Autor:
Jesucita Peters
"Las máscaras"
Que difícil hablar de las máscaras será que hablar del hombre es un símil de
las múltiples facetas que en la vida tenemos que adoptar ante la sociedad.
Quién no ha usado una máscara en alguna etapa de su vida, será que son
necesarias para seguir transitando en este plano.
Podríamos juzgarlas, serán buenas o malas, no lo sé, pero siento que son
necesarias ya que alivianan situaciones de la vida.
Para mí ha sido una pérdida de identidad o perdida de mi primera mascara y todo
comienza cuando paso a primer año de bachillerato y le dicen a mi mamá
que debe llevar la partida de nacimiento, rauda y veloz la negrita se dirige a
la Jefatura del Recreo que fue donde me presentaron y solicita mi partida de
nacimiento, allí el funcionario le dice a mamá, miré señora aquí está una
partida de nacimiento con la misma fecha , los mismos padres, pero su hija no
se llama Magda de Jesús aquí aparece como Jesucita, pues a partir de allí a los
12 años comienzo con otra identidad y me toca ponerme y reconocerme con otra
máscara a la que no estaba acostumbrada.
Mi familia cercana me llama Magda y los de la Universidad y trabajo Jesucita.
La despersonalización representada.
Pues en el transcurrir del tiempo nos acostumbramos al uso de múltiples
máscaras que nos permiten pasar de la alegría a la tristeza, del
desasosiego al bienestar, de la desesperanza a la esperanza y nos
vamos amoldando a ellas según las exigencias.
Las máscaras me permiten enamorarme de un día hermoso con un resplandeciente
amanecer y un atardecer pleno de todo lo vivido en ese día.
Me pongo otra máscara y disfruto la escucha de la melodía que al compás de
todos los instrumentos me llevan al éxtasis de lo escuchado.
La máscara de la ternura me permite contemplar la risa de un niño jugando
con la magia de la inocencia.
Como no usar las máscaras de la vida que permiten el fluir de nuestra propia
existencia.
Si hubiese que ponerle colores a mis máscaras serían todas de colores
resplandecientes independientemente de las circunstancias, porque pienso que
eso me ayudaría a salir airosa de todas las pruebas que me pone la vida.
A pesar de las múltiples máscaras que usamos lo importante es saber cuándo y
cómo usarlas para contribuir con nuestro bienestar.
En estos momentos de mi vida me estoy probando la máscara de la abuela que me
llena de infinita ternura y amor por dar y pensándolo bien me hace sentir
con todas las emociones positivas a flor de piel, guao no pensé que me
sentiría así,es un maravilloso sentimiento al saber que ha de venir
una extensión de ti y crecerá lo más hermoso de la sociedad la
familia, tu familia mejor expresión de amor imposible.
En éstos momentos de mi vida siento la necesidad de usar las máscaras que me
permitan transitar en consonancia con mis principios y valores y me permitan ir
en busca de lo que me haga feliz, para mi ese es el camino a seguir. Pues
no queda otra que seguir usando las máscaras que contribuyan al logro de
la felicidad.
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