sábado, 18 de octubre de 2025

CHOCOLATE CALIENTE SANANDO EL ALMA

 

CHOCOLATE CALIENTE SANANDO EL ALMA

 

Un chocolatico caliente,

vibrando en mis papilas

Es deleite de dioses,

haciendo bailar mis sentidos

Haciendo brotar poesía de mis venas

Roja su sangre se imanta,

en los marrones arena de mis penas

 

Chocolate del exilio y el insilio

Entre cuatro paredes sosiegas mi hastío

Vibras en mis calles muertas

Cercenas el cascaron de mis horas negras

Llenas el vacío sin fondo de la soledad

Salvas mis sentidos colgados en la nada

 

Mis penas son todas azules

Vienen y van caminando al cielo

Tienen silencio, soledad y canas

Van hurgando y vaciándose,

en cada chocolate para el alma,

que los abraza y los redime

 

Mi chocolate negro y caliente

Es la tinta de mis escritos

de ayer y de siempre

Es el testigo de mis delirios

De mis verdades secas

De mis gritos sueltos 

Por donde tal vez trajina mi historia

 

Mi poesía chocolate en mano

Está buscando asilo

Está buscando hogar

Está huyendo de rimas trágicas y vacías

 

Mis poemas están tribulando

En un trigo que se niega a ser pan

En un cacao que se niega a ser chocolate

y medicamento para el alma

 

La casa de la madre es la casa ancha

Donde se arremolinan las penas

Donde la cobija espanta todos los fríos

Donde el pan sacia todas las hambres

Donde el chocolate caliente

Bate con furia a la melancolía…

 

Gudelia Cavero Hurtado