domingo, 5 de mayo de 2019

MOVIMIENTO EMOCIONAL 

Desde hace mucho tiempo, los psicólogos y estudiosos del comportamiento humano han identificado los semblantes, posturas y movimientos característicos del hombre de acuerdo a las emociones que esté viviendo.
Gracias a esos conocimientos, un profesional de dibujos animados, para mostrar que un personaje se encuentra -por ejemplo- triste y acongojado, sabe como debe presentarlo: con los hombros encorvados, con un caminar lento, suspirando, sin sonreír y con la mirada hacia el suelo. Todo lo contrario si quiere proyectar un personaje feliz, los movimientos del cuerpo son diferentes: sus desplazamientos son más rápidos, en una postura más erguida, va sonreído, habla con mayor energía y respirando más profundamente.

El entendimiento de que las posturas y movimientos que mostramos vienen determinadas por las emociones que sintamos en el momento, ha sido de una importancia extraordinaria. Pero más fascinante fue descubrir que se trata de una vía de doble sentido, en otras palabras, así como las emociones se reflejan en nuestra postura, la postura también afecta nuestras emociones. Hay que saberle sacar  provecho a ese poder transformador que tenemos en nuestras manos. Si usted pasa mucho tiempo inclinado, cabizbajo y mirando hacia el piso, muy probablemente terminará por sentirse deprimido.  Pero si se mueve derecho y esbozando una sonrisa, se sentirá mejor, y esto se debe a que nuestro cuerpo le envía un mensaje de felicidad al cerebro, y el inconsciente, que está a nuestro servicio y acata cualesquiera de las órdenes que le demos, lo acepta como una verdad e inmediatamente activa todos los mecanismos para hacernos sentir bien, como corresponde a la postura y movimiento de felicidad que hemos adoptado.
Esta técnica es tan efectiva que, en los países en donde existen servicios telefónicos para asistir a personas deprimidas en emergencia, tan pronto reciben la llamada, lo primero que le piden es que se levante y mire hacia arriba, lo que genera un cambio inmediato en su estado de ánimo. Es imposible llorar si se hace lo anterior.

Por supuesto que no queremos decir que todos sus problemas se arreglaran con tan solo pararse, respirar profundamente y sonreír, pero es un buen comienzo para que una persona, sana en términos generales, mejore su disposición emocional. Para otras, ya padeciendo de trastornos mentales mayores, no es suficiente, y deben buscar asistencia profesional especializada para que las ayuden a superar su situación.

Pero está más que comprobado que el movimiento corporal afecta nuestras emociones. Así que, algo que todavía podemos hacer para inducirnos optimismo y felicidad dentro de estas circunstancias tan difíciles que nos ha tocado vivir  es ¡movernos!
Levántese y aproveche ese sol brillante y esa suave brisa de las mañanas. Muévase, suba escaleras, de un paseo en el parque o alrededor de su casa, y al hacerlo, sonría y manténgase erguido. Claro, no es para que marche como un guardia del Palacio de Buckingham, con ello solo lograría acumular tensión innecesaria en la espalda, y lo que se busca es mantenerla derecha y relajada, de una manera natural. Hay especialistas que recomiendan que se imagine, cuando va caminando, que hay como una cuerda atada a la cúspide de su cabeza y que  suavemente lo hala por los cabellos hacia arriba. El ejercicio nos libera del estrés y genera ciertas reacciones químicas que hacen que nos sintamos bien.
Son muchas las situaciones que actualmente nos conducen a la desesperanza y la tristeza, pero también son variadas las vías que podemos tomar para recuperarnos. Acá nos estamos enfocando solo en el movimiento corporal, y el caminar es solo uno de los ejercicios aeróbicos que se recomiendan para mantenernos en ese movimiento, pero hay otros. La palabra "aeróbico" significa literalmente "con oxígeno" y abarca a todas aquellas actividades  donde se requiere respirar, tomar oxígeno, como: nadar, andar en bicicleta, subir montañas, correr e inclusive bailar. 

Practique la que más le guste y le convenga, lo importante es ¡mantenerse  en movimiento!


Lionel Álvarez Ibarra.
Mayo 2019

No hay comentarios:

Publicar un comentario