domingo, 23 de febrero de 2025

El valor de Jesucita Peters

 Autor: JesucitaPeters S.

Fecha:23-02-24


Título:
Los Valores

Hablar de los valores es hablar de la vida misma, por cuanto ellos nos moldean desde el momento de nacer y porque digo esto, cuando en nuestra cultura decimos que vas a tener un hijo  de sexo masculino, inmediatamente pensamos en el color azul, su cuarto, su ropa, su manta para sacar al bebé de la clínica y pare usted de contar. Lo mismo pasa con las niñas.
Las culturas nos moldean según los valores que tenga esa sociedad ya que ellos permiten la funcionalidad de la misma, por cuanto son compartidos y los que no entran en esos cánones y se salen de la norma, la misma sociedad tiene mecanismos para evitar las desviaciones.
En donde se inculcan los valores, pues en la célula fundamental de la sociedad, es decir, las familias por eso nuestros parámetros conductuales y de comportamiento se generan allí en el seno de nuestros hogares.
Y nos inoculan intravenosamente día a día ,sin darnos cuenta de ello pero ejerciendo su poder en todo lo que hacemos; los valores serán buenos o malos, no sencillamente son códigos compartidos en el grupo donde nos desenvolvemos, si yo pertenezco a un grupo criminal y afecto a las drogas , en donde se reconoce al que más personas ha matado , quiere decir, que en ese grupo el matar es un valor, pero para el resto de la sociedad donde se encuentra ese grupo, constituye  una desviación de la norma general, que consideran la vida como un valor supremo.


Recuerdo las normas, costumbres y comportamientos familiares que vamos trasladando de generación en generación matizado por los valores.
Había una familia con comportamientos significativos desde el punto de vista gastronómico y veremos hasta dónde puede arraigarse como un valor.


Era una recién casada que quiere congraciarse con su esposo y decide hacerle un asado negro para la cena de esa noche. Y poniendo manos a la obra va a la carnicería y compra el muchacho redondo y lo primero que hace es picarlo por la mitad, a lo que el esposo le dice, pero ¿Por qué lo partiste? Ella le responde, es que así se hace el asado negro, mi abuela, mi mamá y mis hermanas siempre lo han hecho así. El esposo  responde pues así no se hace, siempre se pone hacer entera la carne, bueno dicho menester generó discordia entre la pareja y para solucionar la situación Desiré(la esposa)decide llamar a su abuela para aclarar la situación. Abuela tenemos una duda, estoy intentando hacer un asado negro y lo partí por la mitad como tú lo haces, sin embargo, Renato me dice que así no se hace. Aclárame Tita ,bueno hija la verdad es que yo lo partía, porque mi caldero era demasiado pequeño y no cabía entero. Así son los valores y costumbres que arrastramos para bien o para mal en nuestras vidas.


Para mí nuestros valores son el Pepito Grillo de Freud, que nos susurra al oído cuán cerca o lejos estamos de nuestros valores en cada una de las cosas que hacemos.
Los valores compartidos hacen que se formen los grupos en las sociedades, nos juntamos en función de nuestros valores por cuanto guían nuestras conductas, por ejemplo: valores éticos, religiosos, culturales, costumbres, creencias, lenguaje, entre otros.


Si analizamos un poco, los valores son todos aquellos constructos que nos brindan bienestar, ya que al ser compartidos por la sociedad o el grupo al que pertenecemos nos generan comodidad y sentido de pertenencia.
Existen ciertos valores más exacerbados en nuestro quehacer diario y que de una u otra forma guían nuestra conducta, por ejemplo si yo tuviera que jerarquizar mis valores el primero sería la responsabilidad, luego el ser puntual, honesta, sincera, empática, benévola, familiar, etc. y por supuesto quiero vincularme con aquellas personas que compartan estos valores similares a los míos ya que estaremos hablando de cosas afines para brindarnos comodidad y bienestar.


Siento que los valores inculcados  en mi familia, los veo reflejados en mis hijas ahora que son adultas y que los están transmitiendo a mis nietos, para hacerme infinitamente feliz.

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