Fecha: 28-10-2021
Autor: Jesucita Peters Salcedo
“El ingrediente Secreto”
A lo largo de nuestra existencia vamos descubriendo infinidad de
ingredientes que sazonan nuestro transitar por este plano y nunca perdemos
nuestra capacidad de asombro.
Ingredientes que nos inundan el alma de amor y ternura y nos barnizan la
piel con el dulce de la miel para hacernos la vida más agradable; hay otros
ingredientes que aunque queramos no tenerlos están presentes, como las piedras
que me hacen caer y no las puedo evitar aunque mi cuerpo se estremezca como el
moriche al viento en una noche de tempestad y los truenos y los relámpagos me
hacen recordar que siempre van juntos, sin embargo, las piedras siempre estarán
presentes.
Este siglo nos ha traído muchos ingredientes nuevos para saborear y para
aprender de ellos, pienso que uno de los más importantes es el ingrediente de “la incertidumbre”, poniendo a toda la
humanidad en el año 2020, a no saber que podíamos esperar, sin distingos
de clases, colores, razas, ricos, pobres todos por igual, remando
inexorablemente en el mismo mar, pero en distintas balsas, sin saber
hasta cuándo estaríamos remando. Este es un ingrediente que nos marcó a todos,
pero no sé si fue por igual, lo que sí puedo decir es que de alguna forma lo hizo,
quizás para hacernos más reflexivos sobre nuestra existencia y valorar lo que
antes dábamos por sentado, entre ellos el abrazarnos y saludarnos, un ejemplo
entre muchos.
“La distancia” otro ingrediente, cuánto aprendí con ella, no podría enumerar todo lo
que atesoré cuando estuvo en mí despertar, en mi mañana de nostalgia, en mi
ocaso de pensamientos alegres y coloridos para no ensombrecer ante la noche en
donde no ilumina la luna llena, si distancia, que quizás me permitió idealizar
los afectos para seguir llenando el autobús de mi vida de lo que me nutre para ser feliz.
La Distancia vino acompañada de otro ingrediente, ”La soledad”, que aprendí a disfrutarla y aquilatarla en su justo
valor, pues me enseñó que tenemos herramientas emocionales que nos permiten
crecer como persona ante las adversidades.
Hoy día siento que mi vida ha vuelto a saborear otros ingredientes
secretos y maravillosos como :la
ternura, la aceptación, el desapego, el agradecimiento, la nobleza y muchos
otros que sólo podría obtenerlos por el ingrediente secreto más maravilloso “el amor incondicional”; este es el
ingrediente secreto que fortalece y llena mi alma todos los días al despuntar
el alba y ver y disfrutar los rayos del sol acariciando mi piel y mis
sentimientos más profundos para ser más compasiva y empática con el otro,
lo que me permite sentirme realizada como persona. Es una sensación
amable, sencilla, tranquila, respetuosa, me encanta sentirme así.
En el transcurrir de nuestras vidas siguen habiendo muchos ingredientes
secretos por descubrir y sé que tomaré el que mejor aderece mi existencia para
dar y recibir lo que conlleve al bienestar.
Pero cuando hablamos de ingredientes secretos, no podemos dejar de lado
esos ingredientes culinarios que formaron parte de mi infancia y de la
tradición familiar a través de los alimentos preparados en familia, esos que
nutren mi memoria y me retrotraen a ese
disfrute de sabores y olores dejando una huella indeleble a nivel de mis
sentidos y que forman parte de mí, como la hoja adherida al tallo de la planta
para crecer y brotar la flor más maravillosa del jardín.
Quizás uno de los olores que llevo impregnado a mi memoria, es la jalea de guayaba que hacía mi abuela; como no recordarla si nos producía tanto disfrute entre los primos que
pasábamos vacaciones con ella.
Otro ingrediente secreto era la elaboración del dulce de lechosa que
impregnaba la casa con ese olor a canela, clavo y papelón que delicia cuando
mamá lo hacía, pero no se queda atrás el arroz con coco; hasta el momento no he
conocido otro arroz con coco como el que hacia mi negrita amada. Otra
tradición, mamá acostumbraba hacer tortas los días sábados para comerla el
domingo en familia con leche, ¿que tal?. Pero quizás la mayor de todas las
comidas que llevaban infinidad de ingredientes secretos y modos de prepararlas
eran las multisápidas hallacas que hoy día he aprendido muchos secretos para
hacerlas y se lo estoy transmitiendo a
mis hijas, aparte que contribuye su elaboración a la unión familiar y a buscar
siempre nuestro ponche crema y algo más picantico junto con las gaitas, para
recordar nuestra tierra amada ya que
estamos lejos pero siempre presentes.
Hoy día en otros horizontes, estoy aprendiendo de los ingredientes que
trae cada estación del año, yo no había disfrutado tanto el otoño. Para mí ha
sido magnificente todos los ingredientes que trae consigo, entre ellos el
cambio de color de las hojas de los árboles y plantas que van desde los tonos
de amarillos, naranjas, rojos, morados; es un arcoíris de colores que
contrastan hermosamente para mi deleite, lo estoy disfrutando por demás; ya
empezaron algunos árboles a desnudarse cayendo sus hojas multicolores, dejando una alfombra de hojas para recibir el invierno con
el frío característico.
Bueno amigos aprendiendo de todos los ingredientes nuevos e
incorporándolos a este proceso de adaptación a nuevas costumbres, nuevas formas
de hacer las cosas, miradas distintas de un mismo hecho. En medio de todo, somos
muy afortunados por tener esa capacidad de aprendizaje constante. Agradecida
por ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario