CHOCOLATE NEGRO SALVAJE SANANDO TU ALMA
Después del deleite
Hará brotar poesía de
tus penas
Roja tu sangre se
imantará en sus
marrones arenas
Chocolate del insilio
Entre cuatro paredes
sosiegas mi hastío
Vibras mis calles
muertas
Cercenas el cascaron
de mis horas
Llenas el vacío sin
fondo de la soledad
Salvas sentidos
colgados de la nada
Mis penas son azules
Tienen silencio,
soledad y canas
Van caminando y
vaciándose
En cada ser viviente
que los redime
Papeles y más papeles
Escritos de ayer y de siempre
Delirios intangibles
Verdades secas
Gritos sueltos en
diarios
Por donde talvez corre
mi historia
Poemas buscando asilo
Rimas trágicas
escapando de las rejas
Poemas tribulando en
un trigo
Que se niega a ser pan
Cargo tu ausencia con
un hilo
Que me lleva a la
muerte
Me disuelve y me serena
Beberé poesía en copas
de pena
Mi poesía salvaje ha
huido
Por los acantilados
del dolor
Se ha metido en mi
médula
Cubierta de harapos
presume
De lágrima y queja
El silencio no
acaricia
El silencio está
gritando a lágrima viva
Se querella con la
soledad
Abandona todo lo que
sea paz
El silencio cuando
duele es grito
El cielo rosa me habla
Me habita con sus
nubes
Aureola mi energía
vital
Sus garúas reverberan
El abismo infinito
la cumbre sin final
La casa de la madre es
la casa ancha
Donde se arremolinan
las penas
Donde la cobija
espanta todos los fríos
Donde el pan sacia
todas las hambres
Donde el chocolate
caliente
Bate con furia a la
melancolía
Gudelia Cavero Hurtado
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