Lo que nos muestra la letra Ñ
El idioma español es tan rico en formas y significados,
que podemos construirnos en él, al reconocer lo que vamos siendo a lo largo del
camino. Los adjetivos se verbalizan, los
verbos de adjetivan, y se hacen acciones
que nos recuerdan caminos, senderos y paisajes. Más aun, nos pueden mostrar ciclos que construimos con
personas, lugares o historias. La letra Ñ me ha mostrado parte de mi propia
historia.
Te
extraño. (Una persona)
Han pasado muchos años y todavía, a veces, te extraño. Es
como echar de menos a algo que fue significativo y que ya no está. ¿Pero, qué
extraño de ti? Es extraño extrañar, porque el balance no es positivo, ni azul o
verde, más bien rojo. No te extraño entonces a ti, quizá sea a la forma en que
me sentía, cuando no había motivos, indicios o sospechas de que algo pasaría,
que haría que no estuvieras mas en mi vida. Suele ser de repente, inesperado,
¿no? O ¿no lo queremos ver? Los apegos, sobre todo los que tienen que ver con
personas que se sienten abandonadas, suelen ser adictivas y se pegan a la piel
como un corroncho que te succiona por dentro, dejándote vacío.
Extraño lo que era cuando estabas conmigo, extraño lo que
era capaz de hacer por ti, extraño la persona que creaste para mí. Por todo eso
y por lo que extraño que no me hace daño, es que te digo que, -“Te extraño,
pero no te quiero de vuelta”
Añoranza.
( un lugar)
Añorar en cambio se trata del sentimiento que produce la
distancia. Sigue estando donde lo dejaste, te espera y quizá y casi no se note
la diferencia al volver. La añoranza no es un apego, sino la nostalgia de no
estar conviviendo y compartiendo. Los españoles usan una palabra significativa,
la “morriña”. Y justo la añoranza es eso, lo que no podemos definir y a veces
tampoco descifrar. Es la ausencia, no porque ya no está, sino porque está
lejos.
“Te extraño, pero no te quiero de vuelta”. Pero añoro los
lugares que descubrimos juntos, a los recuerdos que se tejieron en el alma. Con
el paso del tiempo en que no has estado, he logrado recordar aquellas cosas que
me hicieron emocionar por muchos motivos. El añorar es querer estar en alguna
parte, en algún momento, aunque no sea contigo. Los lugares adquieren
personalidad propia, ¿sabes? Son independientes de los dos. Tienen su propia
vida que suelen compartir conmigo o quizá contigo. La añoranza sin duda, tiene
que ver con la alegría de haber vivido, ese sentimiento agridulce que suele
dibujar una tenue sonrisa en la cara, con la mirada perdida y un leve
oscilamiento de la cabeza, como de aquel que asiente cuando se le interpela y
no teme por el desenlace. Añoro la añoranza.
Lo
entrañable. (Un momento)
¿Sabes que lo entrañable tiene que ver con las vísceras?
Y en ellas se encuentra el cerebro y el corazón. Entrañar como verbo, significa
el descubrir que algo o alguien es extraordinaria y nos produce un sentimiento
de profunda humanidad. Lo entrañable lo reconocemos estando presente en un
evento, encuentro o visita. “Se alinearon los astros” suelen decir algunas o
algunos cuando algo extraordinario sucede.
Te extraño, pero no eres entrañable y lo sabes. Vivimos
juntos muchos momentos que fueron entrañables, pero que no extraño y no añoro.
Esos momentos vividos que reconocemos como entrañables, se van a habitar a
otros espacios y quizá con otro nombre. Lo entrañable se reconoce justo al
término, cuando no ha habido espacio entre lo vivido y el recuerdo. Es justo
ahí donde se reconoce y le damos ese nombre. Puede pasar que para poder
calificar de entrañable algo, estemos en el lugar perfecto, el día indicado,
con las personas amadas, y regalándonos memorias. Lo entrañable se va a ese
espacio; a los recuerdos más valiosos.
La maravilla de la ñ, es que nos habla de ciclos, y además
lo hace en tiempos. “Te extraño”, está en el pasado, aquella persona que no quiero de vuelta; te entraño en el hoy,
pero no estás, así que en mis cosas o momentos entrañables, no estás tampoco.
Por último la añoranza se conecta con el futuro, con la ilusión del regreso,
con el abrazo, con la posibilidad de lo posible; pero tampoco estas ahí. Me
acabo de dar cuenta, que si te extraño y no te quiero de vuelta, es que ya no
te extraño mas.
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