LA VIDA ES UNA
CANCIÓN
En una tarde de escribidores, se
encontraba reunida una multitud de sabios: arquitectos, psicólogos, poetas,
odontólogos, ingenieros, chocolateros.... Uno entre ellos, poeta de bar,
decidor espontáneo de versos, muy poco disciplinado en lo que a teoría poética
se refiere, proponía una discusión:
Vengo-dijo- a plantear una
pregunta cuya profundidad recorre los
abismos del conocimiento humano. La pregunta: ¿Qué es la vida?
Calderón ya bien
decía la vida es “frenesí, una sombra,
una ficción”,
sin embargo yo diría
“la vida es una canción”.
Se oyó un silencio en la sala, cundía así el estupor.
Alguien con voz temblorosa, pidió una explicación:
argumente el desatino, si es que puede sin sudor.
Con aplomo y valentía
comenzó la ilustración.
Definamos ya la vida como un principio vital,
principio que siente y piensa en todo hombre mortal.
Alma que se expresa en música
desde un tiempo ancestral.
Pues antes que el habla hubo música,
ninguno puede esto negar.
Al escuchar a las
Nanas
el corazón se ha de serenar,
y los dolores del alma
también se han de
apaciguar.
Así pues, el ADN es
refugio
del más hermoso
cantar.
Y si de aprender se trata,
aviva la inteligencia.
Se nos abren las neuronas
con la mayor
consistencia.
Aprendemos matemáticas,
las tablas con ritmo
y cadencia.
Y de las materias patrias
hemos llegamos al
extremo
de acurrucar nuestra infancia
con el himno de Landaeta.
Nuestros primeros amigos
entraron a nuestra vida
entre Mambrúes
dispuestos
y Ale limones risueños.
Muchos de estos amigos
aún pueblan muchos
encuentros.
Hoy entonan las canciones
para jugar con sus
nietos.
Pasa el tiempo y a la adolescencia hemos llegamos.
Emociones, sentimientos, totalmente enamorados.
El enamoramiento anda
siempre
muy que muy acompañado,
siempre de una canción.
Sean los Panchos, Alborán,
Los Bee Gees o Agustín Lara.
Cuando la pasión es intensa,
y las palabras no
alcanzan,
sólo una canción aclara
para que el
corazón lo entienda.
Tarareamos día y noche las canciones libertarias,
las canciones de protesta.
Desde Serrat, Silvio, Pablo, y también Javier Sabina,
Ali, Facundo, Soledad, o quizás Violeta Parra.
Como si el mundo cambiara
cuando la canción
escuchara.
En la edad del equilibrio,
de cierto camino
andado,
el alma se reconforta
con música de otro lado:
Leonard Cohen, Mozart, Bach
Albinoni , Falla o
Blasio.
Las canciones acompañan,
consuelan nuestras tristezas,
alegran las desventuras,
y aumentan las fortalezas.
Hasta para ganar
batallas
hace falta una gran marcha.
Wagner a la cabeza
Chopin y su Polonesa
Y para cantarla a ratos
esa alegre
Marsellesa.
y la memoria es escasa,
nos quedan las melodías
que nos traen al presente
lo mejor de nuestras
vidas:
las canciones y su gente.
Sean canciones de
despecho,
de baile o las muy
sublimes,
nos cuentan una larga historia,
esa que todos llevamos
muy dentro de nuestro
pecho.
Nanas, juegos, amor, amistad,
pasión, justicia,
lucha y sabiduría,
es la historia de la vida.
Si alguno quiere saber
la razón de estos versos,
dichos con alevosía,
lo digo de corazón
la palabra es pentagrama
la música poesía.
Los sabios
escribidores
se miraban sorprendidos.
La justa argumentación,
lejos de ser opinión,
la verdad ya descubría:
la vida es una canción.
Irma Wefer
Hola Irma! Muy bellos tus versos. Prácticamente "scaneaste" tu vida con la musica. Me gusto mucho, gracias por escribir y compartir. Saludos.
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