domingo, 13 de enero de 2019

Para Carmencita: Homenaje a quien quiero y admiro

Mi querida Carmencita...

Mis amigos del CEC están esperando que esta vez escribamos sobre patriotas o personas que hayan ejercido un papel y un modelaje importante en la historia venezolana, pero yo hoy prefiero dedicarlo alguien quien quiero mucho y ha sido un importante modelo a seguir en mi vida y en mi familia.

En 58 años de vida, puedo afirmar con seguridad, que no es tan sencillo conseguir muchas “Carmencitas” por ahí repetidas. Me inspira y me sorprende  ver integrada en una sola persona, virtudes y habilidades que suelen ser complementarias y a veces hasta incompatibles.

Eres un ser  coherentemente comprometido con ser feliz y disfrutar de la vida responsablemente. Muchas personas buscan incansablemente la felicidad, pero en ese camino se enredan y sabotean constantemente. Ese no es tu caso. Empezando por tus ganas de vivir, tu  alegría contagiosa y tu pasión por la vida, eres experta en ver  lo positivo de todas las personas,  situaciones y contextos. No importa cuán pequeño sea el aspecto agradable, tú sabes encontrarlo, resaltarlo, disfrutarlo y compartirlo prontamente.  Estás en constante práctica y encuentro de las actividades que te hacen disfrutar, sin descartar probar nuevas opciones que abran otras posibilidades.  Te esmeras en cuidar de tu salud cada día porque quieres estar en el mejor estado para disfrutar de cada instante. Además, cualquier cosa que haces, siempre le pones amor, ilusión y compromiso.

Tienes una maravillosa y gigantesca capacidad de dar  amor. No importa si es un ser querido, un amigo o un perfecto desconocido, para ti cualquier ser humano es digno de tu amor, sin importar semejanzas, diferencias, razas, credos, nivel social o cualquier otra variable. Desde los detalles sencillos hasta los sacrificios más grandes, el único requisito requerido para recibir mucho de tu amor es conocerte.  Además, tu maravillosa calidez y tu eterna sonrisa, sirven en bandeja de plata cualquier detalle que ofrezcas,  desde los más grandes hasta los pequeñitos.

En paralelo, eres comprometida, disciplinada, trabajadora, seria y con delicados valores morales. A cualquier persona le inspiras  la confianza necesaria para sentirse  confiada, relajada  y muy agradecida de contar con tu apoyo. Complementado con gran tu fortaleza interior, tu capacidad de resiliencia y  tu eterno propósito de continuar con el mayor bienestar posible independientemente de lo complejo de la situación, nos inspiran en la familia a encaminarnos a lograrlo también.

No puedo olvidar tus eternas ganas de aprender, combinadas con tu empeño  y tu humildad al hacerlo. De verdad nos maravillas a todos.  Gracias por enseñarme que sigue siendo rico aprender a cualquier edad.

En resumen, me siento honrada y agradecida de haber conocido a una persona tan especial como tú, que además forma parte de mi familia y está muy cerquita de mí, aun en la distancia geográfica ¡Que bendición tenerte!

Mi querida Carmencita, conocerte y no quererte  es imposible….
Un abrazo gigante
Maigua

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