Participar y pertenecer al CEC es una experiencia maravillosa que recomiendo a todos. Hoy no quiero refirme a la práctica de la escritura, sino a las vivencias como grupo.
Solo el compartir cotidiano en el
chat ya es bastante MOVIMIENTO. Empezando por Alberto, quien cuidadosa y
persistentemente busca siempre mantenernos por el camino de la positividad y la
escritura. Más que un coordinador, es
como un amoroso orientador. Siguiendo con los saludos mañaneros de Luis y
Martin, quienes siempre tienen una frase positiva y nutritiva que aportar. Pocas
veces falta el rey del humor, Lio, quien desde Valencia se hace sentir con sus chistes,
anécdotas y también con sus bellos y reflexivos escritos. Cuando él se ausenta,
Martin lo suplanta y hasta supera en eso del humor: ¡si lo sabré yo! Nuestra Gudelia,
solo sabe expresarse a través de la poesía; no deja de impresionarnos con sus
lindas frases cotidianas, llenas de belleza y sabiduría. Nunca falta el fresco
compartir de nuestra querida Elinor, con su vivencias como madre, esposa y
orientadora de adolescentes. Siempre presentes las frases maternales,
protectoras y amorosas de nuestra Irma. Ivette
y Hened, nos recuerdan de muchas maneras su amor por el grupo. Tibaire se pierde, pero luego nos contesta
cada frase con su dulzura inigualable. Pily y Nancy, siempre ocupadas pero
ahora más presentes. Carmen y Lele, aun desde el exterior nos saludan con mucho
cariño. El nuevo miembro, Omar, empieza aportarnos poesía, ecuanimidad y
sabiduría. Recordando también la alegría, las risas y el entusiasmo, de aquella
chica que le encanta recordar los cumpleaños. Me comentó que a ella le gustaba
que el chat se rebose de mucho amor y positividad para el feliz
homenajeado.
Demás está decir que ante
cualquier participación, surgen de inmediato muchas respuestas, opiniones y creativos puntos de vista, a veces
más serios y reflexivos, a veces llenos de alegría por los logros personales, de
algún familiar o cualquier otro evento positivo. También está de moda este año la espera feliz
por el nacimiento de nietos ¿saben a quienes me refiero? Sin embargo, en momentos también se escriben líneas llenas
de melancolía, por eventos difíciles, como la migración de los hijos, repetida
y dura para muchos integrantes del grupo. También los fuertes “sube y baja” por
nuestra querida Venezuela, donde nos hemos escuchado, informado y acompañado en
vivencias tan complejas. Cuando algún miembro así lo necesita, es bella y
abundante la empatía, el apoyo, la humanidad y la sabiduría de este equipo. Creo
que va quedando claro que aquí compartimos la vida, tanto alegrías como
tristezas. Tenemos una relación cercana
y cálida; somos una familia bonita.
Pero si todo esto les perece poco
amor y movimiento, ahora les cuento de nuestras protagonistas: las reuniones
mensuales. Sabemos que cada uno de nosotros espera esas reuniones con ilusión y
alegría. Cuando por alguna razón mayor, alguno de nosotros no puede asistir, de
verdad que sentimos el lamento de tener que estar ausentes. Técnicamente nos
reunimos para compartir nuestros escritos del tema del mes, pero hace bastante
que esas reuniones son mucho más que eso, porque siempre es un hecho que la
alegría de vernos, la positividad que nos aportamos, la diversión y la risa (que
a veces llega hasta el llanto), el compartir culinario, la calidez y el cariño
que nos tenemos, hacen que cada reunión
sea una JOYA UNICA. El mes siguiente vuelve a ser única y maravillosa, y así
cada mes.
Los anfitriones de cada mes se
esmeran en atender al grupo de la manera más creativa y amorosa. Siempre logran
que las reuniones sean un verdadero deleite. Como olvidarse de las cremitas de
Hened, del desayuno criollo de Jesucita,
de la fiesta infantil de Irma y Eli, de las “bolas criollas” de Ivette “la
reina del selfie”, de los chocolates y el amor del Arcángela, del extraordinario
anfitrión de la Casa Club, donde tanto amor no tan “secreto” hemos recibido. Los “toques” musicales también han estado presentes:
la reunión de baile de Hened y el karaoke de Eli. En fin, imposible mencionar
casi 5 años de reuniones, pero cada una ha sido especial.
Y en esta ola de movimiento y
amor en la que nos conectamos cada día,
cada uno de nosotros pone lo mejor de sí mismo aportándolo al grupo a su
manera, con una linda autenticidad. De la misma manera, la esencia de cada uno
es recibida, valorada y respetada. Es así como cada uno de nosotros hemos sido
receptores de toneladas de amor, humor, optimismo, alegría, entusiasmo, ecuanimidad, empatía, humanidad, creatividad, apoyo y mucha, pero
mucha risa.
Así somos NOSOTROS: VARIEDAD,
DIVERSIDAD, MOVIMIENTO Y AMOR. Así es la “magia” de estar juntos.
Mis queridos escribidores, tienen
un espacio importante en mi corazón
Los quiero mucho
Maigua
Mayo, 2019
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