domingo, 26 de enero de 2020

Fuga y encuentro/ Tibaire García


Caracas, 25 de enero de 2020

Escrito Club de Escribidores de Caracas
El amor en tiempos de diáspora

Fuga y encuentro
Jueves 17 de octubre de 2019. Me había anunciado que la salida de la casa era a las tres de la madrugada, y que le parecía conveniente contratar los servicios de un taxista, para que yo no transitara por los riesgos de un camino solitario y oscuro. Esta vez entonces me liberaba de caminar por ese amargo y húmedo piso cinético que en ocasiones pasadas había dejado mi corazón suspendido y mi alma agrietada.

Algo  muy peculiar, fue que pasaron más de cuarenta y ocho horas para que yo casi sin percatarme, y con la muy buena excusa de buscar algo que en el resto del apartamento no encontraba, abrí la puerta de su habitación y descubrí que no era algo lo que me faltaba, sino alguien. Un espacio vacío de olores, de piel, de unos ojos verdes usualmente encajados en alguno de sus artefactos electrónicos, y desprovisto de música, de un “dime mami” o un “bendición mamá”. La cama tendida con su edredón preferido, también algo de su habitual desorden y unos chocolates y golosinas que había dejado para mí.

No supe en qué momento se reunieron en mi rostro la ternura con las lágrimas; en mi ser la soledad con la esperanza, y la rabia y la tristeza se entretejieron con vestigios de “ella va a poder y yo también”.

Han transcurrido tres meses. Noventa días en que el amor se ha colado por la virtualidad. Esa que aún no nos deja llegarle al calor y al olor. Mas que sin embargo ha permitido que fluyera la comunicación para transmitirnos cariño, ideas, proyectos, ilusiones, atrevimientos, decisiones valientes, intimidades, protección.
Fue una fuga?  Sin dudas.  Se fue huyendo?  Indiscutiblemente.

Y más allá de ésto, qué?   Aparece un profundo sentido ante ella, y ante mí.
Las dos hemos visto a una María Gabriela reencontrándose con su centro, su esencia. Asumiéndose. Paseándose por decisiones titánicas. Escribiendo el guión de su historia y poniéndola en escena. Siendo quien es. Ha estado disfrutando de un encuentro maravilloso consigo misma.

Esta danza que la veo danzar ha podado mi ocasional tristeza?  No propiamente. Me ha procurado sosiego, orgullo, valor, confianza y optimismo?  Con frecuencia.
Corren tiempos de diáspora para nosotras, y por lo pronto así vamos construyendo nuestro amor.

Tibaire García
25 de enero de 2020

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