Fecha: 24 de Agosto de 2024
Autora: JesucitaPeters S.
“Las rabias, las tristezas o
aburrimientos que me ayudaron a crecer”
Haciendo reminiscencia de ese pasado tan lejos y
tan cerca porque deja huellas indelebles en nuestra memoria, hace un tiempito
atrás (65 años) contaba yo con 8 años de edad yo era una culi cagada como dicen
los colombianos, aun dando vueltas canelas en la cama, recuerdo que llegó una
invitación de una muy amiga de mi mamá para ir a su casa de la playa, podíamos
ir mi hermano y yo porque mamá trabajaba y ella no asistiría, quedaríamos al
cuidado de esa amiga en ese paseo; bueno yo estaba tan entusiasmada que me fui rauda y veloz a mi
cuarto para hacer mi maletín con lo que yo consideraba necesitaba para mi viaje
, mi hermano hizo lo propio también, pues menuda sorpresa cuando llega mi madre
de sus labores y lee la invitación calmadamente y sin más preámbulos nos
informa que mi hermano puede ir al paseo, pero yo no, cómo que no mamá refute,
pero cuando la negrita decía que no, era difícil que cambiara su decisión,
bueno fue tan grande mi rabia y frustración que aún hoy la recuerdo, así que
aprendí que no debo hacer la maleta antes de confirmar jaja, sólo entendí su
decisión cuando fui más madura y al tener a mis hijas hubo momentos que tuve que
decirles que no en algunas circunstancias para protegerlas.
Quizás la vida te presenta algunos momentos de
rabia que te hacen crecer al instante y que te pueden llevar por derroteros
insospechados, viene a mi memoria una cita con una amiga en un café de la
ciudad de Caracas , eran las 3 de la tarde de un mes de abril con un sol
espléndido y las chicharras cantando ya había pasado la Semana Santa, bueno yo
cómo siempre con mi vena inglesa llegue a 10 minutos para las 3 de la tarde
(diciéndome prefiero esperar a que me esperen ), bueno hasta ese momento no
sabía que mi espera iba ser infructuosa, la esperé hasta las 5 de la tarde y
nunca llego, menuda rabia( para ese entonces no existían los celulares),sin
embargo cómo estaba full la cafetería, una señora me pidió permiso para ver si
podía sentarse conmigo en mi mesa y hemos entablado una conversación
paseándonos por diversos tópicos sobre la vida cotidiana que resultó un manjar
de Dioses ese compartir inesperado, así que no sabemos los derroteros que nos
depara la vida para enriquecernos y crecer valorando en positivo todo lo quese
nos presente. Mi amiga no me dio ninguna explicación de peso que justificara su
ausencia, hasta ese día fue mi amiga.
En mi memoria no es muy frecuente el
aburrimiento, sin embargo, estaba yo cómo con todo hecho escudriñando en mi mente tanto en las cosas de la casa como
en mis labores académicas, y yo con una sensación del nido vacío (mis hijas ya se
habían ido del país) estaba algo aburrida la verdad por no tener nada que hacer, que decidí sentarme en el balcón de mi
casa y comienzo a ver mis plantas con detenimiento y observo una plantita que
yo no había sembrado, no obstante esta se movía cómo saludándome y dándome la
bienvenida en el espacio que ocupaba en mi jardín, me acerco a ella y le digo
yo no te sembré y no sé qué tipo de planta eres , no te voy arrancar porque eres
muy alegre parece que te rieras conmigo y la regué y fue creciendo muy frondosa
y yo aún sin saber qué tipo de planta era.
Me llego el tiempo de mis vacaciones y me fui,
no sin antes dejarlas regando a cuenta gotas para aún encontrarlas vivas.Al
regresar un mes más tarde me consigo con el regalo más maravilloso de la
naturaleza 38 ajíes dulces colgando de aquella plantita maravillosa que no
quise arrancar, esto me enseñó que todos y cada uno merecemos una segunda
oportunidad.
Mis tristezas casi todas asociadas a pérdidas o
partidas de mis afectos más cercanos, primero la partida física de uno de los
dos únicos sobrinos que tuve, hoy sólo me queda uno, la partida de mi hermano
mayor y la de mi negrita amada.
Tristeza cuándo mis dos hijas me dejaron el nido
vacío y migraron a los Estados Unidos, sólo la mitigaba con mis labores en la
UNIMET.
Tristeza cuando tuve que migrar de mi Venezuela
amada a los Estados Unidos y dejar mi historia, mis amigos, compadres, mi Ávila
y todo lo que me era familiar , así como mi ciudad Caracas que me vio nacer y me acunó
por 69 años. Bueno también es válido vivir de aquellos recuerdos que forman
parte de lo vivido, trascendente o no, es tú pasado es lo que te hizo y te
convirtió en lo que eres actualmente con alegrías, tristezas, perdidas,
homenajes, bienvenidas, despedidas y pare usted de contar. Ahora construyendo
nuevas historias,amigos, paisajes, costumbres y adaptándome y aprendiendo por el
resto de lo que me quede de vida,ese es el propósito que tengo
actualmente y dándole gracias a la vida por todas las oportunidades de seguir
aquí con mis afectos más preciados y con ustedes amigos entrañables.
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