María Elena
Duerme todo acurrucado con los ojos
bien cerrados , ensimismado en su propio cuerpo como ha estado durante nueve
meses. Su fragilidad inspira las más instintivas sensaciones de protección y cuidado combinadas con la majestuosidad del milagro de la
creación.
Un abrir de ojos lo conecta con su nuevo
mundo circundante de nuevos olores, colores, sabores, sonidos y sensaciones. La
cercanía del calor humano le evoca su antiguo hogar húmedo y siempre cálido
como los brazos y el pecho de aquellos que ahora lo abrigan con ternura. Es
difícil describir todas las sensaciones que generan en esos encuentros, pero
seguro que la emoción del amor, que emerge en el contexto de una relación
segura, abarca su grandeza
Evoco esta sensación que viví cuatro veces en mi multípara
maternidad pero que reaparece periódicamente cada vez que los encuentro, los
observo y me dejo sorprender por ellos.
Ellos que todos fuimos, ellos que siempre vendrán , ellos que son
la maravilla de la vida.
¡Lo dulce y lo tierno tiene olor a bebé!
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