chocolate y Café
…Uhmmmm que rica combinación!!!!
Chocolate
“El chocolate me encanta”, una expresión muy
escuchada en muchas personas. A mí me
fascina. Le doy un lugar muy exclusivo en lo que a dulce se refiere. Me
gusta de diferentes formas: negro, con leche, bombones, mousses, trufas, en
merengada, tortas y hasta sopa de chocolate… que delicia!!!!
Conociendo las propiedades del chocolate y
especialmente que estimula las endorfinas, siempre recuerdo como fue mi aliado
en una reunión de trabajo muy conflictiva. Sabiendo que el punto a tratar era álgido
y difícil de aceptar, me llevé a la reunión una caja grande de bombones de
chocolates. Las personas al entrar al salón fijaron la vista al centro de la
mesa; los bombones los hipnotizaron. El salón se cubrió con un halo de magia;
todos quedaron impregnados con su olor, con su color… Y los resultados… los
deseados y esperados para mí: Aceptada y aprobada mi propuesta.
El chocolate siempre ha sido un participante más en
mi familia, no hay que invitarlo siempre se infiltra. Y muchas veces hasta el más
esperado.
Y cerrando la función, el café hace su aparición.
Café
“¡Que rico es el café!”, “No hay como el aroma del
café”, “Negrito, con leche o marrón mas
sabroso es el café…”. Tantas expresiones que me vienen como música a mis
pensamientos, con un tintineo de campanas que me ponen alerta para decidir tomar
una rica tacita de café.
Al servirlo, puedo observar su color fuerte; no es
marrón, no es negro, es un color azabache que me recuerda a los que usaban mis
hijas de pequeña; es un color, que con su aroma invita a probar un sorbito. Saborearlo,
disfrutarlo, me da pausa y al mismo tiempo me da energía… ¡Que rico es el café!
Y como galán enamorado, que seduce y embelesa, surge
la mejor conjunción: Chocolate y Café, mi
combinación más triunfante. Es dulce y amargo, combina y estimula. Me induce a
seguir disfrutando y seguir saboreando. Su combinación despierta mi ánimo. Gozo
de sus sabores sorprendentes que engalanan mi paladar con un sabor rico y
acogedor. Es combinar ese toque amargo que define al café con lo dulce y
placentero del chocolate. Es una unión, es un enamoramiento, es un goce, es una
delicia, es un GUSTAZO!!!!
Y ya llegado el final de mi escrito, de manera muy
silente, en lo más quedo, les confieso que lo más dulce y tierno que he
experimentado es… mi nieto SEBASTIAN!!!
Janet Jiménez
Oct 2015
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