Mientras pensaba en el escrito que aún tenía pendiente, tomó su teléfono y ofreció resolver un tema de transporte para uno de sus profesores; respondió a las preguntas que uno de sus pacientes tenía sobre el tratamiento indicado; escuchó pacientemente el mensaje de voz de una amiga y la larga lista de agravios recibidos; contestó el mensaje del familiar de un antiguo compañero de trabajo enfermo y se dispuso a hacer café para su hija y chocolate para su nieta.
jueves, 19 de diciembre de 2024
las fortalezas para el servicio de los demás/Lila Vega
lunes, 16 de diciembre de 2024
el don del silencio
El don del silencio
Los baby boomers, los nacidos en la
postguerra, nos toco guardar silencio. De hecho, a nuestros padres se les llamó
la generación silenciosa, que crecieron en contextos de la gran depresión, y la
segunda guerra mundial. Era considerado prudente, guardar silencio.
Los baby boomers nacidos en paz, seguimos a
una época de silencio y de sequía natal; eran pocos los niños que nacieron. En
cambio, en nuestra generación, fue usual que tuviéramos muchos hermanos y
familia. El silencio de nuestros padres había culminado, pero sin embargo, nos
lo traspasaron.
-Los niños no hablan cuando los
adultos conversan, no interrumpen-
-Los niños no opinan, ni juzgan a
sus padres-
Los colegios de
religiosos, solían ser una continuación de lo mismo. España, además venía de su
guerra civil. El silencio se educaba, no solo con la palabra, sino con castigos
físicos. La generación del silencio, de repente, estaba siendo obligada a
aprender algo que nos era impropio. Pero así nos educaron, al menos a los de
occidente, lo cual pienso, generó rebeldía en una generación que no creía en el
pasado. Ocurrió el movimiento Hippie, el mayo francés, la transformación de la
educación, en consecuencia y el movimiento de liberación sexual. Todo lo opuesto
a lo que pretendieron imponer.
A los que
inicialmente nos reconocimos como introvertidos, nos hizo daño. Preferíamos
escuchar a dar una opinión. Asentir, en vez de rebelarnos contra alguna
injusticia. Hoy, nuestra generación gobierna, ya en sus últimos pasos, pero el
mundo sigue siendo básicamente, el mismo. Ya en vez de silencio, se alaba y propicia
al ruido. Estamos hiper conectados e hiper “textuados”, donde no cabe el
silencio. Pero entonces, reconocemos al silencio, como algo importante. No
aquel, marcado a golpes en el colegio o en la casa, no aquel obligado por las circunstancia,
no aquel, de donde es mejor no hablar. Se trata del silencio, de ese espacio
efímero entre lo que nos pasa y la acción, se trata de la escucha empática y compasiva, se trata de escucharnos primero,
antes de hablar. Hablo de esa escucha en silencio que nos hace mejores
personas, que nos calma y nos hace crecer.
El silencio
ahora, este silencio íntimo y propio, que se diferencia del silencio de afuera,
es sin duda, un don. El don del silencio. El necesario para estar conmigo mismo,
el necesario para acompañar a otros en algún trance y hacer servicio. Es aquel
silencio vacío, que reconocemos en meditación profunda, pero que nos explica la
noción del ser, eso, que además, no se puede explicar con palabras, ni
pensamientos. Es el silencio del creador.
Alberto
el senderismo de mis dones/María Elena Garassini
El senderismo de mis dones
Al iniciar mis escritos del club de escribidores, con frecuencia busco en internet, y o en el diccionario de la RAE, el significado de la o las palabras claves que propone el escrito. En esta oportunidad hice lo propio con la palabra: “don o dones”
“Gracia especial o habilidad
para hacer algo. Usado también en sentido irónico.
Dones son capacidades o habilidades
especiales que una persona tiene para hacer algo. En la Biblia, los dones
espirituales son bendiciones que Dios da a las personas para que puedan ayudar
a los demás y vivir el llamado de Dios:
- Palabra
de sabiduría
- Palabra
de conocimiento
- Fe
Desde la religión católica los
dones son: Fe, Esperanza y Caridad “
Definitivamente hablar de Dones, es hablar de características sublimes, espirituales, especiales, enaltecedoras en una persona, algo que no es simplemente una característica o cualidad más. En fin, no es algo tan fácil de reconocer, identificar o mostrar.
Si me quedo con los dones de la religión católica, considero que tengo fe, esperanza y caridad?
Regreso al origen de todas mis preguntas situadas o contextualizadas ¿Fe y esperanza en qué o en quién ? ¿Y Caridad con quién? ¿Con el prójimo? Y ¿Quién es el prójimo?
Cuando retomo el don de la Fe en este momento de mi vida, quizás la Fe no es centralmente la Fe en un Dios, sino la Fe en las personas, la Fe en algun proyecto o iniciativa, la Fe en el Futuro… en fin yo podría decir que si tengo el Don de la Fe y que mi manera de ponerlo al servicio de los demás es siempre creer en los demás, cultivar el diálogo y la negociación con las personas y los grupos con los cuales me relaciono. Es decir… no perder la fe en los otros.
Cuando reviso el Don de la Esperanza… también vienen a mi mente varias ideas y reviso mis actuaciones cuando he requerido tener esperanza o sembrar esperanzas. Muchos de los roles que ejerzo cotidianamente conllevan tener o sembrar esperanza. Mi rol familiar, mi rol laboral y mi rol social, me recuerdan constantemente encontrar los aprendizajes, buscar los recursos, identificar las fortalezas en cada persona o situación, generalmente para transitar situaciones complejas o demandantes. En ese sentido, referido al rol de encontrar o sembrar esperanzas, lo pongo al servicio de los demás cuando, en una situación familiar difícil, aporto opciones o posibles alternativas de solución. Cuando atiendo a mis pacientes, el hacerlos identificar y utilizar sus fortalezas o habilidades, así como aceptar y perdonarse por sus debilidades o errores, me permite ayudarlos a sembrar esperanza. Por otra parte, socialmente cuando promuevo que las personas nos veamos, nos disfrutemos mutuamente, o disfrutemos la naturaleza, un buen libro, una película, una obra de teatro, en fin el tiempo juntos, estoy cultivando esperanza en el poder de los vínculos para el desarrollo humano y la resiliencia.
Cuando abordo el don de la Caridad… me reviso y afirmo que he cultivado la caridad en muchos momentos de mi vida, pero no sé si en este momento soy tan caritativa y dono mi tiempo y mis recursos a los demás todo lo que podría. Este puede ser quizás un don de la religión católica, a la cual pertenezco, que puede generarme retos en mi cotidianidad. Este escrito está siendo impulsor de una primera gran revisión de este tema, que me lleve por un lado a reconocer mis acciones caritativas actuales, así como identificar otras que eleven esos dones o regalos que he recibido.
Aprovecho, como siempre, y más en esta reunión de cierre de año, de dar gracias a Dios por los dones recibidos, y por los amigos, en este caso amigos escribidores por los momentos compartidos.
¡Felices fiestas decembrinas y mis mejores deseos para un bendecido año 2025 donde florezcan sus dones y se expandan a su alrededor!
María Elena Garassini
domingo, 15 de diciembre de 2024
Reflexiona y comparte cuáles consideras que son tus dones y cómo los utilizas en servicio hacia los demás/Jesucita Peters
Autor: JesucitaPeters S.
Fecha : 16 /12/2024
Tema:
“Reflexiona y comparte cuáles consideras que
son tus dones y cómo los utilizas en servicio hacia los demás”
El hablar sobre uno mismo nunca se me ha hecho
fácil, pero reflexionando sobre esas virtudes o dones que poseemos y que otros
destacan en nosotros, podría yo mencionar la empatía y ponerme en el lugar del
otro y extender una mano franca para apoyar al que lo necesite en los momentos
difíciles para esa persona, pienso que esta empatía también está asociada a la
bondad que guardas en tu corazón
Un aspecto de mí y que se me reconoce es el acto más grande de amor que le puedes regalar a una persona y es hacer de la cocina un conjuro de aromas y sabores que deleita el paladar de tus comensales y que disfruto al máximo al ejecutarlos, ya que a través de ello dedico el tiempo más preciado para complacer a los que amo.
Siempre he tenido habilidades manuales las cuales fueron exacerbadas en mi al estudiar en Colegio de Monjas en donde aprendí a bordar , tejer, cocer, pintar, retablo y pare usted de contar, esto unido a la capacidad de enseñar hace que esto fluya sin esfuerzo y con placer.
Reflexionando creo que si no hubiese sido Psicóloga, me hubiera dedicado al diseño y la decoración, ese es un gusanillo que llevo dentro de mí. Quizás al tener habilidades manuales y apreciación por lo bello se me da bien la decoración, eso me dicen los amigos, cuando decido compartir un poco ese don.
El orden es mi mejor amigo, sin llegar a lo obsesivo compulsivo, me hace feliz ver las cosas perfectamente ordenadas y organizadas. A veces esto que para mí es una virtud, para otros no lo es tanto.
Complejo de jardinera, esto está bien arraigado en mí,el cultivo y cuidado de las plantas y poder llevar alegría a otras personas regalando una planta no tiene precio, el hablar con mis plantas me reconforta,será que tengo unos tornillos sueltos, no lo sé, pero todo lo relacionado con ellas me hace feliz.
Disfruto mucho bailar y tuve la suerte de tener un esposo que bailaba muy bien, tanto es así, que ganamos varios concursos de baile en los cruceros que hicimos y a través del baile pudimos encontrar muchos amigos que compartían nuestro mismo interés por esta actividad que nos llenaba de bienestar.
Soy una persona muy gregaria me gusta compartir con las personas, observar sus intereses, actitudes, aptitudes que pueden o no compaginar con las mías y que podemos discernirlas a través de una buena y amena conversación y que a la larga esas diferencias o similitudes nos hacen entablar amistades duraderas, que se van fortaleciendo al paso del tiempo y ambos nos sentimos enriquecidos por tenernos.
Me uno a personas que tienen interés por la naturaleza, los que aprecian las cosas simples de ver una plantación de girasoles en verano, el cultivo de hortalizas, los espléndidos colores de las hojas de las plantas que me regala el otoño, la caída del agua de una cascada y cómo brotan las burbujas al chocar con las piedras, ver volar las aves y las mariposas libres al viento, cuánto que compartir a través de lo que nos regala el creador realmente son inconmensurables.
Romántica empedernida por siempre y para siempre
que me hace compartir y disfrutar la ternura de una mirada de un bebé en el
regazo de su mamá; los saltos juguetones de un gatito al jugar con su hermano
mordiéndose las patas y el rabo, mientras su mamá gata los observa con regocijo.
Son tantas cosas hermosas por qué dar gracias, que siento que agradecer, es una
fortaleza que se ha exacerbado en mí a medida que pasa el tiempo, así que
quiero impregnarme de todo aquello que antes no me llamaban la atención,
evidencio que el tiempo cambia la percepción sobre la cotidianidad y nos damos cuenta de cuantas cosas podemos
compartir para llenar de bienestar a
otras personas.
La lectura es otro aspecto que me encanta ya que te enriquece y nutre por demás y hoy día que estoy al lado de mi nieto Liam que tiene 4 años y que está ávido de conocimientos no se imaginan lo que ha significado para mi explicarle la diferencia entre el bien y el mal. Esta ahorita en la edad del “por qué”, y tengo la misión de hacerlo comprender, así que tuve que valerme de la película de Pinocchio para que lo pudiera entender a su corta edad, el enseñar es otro privilegio que comparto, me siento bendecida cuando lo práctico y si es con uno de mis nietos el amor se me desborda.
La puntualidad es otro de mis dones, aunque a veces nos sentimos castigados ya que debemos esperar a los impuntuales.
La reflexión sobre nuestros dones nos permite transitar por
ese espacio de nuestras vidas que no nos detenemos mucho en concientizar, sino
que se convierten en parte de ti y te definen.
Feliz Navidad 2024, queridos escribidores siempre en mi
corazón, se les quiere.
Estuche de talentos /Santiago Porras
ESTUCHE DE TALENTOS Y
DONACIONES- Parte 1
Santiago JOSÉ Porras Rojas
Sentados dos compañeros muy amigos, en las escalinatas
de la Quinta Nazaret, entre los jardines que a cada lado servían entre palmas y
un sauce llorón, junto a los contrastes de aquel verdor con las petunias
coloreadas de blanco y rosa, símbolos de la pureza, la espiritualidad, el amor
y el afecto. Allí conversaban Santiago y José sobre el milagro de servir a
través de las habilidades innatas dela naturaleza.
-Sorprende la aptitud con la que la naturaleza nos
regala sus habilidades, comentaba José.
-Cierto; respondió Santiago… allí ofrece todo su
talento y sus facultades para cantar bellamente con un propósito consecuente de
servicio.
Los dos hermanos, volvieron a recrear su mirada
haciendo un paneo visual del pequeño jardín que adornaba la fachada de Nazaret.
-Ahora dime tu hermano, imaginemos que nos encontramos
buscando entre nuestras experiencias de vida, aquellas habilidades especiales
para hacer algo ¿Cuál de todas ellas dirías que identificas como un don?
Respondió Santiago – Bueno…creo que el primer don fue
la música y el canto, a los 7 años inicié estudios en el Instituto Nacional de
la Cultura y Bellas Artes (INCIBA) para prender a tocar nuestro instrumento
nacional; el cuatro…y con él también comencé cantando aguinaldos, parrandas y
gaitas maracuchas, formé parte de la Coral del liceo parroquial, hice un
“sketch” de la Zarzuela “Los Gavilanes”, he formado partetambién en coros
parroquiales y actualmente formo parte de la coral “VeusCantants“ (Voces Cantantes) en donde
resido actualmente; Barcelona-España.
José, interrumpió para agregar… -cantar…es una gracia que te
concedió la vida desde pequeño y has desarrollado a lo largo de nuestra
vida…Ahora bien, hemos identificado lo que es un talento, no obstante, si el
canto y la música resultan ser un regalo especial para expresarlo diríamos, a
partir de la ingenuidad -¿Qué será lo que entregas con ese talento que tienes?
Respondió Santiago –Hay mucho que ofrecer a mi bienestar y el
bienestar de otros. El canto genera un caudal de endorfinas que nutren mi vida
de sentido y sentimientos expansivos que, como consecuencia de la acción de
compartirlo con mis semejantes, a su vez genera una réplica de bienestar en
aquellos a quienes les guste el canto que escucha. Es un chute inmunológico
expansivo…Además, cantar ayuda a mejorar la respiración y favorece nuestro
sistema cardiovascular….por tanto… “canta…porque cantando se alegran, cielito
lindo los corazones.”
José entonces comentó… – Ayer mismo cuando la Coral ofreció
un concierto navideño en el templo de San Cayetano en Barcelona, experimentamos
lo que hemos conversado ahora, cuando cantamos el villancico “Corramos
Pastores”; con tan solo imitar el sonidos de los tamborileros y los sonidos de
los distintos animales: pajaritos, gatos, guacamaya, chivos, ladridos de un
perro, vaca… que acompañan el coro “Corramos corramos, la música suena (bis)
para cantar al niño en la noche buena”, todo el público presente se reía y se
veía claramente el disfrute que percibieron con esta bella donación.
Santiago, dibuja una sonrisa en su cara junto con
agregar…-Bien decía San Agustín<<Quien canta, reza dos veces>>,
allí que el don de alabar a Dios cantando, crea una atmosfera para ofrecernos
al Espíritu unitario del creador al tiempo que, nos integra en un solo espíritu
con nuestros semejantes como comunidad.
José hace un breve silencio volviendo su mirada al jardín de
Nazaret, la que entonces dirigió al cielo…. -Es lo que llamamos como creyentes
de nuestra fe un gran don, el de la certidumbre, el don del conocimiento de
haber recibido una revelación de un medio para servir desde nuestra pequeñez a
la grandeza del amor.
Entonces Santiago dijo a su hermano José -Hermano mío ahora
nos toca unirnos con nuestros familiares para preparar nuestras hallacas para
celebrar la navidad desde otro don grandioso que trata sobre el conocimiento de
las revelaciones de otros dones que nos revisten de la Fe y, con ella
desarrollar otros regalos o talentos con los que Dios nos hace instrumento, a
objeto de ser parte de un todo con el fin de honrar la bella obra con la que
Dios nos constituye en servidores de la paz, la unidad y la verdad de nuestra
existencia eterna.
-Volveremos a este jardín de nuestros recuerdos para seguir
compartiendo nuestros dones y la manera de ofrecerlos en favor de reconocernos
como un solo espíritu.
Barcelona 14 de diciembre 2024
actividades en diciembre 2024
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