Me
enlazo con mi espiritualidad cuando me conecto con Dios. Cuando en lo profundo
de mi mente, converso con Él, rezo y medito.
Siento su presencia y siento que mi espíritu se engrandece. Es la
oportunidad de sentir en mi interior el poder humano que tengo. El poder de
tomar decisiones que me fortalecen. Es sentir en la plenitud de mi corazón la
confianza de caminar por la vida con sus altos y bajos.
Vivir
momentos de familia, con amigos, con conocidos, relacionándonos con nuestras
ideas, acuerdos y diferencias, compartiendo y creando minutos especiales de
plenitud… me conecto con mi espiritualidad.
Cuando
en la noche dedico algunos minutos para recordar y agradecer los buenos
momentos vividos, escucho mi espiritualidad; me siento bien, siento paz y
calidez.
Al
caminar por los parques, por la montaña, en la arena de las playas mojando mis
pies con el agua del mar, observando la naturaleza y sintiendo la imponente
fuerza que transmite, la espiritualidad aparece como niño que descubre un nuevo
refugio: asombro, deleite.
Es
todo esto, en la magia de lo sencillo y al mismo tiempo de lo grandioso, que
puedo decir que es una forma de vivir y sentir mis espacios de espiritualidad.
Janet Jiménez
Bogotá, Abril 2016
Querida Janet, la magia de lo simple, en un corazón grande...
ResponderEliminarConcuerdo con Gude, querida Janet, la magia de lo simple, en un corazón grande (la espiritualidad no es cosa compleja, es cosa de amor).
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