UN MUNDO DE CONGRUENCIAS
LaTirro
Soñar no sé si sea la palabra exacta para hablar del futuro. Prefiero el
“hacer”, con eventos concretos en una realidad que exige acción; una voluntad
férrea para no desfallecer ante la simple aspiración de seguir viviendo.
Esta meta pareciera sonar muy básica y poco ambiciosa en el mundo actual,
repletode promesas incumplidas. Veo con sorpresa como las palabras se regalan,
esparciéndose con suave aroma y efecto encantador. Los tiempos actuales son de
aquellos que pasan ofreciendo alhajas etéreas como verdaderos mercaderes.Mientras
menos discernimiento tenemos, más fácil es caer en esas ensoñaciones vacías y
faltas de sentido, que sosiegan nuestra voz interior.
Apuesto por una humanidad que deje a un lado la fatalidad que trae consigo
toda comparación; que cercena lo que
eres para sustituir-te, recibir aprobaciones y buscar visibilizarte por
cualquier medio.
La aspiración de un futuro se construye desde la firme promesa personal de
alinear el sentir con el pensar y el hacer. No se deshecha ninguna fuente,
válida en la sabiduría que cada dimensión otorga para que seamos personas
íntegras, convencidas de nuestro propio valor. De esta forma, las palabras
escuetas pierden fuerza.
Las acciones transforman vidas desde la firme y progresiva creencia de
“hacer lo que mejor puedes hacer”.
Una propuesta futurista con un alto grado de osadía, desde la transparencia
y la autenticidad. Este sentido de identidad evita la huida despavorida de las
sombras, el temor a la negativa y la situación forzosa de aparentar lo que no eres.
A veces me pregunto si resulta válido despojarnos de nuestra versión, que
por supuesto está inacabada, para seguir el camino que otros sugieren como
mejor…
Victoria Tirro
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