Vienen las ideas y como ráfagas de viento, te golpean y te
desequilibran. Intentas atrapar alguna… a veces es tarea muy fácil y enseguida
el viento cesa y llega la serenidad. Otros días la brisa es muy fuerte y a
pesar de su potencia, cargada de abundancia, no logras atrapar ninguna. En algunos
momentos lo que reina es una calma chicha, que te invita a transitar hacia otro
lugar. Así eres, así de caprichosa, a veces accesible, dulce y sabrosa, a veces
amarga, agria y tramposa.
Vienen los sentires que te acompañan. Siempre estás cargada
de sensaciones, imágenes, recuerdos, conexiones, experiencias, momentos
vividos, emociones que generalmente condimentan las ideas , esas ideas que
persigues en las ráfagas de viento, viento lento y viento agitado, viento
etéreo y viento cargado.
Vienen las acciones, buscas los implementos, te pones
cómodo, eliges la estructura, imaginas el orden, estructuras la secuencia,
piensas diversas formas, imaginas diversos matices, sientes luces, oscuridades
o tornasoles y lidias contigo hasta negociar la parsimonia. Nace el hijo
auto-negociado del cual unos días te asombras, otros te conformas, algunos
reniegas y otros te enorgulleces.
Siempre serán tus hijos… un pedacito de tí… tu esencia…tu escritura.
María Elena Garassini
una pieza de colección. Te felicito
ResponderEliminarLindas y delicadas tus líneas Lele. ... te felicito!
ResponderEliminarLindas y delicadas tus líneas Lele. ... te felicito!
ResponderEliminarMuy bello tu escrito, corto y lleno de sensibilidad. Saludos
ResponderEliminarMe encantó tu escrito Lele, te veo como una cazadora de hermosas metáforas...
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQué buen viento que te trajo y te dejó atrapar la idea de este escrito tan creativo! Felicitaciones
Eliminar