Autor:JesucitaPeters S.
El regreso
Siempre el regreso supone un camino de partida a veces puede estar lleno de alegrías y otras no tanto.
Como no hablar de las partidas que hacen que el corazón se acongoja por el significado que guardan con el rugir de las olas cuando afloran nuestras emociones, que no saben si abrazar para que no se vayan como el viento ante la tempestad o simplemente dedicarnos a contemplar y servir de arco para que la flecha vuele a nuevos horizontes inciertos donde nuestra alma y el amor inmenso estarán siempre con ellos pues son el fruto de nuestras entrañas.
Siempre tenemos ese deseo de verlos regresar pero a costa de qué, aquí la razón se impone al corazón aunque este palpite como en una noche de truenos ensordecedores de un invierno feroz y se arrugue y lloré por la distancia, nos sobreponemos ante el dolor y aprendemos a vivir a través de sus triunfos y fracasos que nos hacen más comprensivos ante el devenir de los eventos de sus vidas y que tratamos de acompañarlos en esta distancia que cada día se hace más inconmensurable.
Regresar sería verlos como un
arcoíris de emociones, experiencias, aprendizajes, caídas y subidas de ese
caminar que nos dice que el que se fue ya no es el mismo, es hoy otra
persona más fuerte, que casi no reconozco por su crecimiento y fortaleza
que hace que le admire infinitamente por las herramientas que le ha dado este caminar para afrontar esto que llamamos vida.
La mochila que trae a cuestas está llena de aprendizajes construidos en mi ausencia, pero indiscutiblemente valiosísimos para emprender su regreso si eso fuera posible.
La mochila que trae a cuestas está llena de aprendizajes construidos en mi ausencia, pero indiscutiblemente valiosísimos para emprender su regreso si eso fuera posible.
Pensar en el regreso es como desandar el camino andado, será eso cierto no lo sé y en estos momentos ni siquiera me lo planteó , aun teniendo la vivencia y el dolor de la soledad que hace que la miré desde sus diferentes aristas y me permito pulirlas y hacer que estas funcionen para mi propio beneficio, a veces hasta la bendigo y cuando lo hago reflexionó y veo que no es tan malo estar sólo; no sé si es que estoy aprendiendo a disfrutarla en su justo valor y no magnificarla en detrimento de mi crecimiento y plenitud personal.
El regreso, que de cosas puede
guardar y significar, es así como cuando estamos por un período largo de
viaje y queremos regresar porque añoramos nuestra cama las cosas
que nos son familiares, el olor de eso que llamamos hogar, el regreso en
estas circunstancias podría ser grato y placentero para el que lo siente. ! Ah!,
pero el regreso a situaciones poco placenteras podrían crearnos un nivel
de desazón a nuestra existencia comparables al volcán que sólo deja destrucción
y dolor a su paso, aquí nos preguntamos ¿Será necesario desandar el
camino recorrido? Pienso que ésta es la pregunta obligada en cualquier
circunstancia del transitar de ese recorrido que nos permite pintar nuestras
vidas de colores alegres y de otros menos luminosos.
Sabemos que lo
pasado nunca será igual, aunque tendemos a pensar que lo pasado fue
mejor, pienso que debemos seguir montados en el autobús de nuestras vidas con
sus subidas y bajadas construir y enriquecernos con los que nos
quieran acompañar en nuestro viaje y tomar de cada persona esa esencia que nos
quiera regalar y ver que la idea quizás no es regresar ,sino seguir avanzando y
recorriendo con el alma habida de esperanza, bondad, sabiduría, para tomar lo
mejor del despuntar del alba con esos rayos de sol maravillosos que acarician
mi piel para un nuevo día y llegar al ocaso del mismo, observando ese cielo de
múltiples colores para comenzar la noche con miles de estrellas. Esto
tiene un gran significado para mí y es que la vida me lo da todo para ser
inmensamente feliz, a pesar de que no haya regreso.
tu mejor escrito
ResponderEliminarGracias Alberto!
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