domingo, 26 de septiembre de 2021

¿Qué cuentas las fotos? Jesucita Peters


¿Qué me cuentan estas fotografías?

Para mí existe un antes y un después del nacimiento de mis nietos, haciendo una remembranza cuando me tocó criar a mis hijas mi tiempo fue más de calidad que de cantidad, si tiempo valioso que traté de optimizar por cuánto estaba en edad productiva y me tocó compartir el rol materno con mi rol laboral, fueron momentos irrepetibles, de mucha responsabilidad por cultivar valores en mis hijas, educar, enseñar,modelar para ellas para convertirlas en lo que son hoy mujeres de bien, profesionales, con sus familias constituidas en la que hoy formo parte de esa familia extendida, orgullosa de ellas por demás, hay mucho amor , como no haberlo.

Pero este antes y después habla un poco de este nuevo amor que emana de la abuelidad, desconocido por mí y que antiguamente cuando oía hablar a otras abuelas de los nietos yo me burlaba un poco sobre lo que decían, pero los nietos han hecho florecer ese amor con olor a rocío de las plantas y al  néctar de las flores,fresco, apacible, sin premura, contemplativo, permisivo,consentidor, sin reglas ni normas ya que eso se lo dejo a sus progenitores, estoy disfrutándolo al máximo, no pensé que este sentimiento me hiciera sentir que he cubierto todas las etapas del proceso evolutivo, no me imaginaba que el climaterio era tan sabio, por cuanto disfruto el aquilatar los momentos, sin pararme a discutir banalidades que conducen a razonamientos estériles y pérdida de tiempo. En estos momentos el tiempo es valioso para mí, por cuanto deseo contemplar todo el crecimiento de mis nietos en sus distintas etapas, agradecida con mi Dios por permitirme hacerlo.

Explicar cómo mi corazón se llena de alegría y ternura, como el despuntar del alba en una mañana clara, al contemplar a mi nieto recién nacido (3 meses) reír al verme, escuchar con atención lo que le digo y responderme con sus balbuceos, no tiene precio, me derrito como la mantequilla sobre la arepa y como no hacerlo. Ponerlo en mi regazo y sentir sus bracitos y piernas moverse transmitiéndome su calorcito y su olor a bebé, parece que fuera un algodón de azúcar listo para comérselo. Y no quieran saber lo que se siente cuando el de dos años me dice “ABU” es la mejor música que he escuchado, es uno de los disfrutes más maravillosos de esto que llamamos vida.

Pues ahora entiendo a los abuelos, me siento plena al poder tener a mis afectos cerca hijas, nietos, yernos, entre otros.

Abuela llena de gratitud. 

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