CEC Noviembre 2024
Tema: "la distancia es como el viento"
Host:
Doña Ivette y Don Alberto
Domingo 24 de noviembre de 2024
10 am
Vìa Meet
CEC Noviembre 2024
Tema: "la distancia es como el viento"
Host:
Doña Ivette y Don Alberto
Domingo 24 de noviembre de 2024
10 am
Vìa Meet
“Y nos volvimos ellos”
Siempre allí presentes, modelando comportamientos, decisiones, propuestas,
posturas, rutinas, entretenimientos, relevancias, asombros, inquietudes,
tranquilidades… en fin una forma de abordar la vida, esa vida que nos toca vivir.
Desde la tierna infancia alguien nos alimenta, nos viste, nos pasea, nos enseña,
nos acompaña, nos educa, nos hace surfear las olas de la vida con un tipo de
tabla particular y con experiencias de manejo de olas de diferente tamaño e
intensidad. Nuestros progenitores son esos primeros adultos significativos ,“role
model”, que inicialmente van tomando decisiones por nosotros, después tomarán
decisiones con nosotros y finalmente respetarán, valorarán o rechazarán
nuestras decisiones. Hacer una retrospectiva de ese viaje con ellos, es un ejercicio
de memoria emocional selectiva, evocando situaciones variadas que, por alguna
razón, fueron importantes para nosotros.
Mi madre me evoca situaciones de meticuloso cuidado, asociado a rutinas y
rituales que me brindaron seguridad como niña, como adolescente, como joven,
como pareja y finalmente como madre y abuela… y entonces, en algunas cosas,
me volví ella.
Mi padre me evoca situaciones de momentos especiales, cuidados especiales,
actividades especiales, fines de semana, vacaciones, que me brindaron seguridad
como niña, adolescente, como joven, como pareja y finalmente como madre y
abuela. No puedo dejar de nombrar a mi padre como “rol model” de profesional
(médico gastroenterólogo) y persona que es curioso, estudioso y practicante del
cuidado personal y la salud integral propia y ajena… y entonces, en algunas
cosas, me volví él.
Cuando vamos creciendo empiezan a aparecer otros significativos en nuestras
vidas. Un desfile de familiares extendidos como tías y tíos, abuelas y abuelos,
primos y primas empiezan a aparecer y nos acompañan en diversas situaciones
como encuentros familiares, de celebración de diversos eventos, que nos modelan
mucho el cómo divertirse y compartir los espacios con otros, para atenderlos o
dejarse atender, conversar , comentar, reír o llorar. Aunque estuvieron todos allí,
quizás las más significativas sean mis abuelas, de quienes aprendí a servir y a
consentir a otros… y entonces, en algunas cosas, puedo haberme vuelto ellas.
El mundo educativo, que inicia desde el preescolar, la primaria, el bachillerato, el
pregrado, postgrados, y múltiples formaciones profesionales, han estado llenas de
otros significativos que se convirtieron en maestros, modelos e inspiración en mi
vida. Puedo recodar a mi maestra María Auxiliadora de tercer grado, modelo de
preocupación genuina por sus alumnos, su aprendizaje y su bienestar, también
recuerdo a la profesora Ligia, de historia universal en bachillerato, modelo de
creatividad para hacer vivir a sus alumnos los sucesos de la historia. Llego al
ámbito universitario y recuerdo a la profesora Alida Cano, modelo de integración
de la vida familiar y profesional, de la profundidad y adecuación para atender y
estudiar el desarrollo humano, así como de cercanía, cariño y hasta la actualidad
,“hermosa amistad “.
Recuerdo también una formación en terapia familiar que nos
facilitó el Dr. Andrés Nazario con Fundana, en convenio con la UNIMET, quien fue
un verdadero “role model” para una profunda comprensión y aceptación de la
diversidad y el abordaje sistémico de personas, parejas y familias. Recuerdo otro
gran maestro, el Dr. José Arturo Luna, director y profesor del Instituto Colombiano
de Logoterapia y Análisis existencial, de quién aprendí todo lo que se de ese
maravilloso modelo de comprensión del hombre. De alguna manera, en algunas
cosas, me volví ellos, o por lo menos eso quisiera.
Este escrito, que se convierte en un homenaje a los otros significativos en mi vida,
quienes fueron fuente de inspiración y aprendizaje, y “me volví ellos” o más
bien, “me volví una combinación de ellos”, ha sido un gratificante viaje por mi
vida llena de situaciones y personas afortunadas. De nuevo termino otro de mis
escritos con el mantra “gracias a la vida que me ha dado tanto”.
María Elena Garassini
Autor : Jesucita Peters S.
Fecha: Octubre 2024.
Tema:
“Y nos volvimos ellos”
En el transitar de nuestras vidas vamos acumulando experiencias y vivencias que
de una u otra forma moldean maneras de comportarnos y de reaccionar ante los
eventos, aspecto que consideramos muy propios, pero valdría la pena preguntarse
cuantos nos pertenecen en su totalidad y no fueron marcados por el aprendizaje
que construimos al lado de nuestros progenitores o de aquellas personas que de
una u otra manera admiramos, asimilando de ellos formas de expresión,
preferencias gastronómicas , gusto por ciertos aromas que nos son familiares,
formas de vestir, lugares que nos gustaría conocer, entre otros.
Pero detrás de esto también está la genética que marca nuestros rasgos, color de
ojos, contextura, tipo de pelo y que de una u otra manera nos identifica con
nuestros padres y antepasados.
En función de lo antes planteado recuerdo una vez estando transitando por los
pasillos de la Escuela de Psicología de la Universidad Central de Venezuela, vi
una joven aproximándose hacia mí, que pude identificar de quien era hermana sin
haberla conocido antes, a pesar de que no se parecía físicamente a la que yo
conocía, no obstante, con sólo observar su gesticulación, caminar y tono de voz
me lo permitió.
Pues sí, nos parecemos más de lo que imaginamos a nuestros padres.
Rememorando a mi mamá en su edad adulta, un buen día la veo haciendo el
asado negro cómo lo hacía mi abuela, recuerdo con tanta gracia cómo se ponía
una pañoleta en la cabeza, de la misma manera como lo hacía mi abuela cuando
se dedicaba a esa faena, indudablemente el aprendizaje adquirido es innegable,
aunque también hay parecidos heredados.
Hoy más que nunca recuerdo a la negrita, mi madre, ya con varios años encima,
sin embargo, no perdió el de siempre verse bien, era muy coqueta para su
vestimenta y el arreglo de su cabello y hoy yo transitando por sus años, mis hijas
me dicen cada vez te pareces más a mi abuela mami y en realidad yo no lo veo,
pero así me perciben; indudablemente nuestros padres dejan huellas indelebles
en nosotros que nos acompañaran, hasta que nos llegue la tarde, pienso que es
una forma de honrar de dónde venimos, ya sea de forma consciente o
inconscientemente, pero ahí están no hay forma de negarlos, siempre estarán
presentes en nosotros.
Recordando a la negrita, estando en Oaxaca, México me sirvieron unas caraotas
negras y pedí azúcar para ponerle, todas mis amigas extrañadas, esto lo aprendí
de mi mamá, cosa que no aprendieron mis hijas de mí, ellas no le ponen azúcar a
sus caraotas.
Reflexionando cuanto marcamos a nuestros hijos, sin estar yo en los Estados
Unidos, veo que mis respectivas hijas han decorado sus casas de forma
moderna, sin embargo, en sus decoraciones está presente mi huella en los
materiales utilizados. En hora buena, a enaltecer de dónde venimos hoy mañana y
siempre.
"Y nos volvimos ellos" (por, Angel Ceballos – octubre 2024)
Mis lápices reflexivos, ¡excelente y motivante elección del título del tema del mes,
que no deja de ser poético! "Y nos volvimos ellos" de “Alberto Luis Borges” .
¿Les ha pasado que ves a sus papás o sus mamás y dices "¡Soy igualito a él
o a ella"?.
Pues, en mi larga vida, esperando sea longeva, como la de “Tirro” que estudia el
cómo lograrlo, me ha pasado lo mismo. Me he dado cuenta, de que, a pesar de no
haber conocido a mis abuelos, por parte de mi padre y solo una abuelita materna
por poco tiempo, he heredado gestos, actitudes y formas de pensar de mi progenitor
y hasta algunas frases “coloquiales” de quien hoy tuviera 110 primaveras.
¿Cómo es que pasa esto?.
Bueno, según los expertos, es como un efecto dominó. Nuestros padres me
criaron, me transmitieron valores y junto con ellos, sus costumbres y hasta sus
olores. Sus legados genéticos, sin darme cuenta, acabaron repitiendo en mi,
muchos de sus patrones. Es como si nuestros genes y nuestras experiencias de
vida se mezclaran y crearan una especie de "receta familiar o ensalada de frutas",
donde cada ingrediente tienen su propio valor.
Aceptar a nuestros padres tal como son, con sus fortalezas y limitaciones, es un paso
fundamental para reconciliarnos con nuestro pasado y construir relaciones más
saludables. Honrarlos, implica reconocer su influencia en nuestra vida y agradecerles
lo que somos, lo que es un acto de amor por todo lo que nos han dado y “Hasta lo que
somos de lo que no queremos ser”
Hoy mis hijas y mi esposa se dan cuenta de esto cuando me ven haciendo cosas y
exclaman, ¡Mira a Angel María” (su nombre), ¡“Habló Angel María”!, es como si
estuviera viendo una película en repetición! . Y no solo eso, sino que, hasta mi nieto
mayor hoy con 25 años, repite asombrosamente gestos o movimientos heredado de
su bisabuelo. Mas de una vez he oído a su madre, gritarle, ¡“Angel María” no
hagas eso así!
¿Volvernos ellos es malo?, para nada. De hecho, hoy con mis conocimientos
y relaciones con mi familia, amigos y semejantes, reconozco que es algo
completamente normal y hasta positivo. El reconocer que, al heredar ciertas
características de nuestros padres, podemos entender mejor quiénes somos y por
qué actuamos de cierta manera y hasta saber por qué duró tantos años fiel con mi
madre, no siendo él una “perita en dulce”. Además, nos permite valorar y agradecer
todo lo que ellos me dieron como aprendizaje.
Lo importante y pienso, es no quedarse atascado en el pasado. Si hay cosas
que no nos gustaron de nuestros padres, aprendimos mucho de ellas para elegir un
camino consciente y diferente porque sabemos que otros caminos no eran lo
pertinente. Pero siempre hay que recordar que somos el resultado de una
combinación de genes, ambiente y experiencias, y que nuestros padres son un “hilo
conductor” importante de nuestra historia.
El tema poético de Alberto, me ayudó a reflexionar y a reafirmar sobre la importancia
de la familia y cómo nuestras raíces influyen en quienes somos. Y nos recuerda que,
aunque seamos únicos, también somos parte de algo más grande: nuestra familia.
Sin conocer con detalles los estudios de la “Tirro” sobre el tema, pienso que el
“volvernos ellos” es un proceso natural de identificación, aceptación y
transformación en relación con nuestros ascendientes y es un patrón muy común
en los seres humanos. Es una parte fundamental de nuestro desarrollo psicológico
y espiritual. Eso no tiene precio y él me debe estar escuchando. ¡Por eso, “Té pido
la bendición - Te quiero papa” y siento que desde donde estes me estas
iluminando! para reencontrarnos algún día y formar un “Dúo dinámico de
trascendencia”.
Octubre, 19, 2024
Y nos volvimos ellos
Siendo muy joven, y ya graduado de
arquitecto, entré a trabajar en en un taller de arquitectura que dirigía un muy
afamado profesional. Participé en una competición, en lo que nos medíamos tres
recién graduados. El objetivo de mi futuro jefe era completar con gente joven,
su equipo de trabajo que habría de estar responsabilizado de la remodelación de
una gran torre de oficinas; las mas alta de Caracas en los años ochenta. Yo
gané.
Y ganar se trataba de realizar un
aprendizaje apurado de todo lo que se requería para hacer bien mi trabajo. Era
una oficina pequeña ubicada en el último piso de un edificio que él había
recibido en herencia. Éramos pocos también, solo 8 personas, con la secretaria.
La oficina tenía igual número de cubículos que de profesionales. Como era un
taller de arquitectura, de los 8, 5 éramos arquitectos.
Cuando
se es joven y sin experiencia, uno se mira a sí mismo como una esponja, que
absorbe todo lo que ve, escucha y hace, Además, era un sitio para aprender pues
de había encargado de contar con una “orquesta que sonaba muy armónica junta” Y
resulta que justo hoy, me llamaron para que les contara historias vividas
durante la construcción del edificio. (Van a editar un libro)
-Háblame
de Martín me preguntaron, y no tardó mucho en venir a mi cabeza la historia que
narro a continuación y que tiene que ver con las decisiones que tomamos, con
respecto a las cosas que conocemos y se hacen parte de nosotros;
Recién comencé a trabajar, mi jefe
solía invitarme a almorzar. Era muy amable y una de esas veces me dijo que
estaba contento con mi trabajo y que además había superado la trampa del
“mensaje a García” que ocurre cuando realmente comenzamos a volvernos otros; ya
sean jefes, padres, hijos, parejas o amigos.
Un día me dijo, “te voy a contar que
vas a aprender de nosotros como un mejor profesional” Y así empezó, -de
Manrique, que no es Arquitecto, pero sabe más que si lo fuera, vas a aprender del
poder de hacer parejas. Se llama “maridaje” entre materiales, de como se junta
el acero y el concreto, las baldosas y los frisos, la madera y los vidrios.
-Uhhmm, todo tiene que ver con el respeto a cada material y de como se
comporta, pensé. Siguió, -De mi hijo vas a aprender el poder que tiene el
conocer a las personas y de cómo se relacionan con el logro de objetivos.
También se trata de el estudio y conocimiento de la cultura y la gente con la
que convivimos. -Uhmm, el poder del otro en la relación. El poder de la escucha
y de las raíces.
De Carlos, que es el mejor manejador
de la inteligencia espacial, vas a aprender a imaginarte las soluciones
integradas, antes de intentarlo. El tiene desarrollado los dos lados del
cerebro y es capaz de anticipar problemas y proponer soluciones. Es capaz de
dibujar el mundo con la mirada del otro cuando lo escuches decir, “Dibujando
para ti”… Y lo pensaba en el poder que tiene anticiparse a las soluciones con
tan solo poder crearlas en tu cabeza. Y por último me dijo, -y de mi vas a
aprender de mis “canas”- y me señaló con el dedo índice de su mano derecha, su
cabello platinado por los años. -Se trata también de poder trabajar con todos a
la vez, en el mejor esfuerzo voluntario, para el logro del mejor producto.
Con todo eso y haciendo un trabajo que amaba,
con una mentalidad de esponja, y en el paso de los años, fue que un día me dije:
-¡soy ellos, tengo lo mejor de cada uno!- , y es así como decidí trabajar para
ser el mejor con lo mejor de cada uno.
Hoy, es esa reunión, una de las dueñas del
edificio en cuestión, al hablar de su casa dijo que es la mejor obra de
construcción que haya conocido. Y la hice yo.
Así, podemos crecer y ser lo mejor
de nuestros padres, o de nuestros hijos o de nuestros amigos. El poder de ser mejor
vive en lo de ellos, que viven en nosotros
Alberto
MEMORIA DE MIS ARRUGAS
Las arrugas son un libro abierto
Las arrugas son cuadernos de
extrañas hojas,
donde vamos escribiendo historias
Las arrugas son surcos en el
cuerpo
Abismos sabios en el alma
Las arrugas interpelan mi lejana
lozanía
Tiñen mi cuerpo de sombras
Marcan surcos de gesto acumulado
Las arrugas no se planchan
Se arrugan como globos huecos
Se vacían en historias fraudulentas
Las arrugas me recuerdan
Que de tanto ser como ellos, no he
sido
Que de tanto cuestionarlos,
termino hablando en los pliegues
de sus bocas
He cruzado de oriente a occidente
A desplegar las comisuras de sus
labios,
en ellos duermen silencios hechos
flecos
He caminado de norte a sur
Hurgando atisbos en los surcos de sus
ojos,
en ellos solo duermen sueños secos
Mi largo viaje por las arrugas
Me lleva por caminos que son
líneas
Se van haciendo canales
Se van haciendo pliegues
Se van haciendo libros de lectura
honda
No encuentro mis arrugas
En tus arrugas de mis tiempos…
Gudelia Cavero Hurtado
CEC
Tema de Octubre 2024
"Y nos volvimos ellos"
Host: Don Alberto
Fecha: Sábado 19 de octubre 2024
Hora: 10 am
Zoom/Meet
Este tema se nos presenta con varias aristas. La primera, el vernos como furon nuestros padres a la edad actual, y que camino recorremos: aceptar, honrar, borrar, cambiar, ser feliz. Es un poco como aceptamos lo que nos pasa.
Es un tema para honrar la incorporación de Vicky en Soveppos, (que tanto ha estudiado el tema), por una parte, y a que nos hagamos concientes y responsables con el ciclo evolutivo, con uno o con otros. (Ambos, mejor)
Las otras aristas pueden transitar el tema político, los aprendizajes de lo maestros e incluso, como cambiamos dando clase a jóvenes que recien empiezan la universidad. Un día, me vi tostando pan y cortándolo en pedacitos y creando un aperitivo distinto en cada bocado. De ahí viene la creatividad como fortaleza. También es un tema cultural, al final nos convertimos en lo que todos somos (o no)
En fin, esta es una oportunidad de recordar y horar, y hacerlo a lo interno en el proceso. Aceptar el origen, ¿tiene que ver con florecer?
EL PODER Y LA MAGIA DE UN ENCUENTRO (Angel Ceballos) – 28/9/2024
Cada encuentro
tiene un significado especial en nuestras vidas.Nos abre la oportunidad de
sentir y potenciar nuestras cuatro dimensiones que conforman nuestra alma: lafísica,
mental, emocional y espiritual. Cada conexión tiene su contexto y sin darnos
cuenta, nos cataliza la vida, nos energiza y nos hace más humanos y
florecientes.
MI SIGNIFICADO APRECIATIVO
Hoy quiero compartir con mis lápices positivos,una vivencia en mis espacios de conexión, llamados *“ENCUENTROS”*, practicados en mi cuarta etapa existencial (75+, según D. Chopra) y que seguro ustedes también han experimentado con su propia connotación.
Como todos ustedes sabrán, tengo ya diez meses en la búsqueda de mi residencia en el imperio americano donde, desde hace más de veinte años, viven mis tres hijas, lejos entre sí, bien casadas, con siete nietos (2-3-2) en pleno crecimiento y desarrollo personal, el mayor 26 primaveras y casado y la menor 18.
Lograr reunir
a toda la familia nuclear, actualmente 16 almas, aunque sea una vez al año,
para agradecer a Dios la fortuna de estar todos saludables, realizados y con
ganas de *“crecer con permiso”*, se había convertido en una gran ilusión
por momentos irrealizable.
¡Y el 4 de
julio de este año, fiesta patria en el imperio, se hizo realidad!*
Tuvimos la oportunidad de coincidir en Saint Point, Idaho, estado paradisiaco pegadito al Canadá en un encuentro con *“toda la familia nuclear”*, además de esposas y novias de algunos de los nietos (18 almas en total). ¡Mucho con demasiado verdad?!
Ante tal acontecimiento, quiero compartir con ustedes el significado de esos días que me llenaron de orgullo, alegría y gratitud, y me liberaron de inquietudes al ver en vivo nuestra cosecha directa de *tres seres especiales llenos de dones, fortalezas y riqueza interior, todas madres, esposas, profesionales y además buenas personas llenas de bondad*.
Pude apreciar
el impacto positivo de este encuentro en todas la dimensiones del ser:
• *En la
física*, reunirme cara a cara permitió que, mediante esas miradas con
energía brillante, se lograrán conexiones significativas, cuyos ojos iluminaban
todo mi ser.
• *En lo
social*; el poder compartir sensaciones emocionales y corporales en todas
las direcciones (en este caso imprevisibles).
• *En lo
emocional*, sentir una profunda conexión *“mente-corazón-espíritu”*con
cada ser del frondoso árbol genealógico Ceballos-Rosales.
• *En lo mental-intelectual*,
poder conocer lo que cada miembro de la familia estaba haciendo
y hasta debatir el significado de por qué eligieron esos caminos de
aprendizaje.
• *Y en lo
espiritual*, considerar esta experiencia, junto a una naturaleza esplendorosa
de testigo, y un momento de conexión con algo más grande que nosotros mismos.
*Creo que sin querer queriendo esta dimensión lo definió TODO*. *¿Se puede
pedir más?*
En este encuentro sorpresivo para mí, pero tan anhelado, tuve la dicha de poder conversar con mis nietos, tanto individualmente como en grupo. Como seres únicos que son, correspondieron en general a mis expectativas de alimentar mi espíritu. El escuchar varias veces la frase *“te quiero mucho, abuelo”* me inoculó el efecto de una droga alucinógena.
Fueron momentos transformadores, que validaron mi perspectiva de lo que es una familia, y yo diría que también desafiante, pues me permitió medir el crecimiento de lo que sembré junto a mi compañera de viaje, 58 años atrás.
Ver a mis hijas más unidas que nunca. Confirmar que existe una amalgama “física-emocional”, no casual, sino construida en el tiempo. Ver que en sus vidas cotidianas hay contacto y están pendientes de sus vivencias y experiencias significativas, es un regalo que no tiene precio y eso ha dejado una huella imborrable y mágica en mi memoria.
De todas las preguntas que me surgieron en este encuentro, pudiera destacar esta: *¿Significó el encuentro un regalo de bienvenida a la familia Ceballos-Rosales?*Siento que mis tres hijas nos ofrecieron un cálido recibimiento a sus *“panas”* de gestación que llegaban a otro país para esperar el llamado del gran Dios, cuando él lo disponga.
El lugar, por demás paradisiaco y de colección – el chalet de una de las hijas a orillas del lago Pend Oreille – fue un escenario de antología, donde los árboles, el aire, el cielo, el sol y el agua cristalina, conformaron una fuente de elementos cósmicos que me dieron aliento de vida. Una tierra fértil y extensa que reitera que no importa dónde echamos raíces, sino que se traduce como un "todo”, *¡una obra de arte!¨*
Saint Point me recordó el poder de un imán, que une muchos elementos por la dualidad de sus fuerzas opositoras. Déjenme decirles que yo sentí una atracción genuina y efectiva entre seres maravillosamente diferentes
La fluidez de emociones y una actitud de apertura fueron lo central durante esos cinco días. Esto me hizo reafirmar que somos *“chi” en acción*, cuyo estímulo lo despiertan las emociones, que surgen sin buscarlas. Somos un ser dividido en varios sujetos con autoconocimiento, aprendizaje y muchos ideales cumplidos y por cumplir. Las barreras se disipan y la energía fluye sin resistencia, porque no puede haber resistencia cuando hay *AMOR*.
A lsurgir la
pregunta de *¿Qué oportunidades descubrí en este encuentro?*, la respuesta no
se hizo esperar:
•La
oportunidad de un crecimiento personal instantáneo*, al potenciar
el autoconocimiento*, pues juntos valoramos nuestras fortalezas, miedos
y deseos.
•La
oportunidad de aprender*, al instruirnos o potenciar nuevas habilidades y perspectivas.
• La
oportunidad de expandir nuestros límites*, ya que este
tipo de encuentros pueden desafiarnos a salir de nuestra zona de confort.
Pero para mí
lo central fue la conexión profunda, que se genera con el reinicio o
fortalecimiento del amor que nos conecta y nos da un mayor sentido de
pertenencia.
Todo esto, se traduce en aprendizaje y sabiduría al interactuar con personas de diferentes experiencias que pueden ampliar la visión del mundo.
Al final, solo
me toca expresar que este *encuentro fue una chispa mágica* que encendió
algo dentro de mí y que me motiva a escribir sobre el significado de todos los
encuentros que tenga y espero tener con mi gran familia ya inmortal *¿Será
como tener a Dios y al Amor juntos en el corazón y la consciencia?.*
¡La magia de un encuentro es una realidad si uno lo crea!
LA MAGIA DE ENCONTRARNOS EN MADRID
María Elena Garassini
En la capital de la madre patria, donde todo huele a bocadillo de jamón serrano, programamos el encuentro de dos parejas, y una amiga, que se entienden con apenas mirarse, sonreírse… pero que tenían varios años con una separación física trasatlántica.
La bajada del avión fue como de costumbre, después de muchas horas de vuelo. El cuerpo destilaba cansancio y muchas ganas de llegar. Los asientos, en la parte intermedia del avión, nos recordaban que no seríamos los primeros, pero tampoco los últimos en salir ; ) Avizoramos ya la puerta, caminamos por los pasillos, llegamos a Migración , bendito sea, la cola no es tan larga, salimos, recogimos las maletas y en la puerta de salida nos esperan dos caras sonrientes. Desde ese momento supimos que la magia de los encuentros iba a cobrar vida en la siguiente semana.. y así fue.
Abrazos iban y venían, y después, un pequeño papel desplegado nos ofrecía los posibles itinerarios de lugares que “no nos podíamos perder”. Lo socializamos, y sentimos que la amistad había sido la musa para la propuesta de esos lugares.Recibimos aquel papelito como un tesoro y fue nuestro mejor compañero durante la semana.
De camino al carro, para llevarnos al lugar de nuestro hospedaje, que también nos esperaba con mucho cariño, puesto que una nativa de la madre patria, amiga entrañable, nos esperaba con jamón serrano, baguet y vinito para celebrar la llegada y ponernos al día. Abrazos fueron y vinieron, cuentos, recuerdos y anécdota también.
Toda la semana transcurrió en un intercambio maravilloso con estos tres amigos fenomenales, la pareja y la amiga, que nos pasearon por monumentos, plazas, museos, cafés, bares, cuchitriles y restaurantes.
En la magia de este encuentro con estos tres seres maravillosos, también hubo un momento de magia de pareja. En una plaza que está en los jardines Sabatini, invitaban a las personas que quisieran bailar con las escenas más icónicas de las películas de todos los tiempos. Con mucha curiosidad nos fuimos los dos a participar en esa peculiar invitación. Al llegar encontramos una multitud entusiasta de parejas que, sonrientes esperaban el inicio de la proyección de las escenas de las películas. A la hora en punto se dio inicio a la actividad, y se armó la fiesta, a la cual nos unimos con la misma alegría del resto. Eso sí, de lejos, teníamos 30 años menos que la pareja más joven del grupo ;) En retrospectiva, ha sido una de las actividades en pareja más divertida en la que hemos participado, había una alegría contagiosa que percoló por toda la audiencia.
La despedida con nuestros tres amigos coronó la inigualable jornada. Nos encontramos para almorzar bocadillos de calamar con una clara en la plaza de Sol, hablando, riéndonos y saboreando lo vivido.Había sido una semana mágica, de mágicos momentos y vivenciasque no solo no olvidaríamos, sino que, como hoy, sería motivo de muchas anécdotas y recuerdos maravillosos.
Como es usual en mucho de mis escritos del Club de escribidores, finalizo dando gracias a la vida que me ha dado tanto…
La magia del encuentro,
Vivimos. Transitamos por la vida: por la nuestra, y junto
a otros. La vida suele presentarse justo como un encuentro, reconociéndonos, y
aceptando a otros en nuestras vidas. La amistad, por cierto, puede ser una
posibilidad mágica, que, como crisol, mezclan almas; aquellas más vulnerables,
indelebles, y suficientes. Llegamos, como decía una profesora, cuando más nos
necesitan, pero yo agregué también, que es cuando más los necesitamos.
Entendemos que, en el arte de acompañar a otros nos
suceda, y veamos que llegan a mostrarnos cosas que no hemos visto aún. Y ocurre
de muchas maneras; en soledad, cuando un día sin planearlo, nos vemos en los
ojos de quién encontramos en el espejo,
y nos convertimos en nuestro mejor amigo. También, en la magia del encuentro,
lo vemos en iguales, entre géneros, entre disímiles en edad y creencias, entre
pocos, o entre muchos, y con Dios. Este último, nos mandó a su hijo para que
tuviéramos un encuentro de amistad fraternal espiritual.
La amistad llega por azar, por admiración, por perseverancia,
o por ser incluso, inevitable. “Son dos cuerpos y una sola alma”, dijo un
sabio. Un día nos damos cuenta que amor y amistad, tienen el mismo origen de la
palabra, y que ambas pudieran ocurrir sin intimidad. Es así, como entendemos el
verdadero sentido de la amistad. La verdad es que nunca llegamos
a saber todo acerca del otro o de los otros; solo, lo que nos integra,
pertenece, nos protege o alimentamos. Las otras certezas habitan en el otro o
en los otros, y no son, definitivamente, algún sujeto de la verdad. Lo que
observamos es, solo magia.
Alberto
LAS CASAS DE MI EXILIO
Salgo de mi casa en estampida
A buscar el abrigo de otras casas
Salgo de mis tibias sábanas
A buscar sábanas frías
Salgo de mi cuerpo
a vestirme en otros cuerpos
Salgo de mi suelo
a cobijarme en otros cielos
Salgo de mi vida
a vivir la vida de otras vidas
Las casas que abrigaron mi exilio
Encendieron chimeneas del amor solvente
Tendieron mantas para mi llanto
Fueron espejo cribando mis sentimientos
Las casas de mi exilio
Fueron nidos de sábanas blancas
Llenaron de potajes mi plato vacío
Saciaron mi sombra hambrienta
Las casas de mis encuentros
Encendieron sus brazos a mi escucha
Abrazaron mi ansiedad y mi tormento
Cobijaron el hogar de mi cuerpo vacío
Las casas de mis encuentros
Tendieron las mejores camas,
para mis astillados sueños,
para mis noches tiritando en insomnios
Las casas de mis encuentros
Se vistieron de verde terciopelo
De lunas y mares estrellados
De cielos en atardeceres de asombro
De idiomas parcos y porosos, mustios e imprecisos
Sigo trajinando por las casas que me cobijan
Sigo apostillando recuerdos
Con la tinta roja del amor que nos yergue
Sigo construyendo la paz de mi elemento
La savia para tiempos inclementes.
Gudelia Cavero Hurtado
Autor: Martín A. Fernández Ch.
Fecha de publicación: 28/08/2024
Al pie de un arbusto, resguardado en una morada con forma de cueva hecha con ramas secas, plantado en la ladera rocosa de la montaña, frente al mar de la costa de Carmen de Uria, se encontraba un viejo pelícano, su plumaje estaba descolorido y despeinado, sus ojos eran grises debido a su larga edad que ya pasaba los 60 años, superando la longevidad natural de esa especie de ave. Estaba moribundo, acompañado por su pareja de vida y con un par de amigos de la infancia.
─Mi amor, me siento muy débil
─dijo Pelícano.
─Respira con calma, te sentirás
aliviado si te tomas este brebaje que te preparé ─dijo su amada, tratando de animarlo,
pero temiendo por ese momento ineludible como es el último suspiro de la vida.
─Amigo mío, no te vamos a abandonar,
aquí estaremos para acompañarte ─dijo uno de sus compañeros que allí se
encontraban.
Estaban tristes, aunque entendían
que, lo que le estaba pasando a Pelícano, eso formaba parte de la vida y que, a
todos, en algún momento también les llegaría. Sentían el gran deber de estar con
su gran amigo hasta su último aliento, pues han sido muchos años de aventuras,
compartiendo alegrías y tristezas.
─¿Te acuerdas cuando, todo
emocionado, a toda velocidad te lanzaste en picada al agua por un pez, pero un
tiburón se te adelantó? ¡Te enfureciste! Y, como un loco, ¡empezaste a
picotearlo! Hasta que esa gran criatura te enseñó quien era el rey de los
mares, enseñando sus fauces y brincando hacia ti, tan alto que casi te agarra
─dijo Pelícano a su amigo, con una leve carcajada.
─¡Qué va! Los tiburones son criaturas
torpes. Además, tú sabes que fui campeón acrobático y era la atracción
principal del circo de “Los Hermanos Valentinos” ─dijo el amigo, inflando su
pecho y presumiendo delante de todos.
─¡La verdad es que eres un
exagerado y un tremendo cobero! En ese circo tu trabajaste de asistente del
mago, porque la atracción eran esos hermanos, haciendo acrobacias con sus motos
dentro de una esfera metálica. Además, luego que te salvaste de ese tiburón,
fue tanto el miedo que agarraste que estuviste una semana si entrar al agua. Y
nosotros tuvimos que llevarte comida para que no murieras de inanición. Eras y
sigues siendo un echón y, peor aún, un quemado ─dijo el otro amigo en tono
burlón, haciendo que todos los que estaban en el recinto se rieran a carcajadas.
─¡Mi amor no te rías tanto, que
estas muy frágil! ─dijo su amada, preocupada por su condición.
─No te angusties mi amor, que la
risa me reconforta, momentos como estos son los que valoro y extraño: estar con
mis amigos y recordar las anécdotas vividas ─dijo Pelícano, quien mostraba un
mejor semblante, aunque fue solo por un instante. ─¿Esos que están en la orilla
de la playa son Delfina Guacamaya y Mantarraya Azulejo? ─dijo, en un pequeño
instante que logró afinar su vista, mostrando una sonrisa, pero que se en
seguida se transformó en tristeza, porque no tenía la fuerza para volar y
saludarlos.
A Pelícano ya le era difícil
respirar, sus pestañeos se hacían más lentos y sus pupilas se estaban
dilatando. De manera sorpresiva, aterriza a su frente una blanca Pelícano, envuelta
con una luz brillante, haciendo que, en vez de sorprenderlo, más bien se sintió
en una paz indescriptible.
─Madre, estas hermosa. ¿Qué haces
aquí? No imaginé verte de nuevo ─dijo Pelícano, mientras escuchaba un lejano
llanto desgarrador y las leves voces tristes de sus amigos despidiéndose.
─Hijo mío, vine a acompañarte en
este nuevo vuelo. No te asustes, pero vendrá a buscarte el Ángel Negro para
llevarte al mundo de los espíritus ─dijo su madre, mientras le daba un abrazo
amoroso, como cuando pequeño.
En ese mismo instante, llega un
negro pelícano, con su plumaje azabache brillante y con largas alas. Sus uñas
eran largas y del mismo color. En su cabeza, las plumas las tenía erizada. Si
bien parecía algo tenebroso, Pelícano no le temía, porque sentía que se trataba
de un ser especial.
─Pelícano, llegó el momento de
que vayas al mundo de los espíritus. Has obrado bien, por eso, Dios te quiere
en su reino, en el paraíso. Si bien tu madre ha abogado por ti, no fue
necesario, porque Dios te ama y te quiere a tu lado y pronto tendrás la
oportunidad de la resurrección, o bien como pelícano nuevamente o como otra
criatura si así lo deseas ─dijo el Ángel Negro, quien tenía una voz glamorosa y
que influenciaba tranquilidad plena a Pelícano.
─Preferiría ser un pelícano de nuevo, porque fue muy placentero haberlo sido ─dijo Pelícano, con voz pausada y amable, haciendo una reverencia ante el Ángel Negro.
Los tres: Pelícano, su Madre y el
Ángel Negro, tomaron vuelo en dirección al cielo. Él logró ver con claridad a
sus entrañables amigos de aventuras cuando su naufragio en el mar: Delfina
Guacamaya y Mantarraya Azulejo, quienes se encontraban cerca de la playa
velando su partida. Pero lo que más le alegró fue verlos con sus respectivas
parejas y sus hijos, jugando juntos con alegría y amor. Logró ver a sus amigos
haciendo espectaculares piruetas en el aire, como si hubieran sentido que él
estaba sobre ellos viéndolos, haciéndole una fiesta de despedida.
FIN
La voz de Gude.
Desde Alemania,
Está en mi drive. Si me escribes a alindnerb@gmail.com te mando el link
Feliz día,
Alberto
"Las rabias, tristezas o aburrimientos que me ayudaron a crecer"