domingo, 3 de noviembre de 2019

¿es la vida un ratico?/ Lionel Alvarez


¿ES LA VIDA  UN RATICO? 

En mi casa había un libro sobre el reino animal, que de niño me encantaba leer. Pasaba días felices hojeándolo. En uno de sus capítulos decía que la mayoría de los animales vivían menos años que los seres humanos (salvo algunas variedades de tortugas y ballenas). El hombre era un privilegiado, teniendo una expectativa de vida superior a los 80 años, cuando pequeños mamíferos no pasan de 10 o 20. Me llamó también la atención la corta vida de algunos insectos; sentí hasta compasión por las fastidiosas moscas, que decía el libro, no pasaban más allá de 20 días. En esa época, 80 años me pareció bastante.

Algo interesante en todo esto, es que el hombre es el único dentro de ese mundo animal que está consciente de la extensión de su existencia; que sabe que va a envejecer y morir dentro de un periodo estadísticamente estimado. Así que cuando Simon Díaz en su canción de “La vaca mariposa” dice que la vaca está triste cuando ve que se llevan al becerro porque “ella sabe la suerte de él” o sea, que sabe que lo van a sacrificar, es todo imaginación y fantasía del maestro. Esa vaca, solo por instinto podrá percibir un peligro, pero nada más.

En “El hombre bicentenario”, una película estadounidense de ciencia ficción (1999), protagonizada por Robin William, se relata la vida de Andrew, un robot que inesperadamente comienza a sentir emociones, y que con la ayuda de un amigo experto en robótica, logran convertirlo en humano. Pasadas las décadas, todos los miembros de la familia que lo había adquirido, envejecen y mueren. Al darse cuenta que se había quedado sin sus seres amados, Andrew, que ya ha cumplido 200 años, desea morir.  Con su consentimiento le contaminan su sistema con un compuesto que lo irá degradando lentamente, comienza a envejecer y muere. El mensaje del film es interesante, porque Andrew, prefirió vivir y morir como humano antes que vivir una eternidad como máquina.

¿Podríamos considerar que nuestra vida es corta como piensan algunos?

Comparo la vida con un “plato Gourmet”, con porciones limitadas pero suficiente para apreciar y disfrutar la exquisitez de los alimentos, su calidad, textura,  presentación e infinidad de sabores. Nuestra “vida Gourmet” nos entrega los años suficientes para disfrutarla de manera plena e inteligente. El principal ingrediente a degustar es el amor en todas sus manifestaciones; sin amor, no es de extrañar que la existencia se sienta corta y vacía. Hay varias vías para  evitar una vida monótona y sin expectativas, una es Identificando nuestros mejores talentos; desarrollándolos, poniéndolos  al servicio de otros y buscando ser la mejor versión de nosotros mismos. 

Los familiares y amigos son de las “bebidas” que la “vida Gourmet” nos presenta para catar. Son el mejor elixir para disolver preocupaciones, con una buena charla,  compartiendo momentos, contando y escuchando anécdotas...eso es vivir y ¡mejor que muchas medicinas!
La vida del hombre no tiene por qué sentirse corta. Si así lo dispuso el creador, debe haber sido lo más acertado y sabio, porque él es infalible. Quien nos dio la vida como una bendición, la hizo corta para que lo fuera aún más.

Agradece, disfruta y haz buen uso del tiempo que te han dado..¡No habrá prórroga!

Lionel Álvarez Ibarra

Noviembre 2019

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